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Ayotoxco, el puente que nunca conectó pero sí colapsó las finanzas

Crónicas de la Podredumbre Municipal (IX): Ayotoxco, el puente que nunca conectó pero sí colapsó las finanzas

Por Carlos Charis
13 de mayo de 2025

Ayotoxco de Guerrero, un municipio poblano rodeado de cafetales, barrancas y caminos rurales, amaneció en 2023 con una promesa de infraestructura que parecía un milagro: un puente vehicular de concreto armado sobre el río Apulco, en la comunidad de Huehuetán, con una inversión superior a 6 millones 850 mil pesos.

Según la administración municipal encabezada por la alcaldesa Leticia Jiménez Romero, el puente formaba parte del “Plan Estratégico de Conectividad Intercomunitaria” y permitiría reducir en 40 minutos el tiempo de traslado hacia la cabecera municipal. El expediente técnico se llenó de cifras, gráficos y hasta renders en 3D con campesinos cruzando felices por la nueva estructura.

Pero en Ayotoxco, la imaginación se construye más rápido que el concreto.

La Auditoría Superior del Estado, en su revisión a la cuenta pública 2023, encontró que el puente nunca fue construido. Lo que existe en el sitio es un terraplén de grava suelta, dos bases de cemento mal fraguado y unos pilotes expuestos que terminan abruptamente en el vacío. Ni varillas, ni viguetas, ni estructura superior. Nada.

Las facturas sí existen. Aparecen pagos completos por la cimentación profunda, la superestructura, el revestimiento, la señalética e incluso por una placa conmemorativa que jamás fue colocada.

Más grave aún: la empresa adjudicada fue “Constructora Mirasoles SA de CV”, creada en junio de 2022 por el primo del esposo de la alcaldesa. Con apenas un mes de existencia al momento del contrato, la firma no tenía maquinaria registrada, ni empleados permanentes, ni domicilio fiscal localizable. Operó únicamente para esa obra.

Los vecinos, desesperados por el paso de ambulancias, transporte de cosechas y servicios médicos, improvisaron un vado con llantas y madera, que se inunda cada que llueve.

“Nos dijeron que el puente ya estaba, que si no lo veíamos era porque no teníamos visión de futuro”, ironiza doña Irma, ejidataria afectada por el aislamiento.
“Lo único que conectaron fue su cuenta bancaria con la tesorería”, lanza don Margarito, transportista que perdió su unidad al intentar cruzar el río en temporada de crecida.

La ASE promovió cinco observaciones graves, incluyendo simulación de obra, uso de facturación apócrifa, conflicto de interés y daño patrimonial. Hasta hoy, no se ha iniciado ningún proceso penal, aunque el expediente fue remitido a la Fiscalía Anticorrupción de Puebla.

Mientras tanto, el puente de Huehuetán sigue existiendo... en los planos y en el discurso oficial. En el terreno, solo hay promesas oxidadas, concreto hueco y un abismo —literal y simbólico— entre el gobierno municipal y su gente.