Denuncia en redes sociales revela presuntas irregularidades en profesionales de la salud en Hospital Fifty Doctors, Puebla
María Fernanda, usuaria en la plataforma X (@backtoapril), denunció a varios profesionales de la salud que, presuntamente, ejercen sin contar con las acreditaciones necesarias en el Hospital Fifty Doctors, ubicado en Tlaxcalancingo, San Andrés Cholula, Puebla. Según la denuncia, algunos de estos individuos se presentan como psiquiatras o psicólogos con formación en universidades extranjeras, pero carecerían de cédula profesional o de la autenticidad de sus títulos.
Resultados de la Verificación en el Registro Nacional de Profesiones
La denuncia pública suscitó una revisión de los datos de los profesionales mencionados en el Registro Nacional de Profesiones (RNP). Uno de los señalados, el doctor Rodrigo Aquilino, aparece en el RNP con dos cédulas profesionales válidas: una como médico cirujano y otra en la especialidad de psiquiatría, ambas expedidas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esto lo faculta legalmente para emitir recetas médicas en su calidad de psiquiatra.
No obstante, la investigación también señala que Aquilino habría indicado haber completado estudios adicionales en el Centro de Rehabilitación del Hospital General de Massachusetts, aunque no se encontró la apostilla correspondiente que valide esta formación internacional en el RNP. Sin dicha apostilla, no hay pruebas que respalden formalmente su acreditación en ese centro estadounidense, lo cual podría implicar una falta de transparencia en la presentación de su formación profesional.
Caso de la doctora Marilyn Karina
La doctora Marilyn Karina es otro de los nombres señalados en la denuncia. Según el RNP, cuenta con títulos en distintas disciplinas: un doctorado en Psicología, una maestría en Criminalística y una licenciatura en Derecho, obtenidos de instituciones nacionales como la Escuela Libre de Psicología, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el Colegio Libre de Estudios Universitarios. Sin embargo, la doctora Karina no cuenta con el grado de médico, lo que significa que, bajo la ley mexicana, no tiene autorización para emitir recetas médicas ni ejercer como psiquiatra, aunque sí como psicóloga.
Al igual que en el caso del doctor Aquilino, en su perfil no se encontró una apostilla que valide los estudios supuestamente realizados en el Centro de Desórdenes Mentales de la Universidad de Oslo, los cuales se mencionan en la denuncia. Esto pone en duda la autenticidad de la formación extranjera que se le atribuye en redes sociales.
Implicaciones de la Denuncia
La denuncia de María Fernanda pone en evidencia una problemática en el ámbito de la salud en México: la presencia de profesionales que podrían estar atribuyéndose títulos o especializaciones que no les corresponden, lo cual compromete la confianza de los pacientes y la credibilidad del sistema de salud. A nivel legal, la posesión de una cédula profesional válida es un requisito indispensable para ejercer ciertas profesiones en el país, y para aquellos que se presentan como especialistas, es fundamental contar con todas las acreditaciones correspondientes.
Por su parte, la doctora Marilyn Karina está limitada a ejercer dentro de los parámetros de la psicología, mientras que el doctor Rodrigo Aquilino, si bien tiene autorización para la práctica médica y la especialidad en psiquiatría, podría necesitar proporcionar mayor claridad respecto a su supuesta formación adicional en el extranjero.
Repercusiones y Recomendaciones para el Público
Esta denuncia subraya la importancia de verificar las credenciales de los profesionales de la salud antes de comenzar un tratamiento. La consulta en el RNP es una herramienta accesible que permite corroborar la legitimidad de los títulos y especializaciones de aquellos en quienes se confía la salud mental y física de la población. Además, esta situación destaca la necesidad de medidas más estrictas para asegurar que los profesionales de la salud presenten títulos extranjeros válidos y debidamente apostillados para evitar malentendidos y proteger el bienestar de los pacientes.
Este caso podría desencadenar una revisión más estricta por parte de las autoridades sanitarias mexicanas respecto a las credenciales de profesionales con formación en el extranjero, así como fortalecer la regulación en hospitales y consultorios privados para asegurar que todos los pacientes reciban atención de especialistas legalmente autorizados.