Fuego en rojo: el malabarista que ardió en Tehuacán
Por Carlos Charis | 31 de mayo de 2025
Tenía el semáforo como escenario y la noche como cómplice.
Un par de antorchas, unos aplausos fugaces, y el sueño de juntar unas monedas antes de que el mundo volviera a acelerar. Así vivía. Así se ganaba la vida. Hasta que el fuego le ganó el truco.
Ocurrió en Tehuacán, en el cruce de la 2 Poniente y Héroe de Nacozari, donde las luces del alto se mezclan con la indiferencia y los escapes de los coches. Allí, un joven malabarista se prendió fuego mientras trabajaba. Literal. Una mala jugada con las llamas y su cuerpo ardió como si el destino tuviera prisa por cobrarle algo.
En segundos, el fuego se le trepó por la ropa como si tuviera rencor. Gritó, corrió, y algunos testigos intentaron ayudar. Otros solo grabaron. Así es esto.
Llegó Protección Civil. Le cortaron la ropa en plena calle para salvarle lo que se pudiera. El Heroico Cuerpo de Bomberos también llegó, junto con la policía. Pero las llamas ya habían hecho su trabajo sucio.
Lo subieron a una ambulancia. Rápido. Sin nombre, sin historia oficial. Solo un cuerpo quemado que alguna vez bailó con fuego por unos cuantos billetes arrugados.
El hospital lo recibió en estado grave. Las calles siguieron su curso. Verde. Amarillo. Rojo.
Y otro semáforo cambió, como si nada hubiera pasado.