
La mujer de 37 años acudió a un oftalmólogo por comezón y lagrimeo de los ojos, pero las fotos se han convertido en un fenómeno mundial porque sus iris poseen un extraño relieve, informa Live Science.
La directora de la Asociación Americana de Optometría, Andrea Thau, dijo que ya había visto a personas con alteraciones similares, aunque reconoció que nunca había visto un caso tan destacado.
Por lo pronto, los especialistas desconocen el origen de esta variación, pero sí saben que se trata de una característica innata que no supone ningún peligro para la salud. De hecho, la protagonista de esta historia ve perfectamente y sus síntomas eran consecuencia de una alergia.
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