res contra uno: sangre en la Zaragoza
Por Carlos Charis
5 de mayo de 2025
En esta ciudad no necesitas que te lean el tarot para saber que vas a morir jodido. Sólo basta con salir a caminar con alguien que amas. Pregúntenle al militar que terminó con el pecho lleno de puñaladas un sábado de abril, allá por la colonia Ignacio Zaragoza. Lo mataron como a perro callejero, sin razón que valga más que la rabia y el alcohol. Le partieron el alma frente a su novia. Porque sí. Porque podían.
Ahora cayó uno: Víctor N. Le echaron el guante y lo vincularon por homicidio calificado y lesiones. Pero hay otros dos bastardos sueltos. Borrachos también, dicen. De esos que creen que la noche es suya sólo porque la calle les responde con silencio.
Lo atraparon y lo presentaron como si eso sirviera de algo. Como si volver a contar la historia le sacara filo al cuchillo. Pero no. La herida sigue abierta. El tipo de la SEDENA ya está en la tierra fría. Su mujer con la cara rota y el alma en pausa. Y tres cabrones que pensaron que era divertido acuchillar a un hombre con uniforme.
La calle 16 de septiembre no dice nada. Nunca dice nada. Las banquetas guardan secretos con sangre reseca. Todos siguen caminando sobre ellas. Todos miran al piso. Nadie pregunta por qué.
La Fiscalía dice que seguirá buscando a los otros dos. Pero la neta, la ciudad ya se tragó sus nombres. Y la muerte, como siempre, va ganando la apuesta.