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Investigan en México adicción a videojuegos

 Las alarmas se encendieron cuando en octubre pasado las autoridades mexicanas rescataron a tres niños oaxaqueños que habían sido reclutados por delincuentes a través del videojuego Free Fire. Desde ese momento el gobierno federal puso la mira en los títulos que son utilizados por grupos criminales para atraer a menores de edad.


La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que juegos como Grand Theft Auto (GTA), Fortnite y Call of Duty han servido para contactar de forma virtual a los menores. Los sicarios crean usuarios o grupos con nombres que el algoritmo no sanciona, como “CJNG”, “sicai0s” o “c4art3l”.

Para las próximas semanas se tiene planeada una campaña que busca informar a la población sobre los riesgos de los videojuegos por adicción a ellos y  como medio de reclutamiento de grupos delictivos, así lo mencionó el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, en la conferencia mañanera del 18 de enero.

Más allá de un trabajo informativo, se busca evitar el contacto directo entre delincuentes y narcotraficantes con menores de edad utilizando los videojuegos. Esta semana la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez, pidió a los senadores de Morena apoyar una propuesta para tipificar la venta de títulos violentos a niños y niñas.

“Proponemos realizar reformas en materia penal para tipificar la venta a menores de edad de videojuegos que realicen apología a la violencia y el delito, así como aquellos que tengan contenido sobre consumo de drogas”, comentó.

Durante la VIII Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario de Morena, agregó que existe un vacío legal para menores víctimas del reclutamiento forzado en redes sociales, plataformas digitales y videojuegos.

Apenas en mayo de 2021 entraron en vigor los Lineamientos Generales del Sistema Mexicano de Equivalencias de Clasificación de Contenidos de Videojuegos, los cuales tienen el propósito de crear parámetros “específicos que ayuden a realizar una adecuada categorización del contenido de los mismos”.

Las clasificaciones C y D están catalogadas únicamente para mayores de edad, ya que pueden contener violencia intensa, escenas sexuales gráficas o lenguaje altisonante. Por ello la adquisición de estos títulos debe hacerse únicamente con la presentación de una identificación oficial. 

De esta forma “tanto padres y madres de familia o tutores, en conjunto con el Estado tienen la obligación de crear un ambiente favorable para el desarrollo integral de la personalidad de niñas, niños y adolescentes”, cita el documento.