El pasado 4 de octubre por la noche, autoridades encontraron un hombre acribillado con un tiro en la cabeza, el cual identificaron como Celestino Sandoval Gil, quien se desempeñaba como secretario del Comisariado Ejidal de San José Buena Vista, perteneciente al municipio de Ajalpan.
El cuerpo además de presentar un impacto de bala en la cabeza, tenía huellas de tortura.
De acuerdo con los primeros reportes, días antes del hallazgo, Sandoval Gil lo habían levantado sujetos desconocidos mientras se encontraba en el panteón de la comunidad de San José Buena Vista.
El cuerpo lo identificó por Mario Franco Barbosa, presidente del mismo Comisariado Ejidal, quien se encargó de informar a los familiares de la víctima para proceder con la identificación oficial.
Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer el móvil del crimen y no se tiene información sobre los responsables del homicidio.
Ejidatarios piden protección del Estado
Integrantes del Comisariado Ejidal de San José Buena Vista, en el municipio de Ajalpan, denunciaron públicamente ser víctimas de persecuciones, lo que ha dejado ya sin vida al secretario del comisariado, quien además fue torturado antes de su asesinato, así como los ataques a balazos en contra del tesorero y su presidente Mario Barbosa quien fuera candidato a la alcaldía de Ajalpan.
El propio dirigente, Mario Franco Barbosa dio a conocer que el pasado viernes por la noche, Celestino Sandoval, quien fungía como secretario del Comisariado, fue hallado sin vida con un disparo en la cabeza, su cuerpo fue encontrado en la comunidad de La Trinidad, tras haber sido secuestrado en el panteón de San José Buena Vista.
Mientras que el tesorero del Comisariado, Miguel Ángel Flores Mora, señaló haber sobrevivido a un intento de asesinato el pasado 8 de julio de este año, cuando dos individuos a bordo de una motocicleta le dispararon en cuatro ocasiones, aunque solo sufrió una herida leve en el brazo tras rosarle una de las balas.
Por su parte, Mario Franco Barbosa ha sido víctima de tres atentados en lo que va de este 2024. El primero ocurrió el 2 de febrero, cuando unos hombres intentaron dispararle desde un vehículo mientras transitaba por el camino a San José Buena Vista; sin embargo, el arma se atoró, lo que permitió a los agresores huir.
En un segundo hecho, ocurrió el 7 de abril, cuando Franco Barbosa, resultó herido en la mano izquierda tras ser atacado a metros de su casa, cuando se encontraba al interior de su vehículo, y en esta ocasión, a pesar de haber presentado una denuncia formal (carpeta FGEP FIMHomicidios-I0051322004), asegura que no ha habido avances en la investigación.
El último atentado ocurrió el 5 de agosto, cuando dos motosicarios le dispararon directamente a la cabeza cuando el hombre se encontraba afuera de su vivienda, aunque la bala solo rozó su oreja izquierda, causándole una lesión, nuevamente interpuso la denuncia en la cual se abrió otra carpeta de investigación (FIMTehuacán-10104012024), en la cual tampoco se han obtenido resultados.
Por lo anterior, ambas víctimas reconocieron que se habían negado inicialmente a presentar denuncias, argumentando que la Fiscalía del Estado de Puebla no responde con celeridad ante estos casos, a menos que las víctimas pierdan la vida.
Aunque Mario Franco Barbosa, decidió denunciar los hechos en dos ocasiones, el líder ejidal señaló que los avances en las investigaciones han sido prácticamente nulos, pues pese a que existen dos carpetas de investigación abiertas por homicidio en grado de tentativa ninguna ha logrado resultados concretos.
Ante la escalada de violencia, el dirigente solicitó protección a la Fiscalía, pero recibió como respuesta la necesidad de justificar nuevamente su solicitud de resguardo, a pesar de que las amenazas en su contra están documentadas.
Con el asesinato de Celestino Sandoval y el fin de su protección temporal el pasado 4 de octubre, Franco Barbosa solicitó al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que intervenga, exigiendo apoyo de la policía estatal para salvaguardar su vida.
El temor de los integrantes del Comisariado radica en que los ataques han sido perpetrados mayormente por motosicarios, lo que los hace sentir vulnerables y en constante peligro, por ello, el líder espera una respuesta pronta y efectiva de las autoridades para garantizar su seguridad.