
La mujer hace unos meses se encontraba postrada sobre un colchón y habĆa convertido una estancia del piso familiar en la mediterrĆ”nea AlejandrĆa en refugio y cĆ”rcel.
El pasado 10 de febrero la mujer voló por la compaƱĆa estatal egipcia EgyptAir con destino al hospital Saifee de Bombay, en la India.
“Iman estĆ” muy bien. Ha perdido mĆ”s de 120 kilos en tan sólo 26 dĆas”, contó vĆa telefónica al periódico el Mundo Shaima, la hermana de Iman.
“Hasta ahora no he hablado con ningĆŗn periodista por exigencias del hospital. Los mĆ©dicos estĆ”n muy sorprendidos por la pĆ©rdida de peso, que se corresponde a agua que permanecĆa encerrada en el cuerpo de mi hermana", explica la mujer.
Pero para cuidar a su hermana tuvo que renunciar a su empleo y separarse de su hija pequeƱa para emprender un viaje plagado de interrogantes.
“Hablo con mi hija a diario. La dejĆ© con mi madre. EstĆ” contenta y eso me alegra. AquĆ la vida no se detiene. Hay muchos asuntos de los que ocuparse y sólo somos dos chicas”, dice Shaima
La mujer el martes fue sometida a la primera de las cirugĆas. “Le realizamos una gastrectomĆa en manga laparoscópica [un procedimiento en el que se extirpa quirĆŗrgicamente una porción del estómago]. Se encuentra bien y ha regresado ya a su habitación”, comenta en exclusiva a El Mundo Muffazal Lakdawala, el cirujano indio que acudió a la desesperada llamada de socorro de los parientes de Iman y se ofreció a tratarla gratuitamente en su clĆnica de Bombay.
“El principal problema es que tenĆa muchos fluidos en su cuerpo. Hemos logrado reducirlos a travĆ©s de la medicación”, expresó el especialista.
“Nos ha sorprendido mucho. Nuestro pronóstico inicial era que perderĆa unos 50 kilos. Han sido muchos mĆ”s y estĆ” mucho mejor de que lo imaginamos”, contó el doctor.
¿Y en quĆ© consiste la dieta? “En realidad no ha comido nada. Sólo ha sido alimentada a travĆ©s de los tubos”, es lo expresado por el galeno al medio espaƱol y por ello los resultados ya han sido evidentes.
“AquĆ los mĆ©dicos saben lo que estĆ”n haciendo. Son muy cariƱosos. Yo a veces siento como si estuviera en otro planeta. La gente te trata con humanidad, sin importar tu procedencia o si eres pobre o rico”, expresó la hermana de la paciente.
Iman Ahmed Abdelati es una mujer egipcia y hace dos aƱos vive postrada en una cama. Su cuerpo estĆ” atrapado entre las sĆ”banas, y no puede hacer nada. Se la pasa el dĆa mirando el techo o la TV, porque pesa 500 kilos.
"Fue mi primera hija. Di a luz en casa. Al nacer ya nos dimos cuenta de que su peso no era normal. Sobrepasaba los cinco kilos y medio", rememora Um Iman, madre de la mujer postrada. "Cada vez que acudimos a ayudarla o que tenemos que cambiarla de posición es como desplazar un coche", se queja la anciana.
"Mis padres la llevaron a varios doctores. Descubrieron que tenĆa una disfunción endocrina y le recetaron un medicamento que empezó a tomar cuando apenas tenĆa un aƱo y medio", comenta Shaima, una ingeniera que sacrificó su trabajo para cuidar de su hermana.
Ni siquiera pudo terminar la primaria. "Hasta los 12 años -detalla- caminaba sin grandes dificultades. Luego las piernas empezaron a fallarle y comenzó a moverse por la casa con rodillas y manos. Hubo una temporada que con el ejercicio llegó a perder 50 kilos para sorpresa de los doctores que la examinaban".
Hace dos años la bÔscula se desbocó

Durante algĆŗn tiempo Iman siguió moviĆ©ndose por el hogar "reptando con el vientre" hasta que a principios de este aƱo una obstrucción linfĆ”tica suspendió sus Ćŗltimos y limitados movimientos. "Ahora pesa 500 kilos y no hay mĆ©dico que quiera venir a visitarla. Lo mĆ”ximo que hemos conseguido es que alguno acepte que, cuando tiene dolencias, le enviemos fotografĆas y nos recete el medicamento", agrega Shaima. Iman, colocada en un colchón sobre el suelo, asiente sin musitar palabra. "Habla poco pero, por ejemplo, cuando mi madre sale a comprar, la llama y le pide lo que necesita. Come muy poco. Al mediodĆa algo de pan, huevos o queso y no cena nunca".
"Los especialistas -admite Shaima- que la han visto confirman que es un caso excepcional no sólo en Egipto sino también fuera. Nadie entiende cómo puede sobrevivir con este peso".
El drama de Iman es una rareza en un paĆs de 90 millones de almas que, no obstante, en la Ćŗltima dĆ©cada ha pulverizado los registros sanitarios. SegĆŗn una encuesta de la Organización Mundial de la Salud, el 62,2% de los egipcios padece sobrepeso. De ellos, el 31,1% pueden ser catalogados como obesos.
Hastiada por la falta de ayuda, la familia de Iman reclamaba a las autoridades egipcias que se hicieran cargo de los cuidados de la treintaƱera hasta que una llamada desde la India se cruzó en su camino. "El caso llegó a oĆdos de un mĆ©dico indio que se puso en contacto con nosotros. Tras la ayuda de la ministra de Exteriores india, hemos conseguido visado para viajar a Bombay donde recibirĆ” tratamiento", replica feliz la hermana.
En declaraciones a la BBC, el cirujano hindĆŗ Muffazal Lakdawala explica que serĆ” sometida a una operación para reducir un peso que el facultativo achaca principalmente a un linfedema, un edema originado por la obstrucción en los canales linfĆ”ticos del organismo. "TendrĆ” que permanecer entre dos y tres meses en Bombay para la cirugĆa y el tratamiento, antes de regresar a casa, pero necesitarĆ” dos o tres aƱos para que el peso de su cuerpo baje de los 100 kilos". "Espero poder ayudarla pero no dirĆ© que estoy seguro porque serĆa una exageración", confiesa.
La repentina ayuda es un rayo de esperanza para su progenitora, cansada de librar batalla. "Es cada vez mĆ”s difĆcil moverla, cambiarla de ropa y curar las heridas que le ocasionan el peso y la falta de movimiento. Yo siento que no puedo hacer mĆ”s por socorrerla. Necesita atención continua. A veces pierde la consciencia y en otras ocasiones imagina cosas", murmura. Y agrega: "SueƱo con que algĆŗn dĆa pueda curarse y vuelva a caminar, como cualquier otra persona".