Reynosa: Hallan cinco cadáveres calcinados; podrían ser los músicos desaparecidos de Grupo Fugitivo
REYNOSA, TAMAULIPAS.— La violencia no cesa ni da tregua en Tamaulipas. Este miércoles 28 de mayo, cinco cuerpos calcinados fueron encontrados en un paraje desolado del municipio de Reynosa, en las inmediaciones de un rancho abandonado. La Fiscalía estatal investiga si se trata de los cinco integrantes desaparecidos de “Grupo Fugitivo”, banda musical de cumbia regional que se perdió tras una presentación en un bar local.
Los cadáveres, hallados en avanzado estado de carbonización, fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para su análisis y eventual identificación genética. Ninguno de los cuerpos fue localizado con documentos o pertenencias reconocibles, según confirmaron peritos del lugar. El nivel de incineración sugiere el uso de combustibles industriales o un horno improvisado para la desaparición de evidencia.
La posibilidad de que se trate de los músicos desaparecidos ha sacudido tanto a la escena musical del norte del país como a las familias de las víctimas, que desde el pasado 25 de mayo denunciaron públicamente la inacción de las autoridades tras su desaparición.
La última presentación: “Estaban contentos”
Francisco Javier Vázquez, Nemesio Antonio Durán, Liván Solís, Víctor Manuel Garza y José Francisco Morales —todos músicos de la agrupación conocida como Grupo Fugitivo— fueron vistos por última vez el domingo 25 de mayo, luego de presentarse en un bar en Reynosa, una ciudad marcada por la guerra entre facciones del crimen organizado, extorsiones a negocios y desapariciones forzadas.
Testigos aseguran que los cinco integrantes salieron juntos del bar cerca de la medianoche, a bordo de una camioneta blanca que usaban para trasladar sus instrumentos. Desde entonces, sus teléfonos dejaron de tener señal y no se supo más de ellos. La denuncia fue interpuesta por familiares la mañana del lunes, pero la ficha de búsqueda oficial se emitió casi 36 horas después, tiempo crítico en contextos de desaparición forzada.
Música y crimen: territorio en disputa
La desaparición y posible ejecución de los músicos ha vuelto a poner el foco sobre el control territorial que ejercen cárteles de la droga en la región fronteriza, especialmente en Reynosa, Matamoros y Miguel Alemán, donde grupos como el Cártel del Golfo y escisiones del Cártel del Noreste mantienen una guerra por rutas de trasiego, extorsión y “derecho de piso”.
Fuentes extraoficiales no descartan que la agrupación haya sido víctima colateral de una disputa entre células locales, o incluso que uno de sus miembros haya sido señalado por vínculos personales con miembros de una facción rival, hipótesis que ya es investigada por la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS).
Organizaciones civiles como el Colectivo de Familias Desaparecidas de Tamaulipas denunciaron la falta de protocolos de búsqueda inmediatos, y recordaron que “no es la primera vez que músicos o artistas populares se convierten en blanco del crimen organizado o terminan en medio de ajustes de cuentas”.
Identificación genética en proceso
La Fiscalía de Tamaulipas confirmó en un breve comunicado que los cuerpos hallados fueron trasladados al SEMEFO de Reynosa, y que se realizarán pruebas de ADN en colaboración con peritos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y expertos independientes.
Fuentes cercanas al proceso indicaron que ya se han tomado muestras genéticas a los familiares directos de los cinco desaparecidos, y se espera que los resultados estén listos en las próximas 72 horas.
Mientras tanto, el rancho donde fueron localizados los restos fue resguardado por elementos de la Guardia Estatal y el Ejército, quienes encontraron restos de cenizas, tambores metálicos, bidones de gasolina y un horno rudimentario, que podría haber sido utilizado para calcinar los cuerpos. Se presume que el lugar ha sido usado en otras ocasiones para deshacerse de víctimas.
Impunidad sistemática
Desde 2006 a la fecha, más de 12 mil personas han desaparecido en Tamaulipas, y miles de restos óseos han sido hallados en fosas clandestinas sin identificar. A pesar de la intervención federal en múltiples ocasiones, la impunidad sigue siendo la constante, y casos como el de los músicos de Grupo Fugitivo solo suman nuevas cifras a una tragedia estructural.
“Los desaparecieron por cantar, por estar en el lugar y la hora equivocada. O tal vez por nada. Aquí la vida vale lo que un mensaje de WhatsApp o una mirada equivocada”, dijo, entre lágrimas, la madre de uno de los músicos, afuera del SEMEFO.
Los cuerpos calcinados aún no tienen nombre. Las familias esperan que la ciencia forense haga lo que la justicia no ha podido: restituir la identidad a los desaparecidos, aunque sea para enterrarlos.