INSEGURIDAD

02 de diciembre de 2025 | Redacción EPrensa:En el intrincado entramado de la seguridad poblana, donde las sombras de la vulnerabilidad se proyectan sobre comunidades cotidianas y rutas urbanas, se despliegan una serie de incidentes que ilustran la complejidad de los desafíos del orden público, desde desapariciones que siembran zozobra familiar hasta asaltos orquestados que exponen las fisuras en las transacciones digitales, pasando por accidentes mecánicos que irrumpen en la rutina escolar y hallazgos macabros que demandan la meticulosa labor forense. Este mosaico de eventos, reportados en las últimas horas en diversas demarcaciones del estado, revela un proceso continuo de respuesta institucional: desde la activación inmediata de protocolos de búsqueda y alerta hasta la intervención especializada en escenas de riesgo, culminando en investigaciones que buscan tejer los hilos dispersos de la evidencia hacia la justicia. En Puebla, donde el pulso de la vida colectiva late entre avenidas congestionadas y campos remotos, estos sucesos no son aislados, sino ecos de un mecanismo mayor de vigilancia y prevención que se activa con la precisión de un engranaje bien aceitado, recordando a la ciudadanía la importancia de la vigilancia compartida y la denuncia oportuna en un contexto donde la delincuencia se adapta con astucia a las grietas del progreso moderno. ***Desaparición de Mujer y Menor en San Pablo XochimehuacanEl proceso de búsqueda se inicia con la salida inesperada de Monserrat Sepúlveda Sánchez, de 18 años, y su hijo Jesús López Sepúlveda, de 2 años, de su domicilio en San Pablo Xochimehuacan el 27 de noviembre de 2025, un acto que rompe la rutina familiar y activa de inmediato los mecanismos de alerta ante la ausencia total de comunicación posterior, sin rastros de mensajes o llamadas que expliquen su partida. La familia, envuelta en un velo de angustia creciente, presenta la denuncia formal ante las autoridades locales, desencadenando la evaluación inicial que clasifica el caso como de alto riesgo dada la involucración de una mujer joven y un menor vulnerable, lo que propicia la activación simultánea del Protocolo Alba para mujeres en peligro y la Alerta Amber para la protección infantil. Personal de la Fiscalía General del Estado de Puebla asume el liderazgo operativo, desplegando un equipo multidisciplinario que incluye analistas de datos telefónicos para rastrear señales de los dispositivos móviles perdidos y patrullas especializadas que recorren las vialidades aledañas, mientras se emite un boletín descriptivo con las características físicas precisas: Monserrat vestida con una blusa de cuello alto negra de manga larga, pantalón gris y tenis Nike blancos con detalles morados; el pequeño Jesús con tenis Nike azul marino, marcado por una cicatriz de 1 centímetro en la zona genital y otra de 0.5 centímetros en el labio inferior. La investigación avanza con entrevistas a vecinos y revisión de cámaras de vigilancia en un radio de cinco kilómetros, priorizando hipótesis de posible victimización criminal, aunque sin descartar escenarios voluntarios, y se extiende un llamado público a la colaboración ciudadana para reportar avistamientos al número 221 283 81 42, transformando esta desaparición de cinco días en un esfuerzo colectivo que teje redes de solidaridad en la urbe. ***Asalto por Falsa Venta de Vehículo en MoyotzingoLa secuencia delictiva se gesta en las redes sociales, donde un anuncio fraudulento de venta de automóvil atrae al comprador Abraham, un hombre de 43 años originario de Querétaro, quien viaja hasta la comunidad de Santa María Moyotzingo en la junta auxiliar de San Martín Texmelucan, específicamente en la Calle Leona Vicario, para concretar la transacción el 2 de diciembre de 2025, un encuentro que se torna en emboscada al llegar en su vehículo azul marino y ser interceptado por al menos seis sujetos armados circulando en motocicletas. El asalto se desarrolla con rapidez quirúrgica: los perpetradores, enmascarados y provistos de armas de fuego, rodean el sitio con motores rugientes, despojan a la víctima de efectivo en mano y objetos de valor personales mediante amenazas directas, obligándolo a entregar las pertenencias sin resistencia para preservar su integridad, antes de huir en direcciones dispersas hacia las afueras del poblado, dejando tras de sí un rastro de intimidación que resuena en la quietud suburbana. Vecinos alertados por el tumulto solicitan auxilio inmediato a la Policía Municipal, cuya respuesta se materializa en minutos con unidades que acordonan la zona, recaban el testimonio detallado del agraviado —incluyendo descripciones de las motos y vestimentas oscuras de los asaltantes— y lo escoltan de regreso por la carretera México-Puebla hasta un punto seguro, evitando represalias. La Fiscalía inicia la carpeta de investigación bajo el delito de robo con violencia, desplegando operativos de rastreo con apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública que incluyen cruces de datos de cámaras en casetas de peaje y análisis de perfiles falsos en plataformas digitales, aunque hasta el momento no se reportan detenciones, configurando este incidente como un recordatorio procesal de los peligros latentes en el comercio virtual y la necesidad de verificaciones previas en transacciones de alto valor. ***Accidente de Autobús Escolar en TepeteopanLa cadena de eventos mecánicos se desata en la mañana del 2 de diciembre de 2025 en la colonia El Progreso de San Cristóbal Tepeteopan, perteneciente a Tepanco de López, cuando un autobús particular dedicado al transporte de estudiantes de primaria y preparatoria, junto con algunos padres de familia, transita por la intersección de las calles Miguel Hidalgo y Buena Vista y pierde abruptamente el control debido a una falla total en el sistema de frenos, un desperfecto atribuible a años de uso intensivo sin mantenimiento adecuado que transforma el trayecto rutinario en una trayectoria errática hacia una vivienda adyacente. El impacto se produce con un estruendo que reverbera en la calle empedrada, incrustando la parte frontal del vehículo contra la fachada de la casa y liberando una nube de polvo y escombros que envuelve la escena, mientras los pasajeros —alrededor de 20 menores y adultos— son sacudidos violentamente, resultando en lesiones variadas que van desde contusiones superficiales hasta fracturas expuestas en extremidades de los niños más afectados. El conductor, en un acto de pánico instintivo, abandona el sitio inmediatamente tras el choque, dejando el volante vacío y el motor aún humeante, lo que obliga a los testigos a improvisar auxilios iniciales antes de la llegada de paramédicos de Protección Civil y la Cruz Roja de Tehuacán, quienes estabilizan a los heridos en el lugar con vendajes y oxígeno, priorizando el traslado de dos menores graves a hospitales regionales para intervenciones quirúrgicas de emergencia. Agentes de Tránsito Municipal acuden con prontitud para acordonar el perímetro, realizar mediciones periciales con láser y equipo fotográfico que documentan la posición final del autobús y las marcas de frenado ausentes, ordenando su remolque a un corralón para un examen técnico exhaustivo que determine la cronología exacta de la falla; el tráfico local se ve interrumpido por más de dos horas durante las diligencias, desviando vehículos por rutas alternas y subrayando la vulnerabilidad de los transportes escolares en zonas periféricas, donde este proceso investigativo se extenderá hacia posibles responsabilidades civiles del operador y recordatorios de inspecciones vehiculares obligatorias. ***Descubrimiento de Objeto Sospechoso en BBVA ChulavistaLa alerta se enciende en la intersección de 25 Poniente y 3 Sur en la colonia Chulavista de Puebla capital el 2 de diciembre de 2025, cuando transeúntes y empleados del banco BBVA avistan un artefacto improvisado —un teléfono celular adherido a una tubería metálica con una pantalla simulando un conteo regresivo— depositado de manera discreta cerca de la entrada principal, un objeto que despierta temores inmediatos de amenaza explosiva y propicia un éxodo caótico de clientes y personal hacia la acera opuesta, mientras el pánico se propaga como ondas en el aire matutino. El protocolo de respuesta se activa con la llamada al 911, convocando a unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) especializadas en el Grupo Potasio para detección de artefactos, quienes arriban en vehículos blindados y con trajes protectores, estableciendo un cordón de seguridad de 100 metros que evacúa completamente el edificio bancario y detiene el flujo vehicular en la avenida principal por más de una hora, permitiendo la intervención meticulosa con robots remotos y sondas electrónicas que inspeccionan el dispositivo sin riesgo humano. La evaluación técnica revela rápidamente la naturaleza benigna del objeto —un ensamblaje inofensivo sin componentes detonantes reales—, disipando la tensión con la confirmación verbal de los expertos que declaran el área segura, proceden al retiro controlado del artefacto para análisis forense en laboratorios de la Fiscalía y reabren las instalaciones con inspecciones secundarias que verifican la ausencia de réplicas ocultas. Este incidente, clasificado como falsa alarma posiblemente motivada por broma o distracción intencional, no genera detenciones inmediatas pero inicia un hilo investigativo que rastrea huellas digitales y testigos oculares para identificar al responsable, reforzando medidas preventivas como revisiones aleatorias en cajeros automáticos y campañas de sensibilización que educan a la población sobre reportes verificados, transformando un momento de zozobra colectiva en un ejercicio de resiliencia urbana. ***Ataque Armado a Vivienda en TexmelucanEl estallido de violencia irrumpe en la madrugada del 2 de diciembre de 2025 en la privada 16 de Septiembre de la comunidad Santa Catarina Hueyatzacoalco en San Martín Texmelucan, cuando un grupo de sujetos armados, ocultos en la penumbra de las callejuelas adyacentes, descarga una ráfaga de disparos contra la fachada de una residencia particular, perforando ventanas y puertas con proyectiles que dejan un eco ensordecedor en la quietud nocturna y desperdigando casquillos percutidos frente a la entrada como mudos testigos de la agresión. Los atacantes, cuya motivación inicial se presume ligada a disputas locales no especificadas, ejecutan el asalto con coordinación táctica —posiblemente desde vehículos estacionados o a pie para una huida veloz—, sin ingresar al inmueble pero generando pánico suficiente para que los ocupantes se resguarden en el interior, alertando de inmediato al centro de emergencias con descripciones vagas de siluetas encapuchadas y armas largas. Patrullas de la Policía Municipal responden en menos de diez minutos, acordonando el perímetro con cinta amarilla y luces intermitentes que iluminan la escena bajo un cielo nublado, mientras peritos iniciales recolectan evidencia balística —al menos una docena de casquillos de calibre 9 milímetros— y entrevistan al propietario, quien recibe orientación para formalizar la denuncia en la Fiscalía General del Estado. La investigación se ramifica hacia cruces con bases de datos de incidentes similares en la zona, involucrando análisis de trayectorias de bala para reconstruir la posición de los tiradores y operativos de vigilancia en puntos de escape como la carretera federal, aunque sin detenciones hasta el momento, este proceso subraya la escalada de amenazas territoriales en periferias texmeluquenses y la necesidad de inteligencia comunitaria para desentrañar redes de intimidación. ***Hallazgo de Cadáver en Cañaverales de TilapaLa jornada laboral en los campos de la comunidad Casa Blanca en Tilapa toma un giro sombrío el 2 de diciembre de 2025, cuando trabajadores agrícolas, atraídos por un hedor penetrante que impregna el aire húmedo entre los cañaverales que flanquean el Camino Viejo, se adentran en los surcos altos de caña y descubren el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición, un cuerpo parcialmente devorado por la fauna local —roedores e insectos— que yace en posición prona con extremidades rígidas y tejidos expuestos al sol inclemente. El hallazgo, reportado de inmediato vía radio a las autoridades municipales, moviliza a elementos de la Policía de Tilapa que acuden con equipo básico para resguardar la escena, extendiendo un perímetro de aislamiento con conos y vallas improvisadas que disuaden a curiosos campesinos, mientras el sol asciende y acelera la putrefacción en el ambiente estancado del cañaveral. Especialistas forenses de la Fiscalía General del Estado de Puebla inician las diligencias periciales con fotografías meticulosas y recolección de muestras biológicas —huellas dactilares parciales y fragmentos de ropa raída—, estimando preliminarmente la edad de la víctima entre 35 y 40 años por rasgos óseos visibles, aunque sin identificación inmediata debido al deterioro avanzado que borra facciones y marcas distintivas. El cuerpo es trasladado en una camilla sellada al Servicio Médico Forense (Semefo) de Puebla para autopsia exhaustiva que determine la causa de muerte —posiblemente por arma de fuego o asfixia, pendiente de rayos X y toxicología— y el tiempo transcurrido en el sitio, entre 7 y 10 días según el grado de insectación, configurando este suceso como el inicio de una indagatoria por homicidio que involucrará entrevistas a residentes locales y revisión de reportes de personas extraviadas, tejiendo un tapiz de justicia en medio de la vastedad rural. ***Reporte sobre Autorobos a Cuentahabientes en PueblaLa dinámica de los delitos financieros en la capital poblana se ilustra en las declaraciones del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Félix Pallares, quien el 2 de diciembre de 2025 detalla cómo la mayoría de los robos a cuentahabientes se configuran como "autorobos" meticulosamente planeados por insiders, particularmente en entornos empresariales donde empleados desleales filtran información sensible sobre retiros programados de efectivo, permitiendo a cómplices externos cronometrar intervenciones precisas sin necesidad de confrontaciones violentas. Este patrón, que ha registrado un incremento notable en los casos reportados durante el último trimestre, opera mediante un modus operandi sutil: el personal interno comparte datos confidenciales —fechas, montos y rutas de transporte— a través de canales encriptados o encuentros discretos, facilitando asaltos que simulan ser robos fortuitos pero que en realidad minimizan riesgos para los ejecutores, como en un reciente incidente en Tehuacán donde motoladrones despojaron 40 mil pesos a punta de pistola, aunque la mayoría de eventos capitalinos evitan el uso de armas para eludir agravantes penales. La respuesta institucional se estructura en investigaciones oportunas que distinguen autorobos de atracos genuinos mediante cruces de testimonios, análisis de CCTV bancario y perfiles psicológicos de las supuestas víctimas, promoviendo simultáneamente estrategias preventivas como el servicio gratuito de acompañamiento policial solicitables al 911 para traslados de alto valor, junto con exhortos a la discreción en operaciones financieras —evitar ostentación de bolsas o conversaciones telefónicas en ventanillas— y capacitaciones corporativas para detectar filtraciones internas. Este enfoque procesal, que transforma datos estadísticos en herramientas de disuasión, no solo desmantela redes endógenas de fraude sino que fortalece la confianza en el sistema bancario, recordando que en la era digital, la mayor amenaza a menudo reside no en extraños armados, sino en la erosión interna de la lealtad profesional. ***Redacción