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Cronología del feminicidio de María Antonia N.

 Cronología del feminicidio de María Antonia N.

Asesinato planeado entre madre, hijo y sobrino

por José Herrera
31 de marzo, 2025
La tragedia comienza en la madrugada, cuando Mariana Rosete N. y Alberto Huerta N., madre e hijo, junto con su relación incestuosa, planean el asesinato de María Antonia N., la mujer de 64 años, con el objetivo de robarle más de 150,000 pesos en efectivo que supuestamente tenía escondidos.

Al caer la noche, la madre y su hijo/sobrino se encuentran en la casa de María Antonia, ubicada en la colonia Tepeyac. En este momento, la hija de la víctima, Mariana, prepara la escena del crimen, sabiendo que su madre confía en ella lo suficiente como para no sospechar nada. La dinámica familiar y la relación incestuosa entre Mariana y su sobrino, Alberto, se combinan en una mezcla peligrosa de manipulación y desesperación económica.

Hora incierta
Mariana y Alberto atacan a María Antonia. Utilizando fuerza física, los dos golpean a la mujer hasta dejarla incapacitada. Posteriormente, le colocan cinta adhesiva en la cabeza y parte del rostro, asfixiándola hasta la muerte. El móvil del crimen se vuelve claro: dinero.

Día siguiente, 1 de abril
La escena del crimen queda cuidadosamente "modificada". Mariana finge ser una víctima más. Llama a las autoridades, diciendo que desconocidos llegaron a la casa, les cubrieron la cabeza y robaron el dinero que su madre supuestamente había escondido. La mentira parece creíble, y las autoridades no sospechan nada al principio. Las pruebas iniciales parecen coincidir con una versión de un robo violento.

1 de abril - 30 de abril
Durante este mes, la Fiscalía realiza investigaciones iniciales. Sin embargo, todo sigue sin resolverse. La versión de Mariana se sostiene, pero la constante presión de la Fiscalía y las investigaciones comienzan a descubrir las grietas de la historia.

2 de mayo, 2025
Después de semanas de indagación, la Fiscalía General del Estado de Puebla detiene a los presuntos responsables del feminicidio:

  • Mariana Rosete N., hija de la víctima.

  • Alberto Huerta N., sobrino de la víctima y pareja sentimental de Mariana.

La Fiscalía revela que las pruebas forenses demuestran que María Antonia fue víctima de asfixia mecánica y golpes, desmintiendo la versión de Mariana. Los informes y las evidencias recogidas indican que la hija y el sobrino planearon meticulosamente el crimen.


Perfil psicológico de los responsables

Mariana Rosete N.

  • Edad: 42 años.

  • Relación con la víctima: Hija de la víctima.

  • Comportamiento: Mariana es una mujer que ha mostrado rasgos de manipulación a lo largo de su vida, al punto de involucrarse en una relación incestuosa con su sobrino, Alberto Huerta N. Su dependencia emocional y económica hacia él la llevaron a planear y ejecutar el crimen contra su propia madre. La aparente falsedad de su versión del crimen revela una falta de remordimiento y una capacidad para ocultar su verdadera naturaleza detrás de una fachada de víctima.

  • Motivación: La motivación detrás del crimen fue económica. Mariana y su sobrino sabían de la existencia de los 150,000 pesos y pensaron que matando a María Antonia podrían obtenerlos sin dejar rastro.

Alberto Huerta N.

  • Edad: 36 años.

  • Relación con la víctima: Sobrino y pareja sentimental de la hija de la víctima.

  • Comportamiento: Alberto se muestra como una figura secundaria en el crimen, pero su involucramiento y la relación incestuosa con Mariana lo colocan en una posición de control. Su participación activa en el asesinato y la planeación del robo lo posiciona como un individuo con una moral distorsionada y una total falta de empatía.

  • Motivación: Al igual que Mariana, su interés principal era obtener el dinero de la víctima. El hecho de que haya estado dispuesto a participar en un asesinato tan brutal, impulsado por una relación tóxica y por dinero, muestra una naturaleza fría y calculadora.

Conclusión
El caso de María Antonia N. no es solo una tragedia familiar, sino también un reflejo del desmoronamiento moral que puede ocurrir cuando las personas, atrapadas por la desesperación económica y relaciones disfuncionales, pierden cualquier sentido de humanidad. En este caso, lo que empezó como un intento de "robo perfecto" terminó por ser una manifestación cruda de lo que el hambre por el poder y el dinero pueden hacer en una familia.