Aparte de los daños evidentes que causa una guerra en cuanto a víctimas humanas y destrucción de todo lo que encuentra a su paso, las secuelas son igual de malas. Los países tardan en recuperarse y, mientras tanto, la gente tiene que arreglárselas para sobrevivir. La mujer de la foto no podía alimentar a sus 4 hijos y el quinto estaba en camino, así que los puso a la venta. Si se puede confiar en las fuentes, en realidad los vendió durante el periodo de dos años, incluido el bebé recién nacido.