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Teoría de conspiración en la muerte de Barbosa

 Para el médico cardiólogo Juan Carlos Pérez Alva en la inesperada muerte del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta hubo síntomas que no se atendieron de manera oportuna, con lo que pudo evitarse el infarto que le quitó la vida, y errores logísticos desafortunados como haberlo llevado al Hospital de Traumatología y Ortopedia y no al Hospital General del Sur, que cuenta con una unidad especializada en cardiología.


15 de diciembre de 2022

El fundador del Código Infarto, un protocolo médico y una app creada para prevenir daños cardiovasculares y problemas cardiacos coronarios, subió a sus redes sociales un video que ya tiene más 60 mil visualizaciones, en el que se muestra cómo, el domingo, durante la entrega de patrullas a presidentes municipales el gobernador Barbosa se quejó de dolores en el brazo y mano izquierdas que anticipaban un posible ataque al miocardio.

El especialista indicó que haber trasladado al gobernador de su casa al Hospital de Traumatología y Ortopedia, situado sobre la autopista México-Puebla, no fue el protocolo correcto para un paciente con infarto. Lo mejor hubiera sido llevarlo al Hospital General del Sur, ya que la distancia entre su casa y este último no es realmente lejana.

Integrante del Instituto Cardiovascular de Puebla, Juan Carlos Pérez Alva dijo que la diabetes es la causa número uno de problemas cardiovasculares, y la mayor parte de diabéticos que fallecen, lo hacen por un evento cardiovascular, por lo que resulta sorprendente el que aparentemente nadie haya tomado cartas en el asunto para practicarle un estudio profundo de cardiología, antes y después del dolor del brazo izquierdo. Ese dolor era un aviso de que las arterias coronarias estaban enfermas, indicó el médico.

En otro video, publicado antes del deceso del Ejecutivo estatal, el médico comentó que existen estudios que demuestran que un paciente tiene mayores probabilidades de sobrevivir si es trasladado para un cateterismo cardiaco, siempre y cuando la distancia no sea mayor de 200 kilómetros, aproximadamente una hora u hora y media de camino, y expresó que, en este caso, el traslado en helicóptero del gobernador, sin la atención adecuada, ralentizó el proceso de auxilio.

En ese sentido, el también creador de contenido con más de 54 mil seguidores en Instagram y 32 mil en Facebook, indicó que la supervivencia de las personas con infarto depende de la calidad de las maniobras de reanimación cardiaca inmediatas y del traslado a un centro capacitado.

Resaltó que el estado cuenta con diversos mecanismos de atención para enfermos cardiovasculares como el Código Infarto, el cual instruye una rápida respuesta de los sistemas de emergencia médica para actuar en consecuencia y para que se realicen cateterismos que desobstruyan las arterias tapadas.

Entre éstos resaltó el robot reanimador Lucas, un dispositivo que asegura maniobras seguras para compresión cardiovascular, lo cual pudo haber ayudado a una reanimación adecuada, así como el sistema de Circulación Extracorpórea, en el cual los pacientes se conectan a un corazón artificial.

Si alguno de estos instrumentos hubiera sido utilizado, enfatizó, podría haberse ganado más tiempo para trasladar al gobernador a una sala de cateterismo y destacó que en Puebla hay 10 de estas distribuidas en distintos puntos del territorio.

Finalmente reflexionó que los sistemas de salud son realmente complejos y pueden llegar a ser no tan efectivos, sobre todo cuando se tienen carencias y no se siguen los protocolos existentes. Sin embargo, en una escena tan compleja, indicó que se puede nublar en sentido común y se pueden tomar decisiones equivocadas.