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Tlatlauquitepec bajo asedio: violencia familiar y omisión institucional con Juan Manuel Téllez al frente

 Tlatlauquitepec bajo asedio: violencia familiar y omisión institucional con Juan Manuel Téllez al frente


Por José Herrera | 12 de junio de 2025

La postal idílica del “Pueblo Mágico” se resquebraja entre estadísticas y silencios. En los primeros cinco meses de 2025, Tlatlauquitepec registró un incremento del 7.02% en la incidencia delictiva, según datos de la Fiscalía General del Estado de Puebla. Pero más allá de las cifras, el aumento de la violencia familiar, el subregistro de feminicidios y la inercia del edil Juan Manuel Téllez exhiben un gobierno que administra la inseguridad con resignación y complicidad.

Bajo su gestión, el municipio ha dejado de ser un sitio de retiro apacible para convertirse en escenario de violencia doméstica, amenazas, robos y hasta homicidios. El espejo de la impunidad se refleja en las 198 denuncias interpuestas de enero a mayo de este año. En 2024, durante el mismo periodo, hubo menos carpetas: hoy, con más presupuesto y menos resultados, el ayuntamiento opta por el mutismo.

La casa arde… y nadie interviene

El delito con mayor incidencia es, con diferencia, la violencia familiar. En lo que va del año, se han registrado 70 denuncias, es decir, 13 más que en 2024. Pero detrás de las carpetas, hay rostros, llantos y cuerpos golpeados en silencio. Mayo fue el mes más violento, con 22 casos reportados. El patrón no es nuevo: el mismo mes del año pasado lideró los reportes. A pesar de ello, el gobierno municipal ha sido omiso en diseñar políticas públicas eficaces de prevención, contención o atención.

La maquinaria institucional no solo falla: parece desmantelada. Mientras el número de víctimas crece, la Coordinación Municipal de Igualdad Sustantiva apenas sobrevive con personal insuficiente y presupuesto raquítico. Los refugios, las campañas de prevención y la atención psicológica o jurídica son inexistentes. El gobierno de Juan Manuel Téllez simplemente ha optado por mirar a otro lado.

Amenazas, robos y homicidios: un patrón ascendente

Los delitos no se reducen al ámbito doméstico. En lo que va de 2025, la Fiscalía contabiliza 21 denuncias por amenazas, frente a las 13 del mismo periodo del año anterior. La cifra sugiere un ambiente de hostilidad que crece al amparo de la inacción oficial.

En el caso de robo de vehículos, el aumento también es evidente: de 6 casos en 2024 se pasó a 9 en 2025, una cifra aparentemente baja, pero preocupante para un municipio donde el parque vehicular está dominado por particulares de bajo perfil económico.

El área más sensible es, sin duda, la de homicidios. En los primeros cinco meses del año hubo un asesinato doloso, perpetrado con arma blanca en marzo, y cinco homicidios culposos, todos vinculados a accidentes viales. Pero el caso más alarmante es el de un feminicidio no documentado por la prensa local, ocurrido a inicios de año. Según la Fiscalía, se trató de un asesinato con un objeto no especificado. ¿Dónde estaban las autoridades? ¿Por qué el silencio mediático? ¿Qué papel jugó el gobierno municipal?

Entre simulación y maquillaje

Juan Manuel Téllez ha optado por un estilo de gobierno que mezcla la negación, la estadística plana y el desdén por las víctimas. El aumento en la incidencia delictiva es apenas la punta del iceberg. Detrás están los programas sociales maquillados, las estrategias de seguridad desarticuladas y una narrativa oficial que insiste en presentar a Tlatlauquitepec como un “Pueblo Mágico”, aunque la magia se haya esfumado entre gritos, denuncias y lápidas.

En los próximos meses, la administración tendrá que responder no solo a la creciente criminalidad, sino también al desprestigio moral de haber permitido —por acción u omisión— que el miedo y la impunidad se volvieran parte del paisaje.

Porque mientras el gobierno presume festivales, obras menores y certificaciones de turismo, la gente vive atrapada entre la violencia cotidiana y la indiferencia institucional.