Apuntes
de Septiembre
Septiembre enseña: de las crisis, la solidaridad; de
la historia las reformas.
Septiembre, mes de la patria, siempre ha sido retador para los
mexicanos. Sismos, inicio y consumación de la independencia. Este año se vivió
una tragedia en Iztapalapa, que sin duda pasará a los libros de historia. En
fin, septiembre siempre ha sido conflictivo, pero de estas crisis han surgido
buenos frutos: solidaridad en desastres naturales o accidentes provocados por
la imprudencia del hombre; coraje y sacrificio para iniciar la lucha por la
independencia; perseverancia para llegar a la meta, y generosidad para ceder,
en específico en la consumación de la independencia.
Esta semana en particular es como la “Semana Mayor” o la “Navidad”
de nuestro país: celebramos el inicio de las ideas independentistas. Siempre he
creído que hay héroes olvidados, como Ignacio López Rayón, quien escribió los
Elementos Constitucionales, base de la Constitución de Apatzingán del
Generalísimo Morelos. Fue de los primeros en pensar en un México independiente.
La historia oficial, en el México donde se creó, necesitaba
dotarnos de identidad, y eso sin duda nos lo dieron los caudillos y héroes
comunes. Llegamos incluso al extremo de hacer una especie de “santoral patrio”.
Tampoco estoy de acuerdo con ese intento de secularizar el pensamiento de las
familias mexicanas. Creo que hoy tenemos suficiente madurez como nación para
ver a los personajes de carne y hueso. Sin idolatrías.
Desde otra óptica, alejada de las categorías de izquierdas y
derechas, creo que podemos leer nuestra historia como una disputa entre
reformistas y conservadores. Los reformistas, como Juárez o Carranza, al final
siempre lograron avanzar y pudieron escribir la historia; desafortunadamente
después entramos en distintos períodos donde el statu quo se enraizó y fue
necesario que llegaran nuevas generaciones a reformar lo establecido.
Es de celebrarse a los gobiernos municipales o estatales que le
apuestan al reformismo. Por ejemplo, el gobierno de Texmelucan, que la semana
pasada aprobó reformas al reglamento del mercado Domingo Arenas, publicadas en
2020. Dicho reglamento fue reformado en 2023 por el cabildo, escuchando a los
locatarios en asamblea, justo antes de su remodelación. Esto no me lo contaron:
lo viví en primera fila. Qué bueno que en 2025 se vuelva a revisar el
reglamento y se hagan los cambios necesarios. Los documentos son perfectibles,
y el derecho debe ser dinámico. La sociedad cambia día a día, y el marco
jurídico debe adaptarse constantemente a la realidad. Felicito a todos los que
participaron en estas modificaciones.
Apunte al aire
Que si son prepotentes, que si se van de vacaciones, que si usan
tal o cual reloj, que si comen en cierto lugar, que si vuelan, que si hacen
algún desplante… En fin. Los servidores públicos son personas. Sí, de carne y
hueso. Siempre lo he dicho: no son de Marte, son nuestros vecinos, compañeros
de generación o incluso de vida. Aunque claro que debemos afirmar que la
prudencia debe de imperar en su comportamiento, sobre todo cuando hay errores.
Sus yerros y sus virtudes son fruto de la sociedad misma. A veces
creo que nos distraemos con la forma (aunque digan que es fondo). Como decía mi
maestro Carlos Abascal: “el fondo es fondo y la forma es forma”. Lo que debemos
observar con atención es el fondo.
De sus errores, lo importante es que se acepten. Cuando eso
ocurre, se abre la oportunidad de mejorar. El conflicto nos hace más fuertes,
nos da la posibilidad de reconstruirnos y aprender de lo vivido.
Esas son las luchas internas que te hacen mejor persona, y siempre
lo he sostenido: para ser mejor político —y en lo que sea— primero hay que ser
mejor persona.
