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Cae “La Reina del Oriente”, pieza clave del narcomenudeo y las ejecuciones en la zona metropolitana de Puebla

 Cae “La Reina del Oriente”, pieza clave del narcomenudeo y las ejecuciones en la zona metropolitana de Puebla


Por José Herrera
27 de mayo de 2025

PUEBLA, Pue.— Después de años de impunidad y dominio territorial, la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó la detención de Dulce N., conocida en el submundo criminal como “La Reina del Oriente”, presunta responsable de al menos 21 ejecuciones, secuestros, distribución de droga y la operación de una red delictiva con fuerte presencia en el nororiente de Puebla capital y el municipio de Amozoc.

Dulce N. fue capturada en San Salvador Chachapa mientras circulaba en un vehículo Chrysler color beige con placas de San Luis Potosí. Iba armada y transportaba 106 envoltorios con posible droga, cinco cartuchos útiles calibre .223, dinero en efectivo y una báscula gramera. Su detención fue resultado de una operación de inteligencia que la ubicaba como objetivo prioritario del gobierno estatal.

Un liderazgo criminal femenino consolidado

La figura de La Reina del Oriente representa un caso atípico en la estructura del crimen organizado en Puebla: una mujer liderando células violentas, controlando rutas de droga y ordenando ejecuciones. La FGE la vincula directamente con homicidios masivos: los siete asesinatos en un picadero de Canoa, cuatro cuerpos desmembrados en Amozoc, cuatro víctimas más en el Mercado Morelos, cinco en Santa María Xonacatepec y un asesinato en Viveros del Valle.

Su red de distribución de drogas incluía colonias como Clavijero, Historiadores, Casa Blanca, Flor del Bosque, Santa Margarita y Chachapa, donde implementó un sistema logístico con vehículos rotulados y diversos negocios fachada —rosticerías, tortillerías, una cantina y un local de comida— para financiar su operación criminal y lavar dinero.

Conexiones dentro y fuera de prisión

Dulce N. es hermanastra de Héctor N., un narcomenudista preso en el penal de San Miguel, y mantiene vínculos con criminales de alta peligrosidad como El Grillo, El Masha y El Jabalí. De acuerdo con fuentes judiciales, habría tejido una estructura paralela de control territorial, aprovechando el vacío de poder que dejaron otras detenciones previas y la fragmentación de células criminales en Puebla tras la caída de líderes emblemáticos.

La Fiscalía sostiene que su detención debilita a varias bandas que operaban en el oriente de la capital, aunque hasta el momento no se ha confirmado si habrá cateos, aseguramientos u operativos adicionales contra sus cómplices o sus bienes.

Impunidad prolongada y fallas estructurales

“La Reina del Oriente” operó por años sin que su estructura fuera desmontada, pese a los constantes asesinatos en la región y a las denuncias ciudadanas sobre extorsiones y distribución de droga. Su captura revela lo que muchos analistas han denunciado: una institucionalidad débil, con capacidades reactivas, más que preventivas, donde las grandes detenciones llegan tarde, tras años de operación criminal consolidada.

Aunque el gobierno estatal ha presumido la detención como un “duro golpe al crimen organizado”, lo cierto es que la presencia territorial de su red permanece activa, con negocios y operadores aún funcionales. La pregunta es si, más allá de su aprehensión, el Estado podrá desmantelar la red completa y evitar que un nuevo liderazgo —masculino o femenino— ocupe su lugar.