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La Colonia La Paz en Puebla

 La Paz quizá sea la colonia más icónica de Puebla. Fue fundada en 1931 en uno de los cerros más vistosos de Angelópolis, el de San Juan. Desde su concepción, se pensó como una colonia residencial para las familias acomodadas poblanas. Sin embargo, además de empresarios y políticos, a esta zona también llegaron a vivir familias de ascendencia libanesa o española. En las faltas se asentaron familias provenientes de Veracruz.

En medio de un ambiente tranquilo, decenas de familias forjaron en esta colonia de Puebla sus propias historias. Dieron identidad a las calles, los jardines y la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón que se levanta en lo más alto del cerro. Algunos también la conocen como la Iglesia del Cielo.

La Paz se fundó en terrenos del Rancho San Juan, que era propiedad del doctor Isaac del Río. Otros de los terrenos, ubicados en la parte alta del cerro, en el tramo que va de La Paz a Reforma, le fueron expropiados a Cementos Atoyac S.A. para la prolongación de la Avenida Juárez. En 1949, esta colonia de Puebla comenzó a promoverse.

La empresa Fraccionamientos de Puebla fue la encargada de la promoción. Vendían a La Paz como la futura ciudad jardín y la mejor colonia de Puebla. Atrajeron a muchas familias con la idea de que ésta contaba con a mejor urbanización y precios bajos. Además, los lotes se ofrecían a crédito de cinco años y la garantía de exención del predial durante diez años. Lo cierto es que la estructura de la colonia rompió esquemas, ya que fue la primera que vendió lotes de hasta mil metros cuadrados.

En las décadas de 1950 y 1960 el Paseo Bravo, Avenida Juárez y La Paz configuraron el conjunto ideal para la clase alta poblana. Sin embargo, perdió gran parte de su potencial durante las décadas venideras. Fue a partir de los años noventa que la zona se volvió a recuperar con el potencial gastronómico de restaurantes y agencias de autos.

De acuerdo con testimonios de vecinos que llevan ahí toda una vida, La Paz fue la primera colonia de Puebla que tuvo el pavimento de concreto armado. Cuentan que sus calles eran tranquilas, llenas de niños jugando, sin tránsito y con uno que otro negocio familias como pastelerías, tiendas de abarrotes y chocolaterías. La gente paseaba por las calles sin miedo a nada, pues todos se conocían.


Hoy, La Paz sigue su curso en la historia entre mansiones convertidas en restaurantes y avenidas decoradas con arboledas. Aunque ya está considerada como una zona comercial de lujo, sigue siendo una zona predilecta y de gran valor para quienes viven aquí.