Reynosa: calcinados por la música
Cinco músicos del Grupo Fugitivo fueron secuestrados, asesinados y quemados. La Fiscalía de Tamaulipas confirmó lo que ya temían sus familias.
Por José Herrera
REYNOSA, TAMAULIPAS — La música calló de golpe la noche del 25 de mayo. El Grupo Fugitivo —una banda regional con una agenda de presentaciones privadas en la frontera norte— se dirigía a un evento en la colonia Riveras del Río, al poniente de Reynosa. Nunca llegaron. Horas después, sus teléfonos dejaron de emitir señal. Días después, sus cuerpos fueron hallados calcinados.
La confirmación llegó este jueves 29 de mayo. El fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, anunció que los restos encontrados en un predio de la colonia Aquiles Serdán correspondían a los cinco músicos desaparecidos. La identificación se logró mediante pruebas genéticas y análisis forense. Las familias ya lo sabían. Desde la madrugada del lunes, cuando se les impidió reconocer los cuerpos, comenzaron a prepararse para lo peor.
Interceptados, ejecutados, calcinados
La cronología del crimen revela una operación planeada. La Fiscalía detalló que los músicos fueron interceptados alrededor de las 22:00 horas del domingo. Viajaban en una camioneta negra GMC, una de las tres que solían rentar para sus presentaciones. Iban al último evento del día.
Los interceptaron sujetos armados. Los bajaron. Los golpearon. Los desaparecieron.
Horas después, en un terreno baldío de la colonia Aquiles Serdán —a unos 12 kilómetros del sitio donde se les vio por última vez— vecinos reportaron una columna de humo espeso. Lo demás fue silencio.
Agentes de la Policía Investigadora y peritos forenses localizaron los restos calcinados dentro de una especie de fosa improvisada. En el lugar había residuos metálicos, llantas y restos de gasolina. La escena fue asegurada.
"Los Metros": una firma criminal
Según la investigación en curso, las nueve personas detenidas pertenecen a la célula de “Los Metros”, brazo operativo del Cártel del Golfo. Al momento de su captura portaban armas de fuego, radios de comunicación, chalecos tácticos y dos vehículos relacionados con el hecho.
“Creemos que se trató de una ejecución deliberada”, dijo el fiscal Barrios Mojica, sin dar detalles sobre el móvil. No está claro si los músicos fueron confundidos, si tocaban para un grupo rival o si fueron víctimas de extorsión. En Tamaulipas, donde la línea entre espectáculo y narcopolítica se difumina, todo puede ser posible.
La música como blanco
No es la primera vez que músicos son ejecutados en contextos relacionados con el crimen organizado. La lista es larga: K-Paz de la Sierra, Los Ciclones del Arroyo, Beto Quintanilla. A veces es por tocar "corridos prohibidos". Otras veces, por negarse a presentarse en fiestas privadas de capos locales. También están los casos en los que el narco controla la contratación de bandas para lavar dinero.
El Grupo Fugitivo no era famoso a nivel nacional, pero tenía una presencia constante en eventos privados de Reynosa, Río Bravo y Matamoros. Tocaban cumbias, rancheras, baladas. "Nunca hablaron de amenazas", dijo un familiar en entrevista. "Solo querían tocar".
La deuda del Estado
Las familias han exigido una investigación clara. Desde el principio, denunciaron que las autoridades minimizaron la desaparición. “Nos decían que a lo mejor se habían ido con mujeres, que estaban en fiesta”, dijo la hermana de uno de los músicos. “Pero nosotros sabíamos que algo malo había pasado”.
Organizaciones como el Colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas han señalado que la impunidad en el estado es estructural. “No se trata de casos aislados. Es el resultado de un Estado rebasado y cómplice. Hay redes de poder que protegen al crimen”, denunció una de sus voceras.
La cifra oficial de personas desaparecidas en Tamaulipas supera las 12 mil. Reynosa, por su parte, es una ciudad militarizada y al mismo tiempo ocupada por el crimen. “El gobierno ha cedido el control”, dice un exfuncionario local. “Aquí todo se sabe, pero nadie dice nada”.
Un silencio que duele
En redes sociales, colegas músicos han expresado su dolor. En lugar de homenajes, hay miedo. Varios grupos han cancelado presentaciones nocturnas. "Nos están matando", publicó un vocalista de Matamoros. "Y el gobierno solo da ruedas de prensa".
Los nombres de los cinco integrantes aún no se han hecho públicos oficialmente, por respeto a las familias. Pero sus rostros ya circulan en carteles de búsqueda, ahora obsoletos.
El Grupo Fugitivo ya no tocará más. La música que llevaron a fiestas y bailes terminó en cenizas, como ellos.