Ejecutado mientras comía: ataque directo en el tianguis de Texmelucan.
La violencia volvió a irrumpir con brutalidad en uno de los centros comerciales más importantes de la región. Un hombre fue ejecutado la noche de este lunes mientras comía en un puesto de alimentos ubicado dentro del tianguis de San Martín Texmelucan, Puebla. El ataque fue directo, certero y dejó al descubierto, una vez más, la fragilidad de la seguridad en espacios públicos.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 21:30 horas, en inmediaciones de la carretera federal Texmelucan-Tlaxcala, específicamente en la zona del semáforo de la junta auxiliar de San Lucas Atoyatenco, junto a la central camionera. De acuerdo con testimonios de comerciantes, se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, lo que generó pánico entre clientes y locatarios.
Cuando las unidades de emergencia y corporaciones de seguridad arribaron al sitio, encontraron a un hombre sin signos vitales dentro de un puesto de comida. Pese a la llegada de socorristas, la víctima ya había fallecido, según confirmaron fuentes policiales.
❗ Un crimen a plena vista
Elementos de la Policía Municipal, la Marina y la Guardia Nacional acordonaron el lugar, a la espera de que peritos de la Fiscalía General del Estado de Puebla realizaran las diligencias correspondientes y el levantamiento del cuerpo.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado la identidad de la víctima ni si contaba con antecedentes o vínculos con algún grupo delictivo. Sin embargo, de manera preliminar, se presume que se trató de un ataque directo perpetrado por al menos un agresor que se dio a la fuga sin ser detenido.
📌 Inseguridad en mercados: una constante desatendida
El tianguis de Texmelucan, considerado uno de los más grandes del estado, ha sido escenario de hechos violentos de forma recurrente: balaceras, robos, riñas y cateos relacionados con comercio ilegal. A pesar de operativos esporádicos, la zona sigue siendo un foco rojo donde el crimen se entrelaza con la economía informal.
Mientras la Secretaría de Seguridad Pública guarda silencio, los homicidios se multiplican. Comer en un puesto callejero en Puebla ya no es sólo un acto cotidiano: es, también, un riesgo.