Las autoridades chinas han dictaminado que los culpables de la alta suma de malversación o soborno ahora que podrían ser ejecutadas. La medida es parte de la campaña contra la corrupción de China, pero el castigo será obligatorio.
El Tribunal Popular Supremo de China y la Fiscalía del Estado instauraron la pena de muerte a líderes corruptos que malversen o reciban sobornos superiores a los 463 mil dólares.
La medida entrará en vigor desde la publicación y supone una revisión del Código Penal de 2015 donde no se estipulaban las cantidades exactas para justificar o no su aplicación.
Si el acusado confiesa el delito o devuelve el dinero malversado, la pena capital se suspendería por dos años y en los hechos, significaría la conmutación por cadena perpetua, que es la condena habitual para los casos de corrupción en el país.
Adicionalmente, los altos cargos pueden ser juzgados por complicidad de no denunciar la corrupción de colegas cercanos, incluso si estos forman parte de su familia.
Los funcionarios que sean declarados culpables de tales “casos de extrema gravedad” serán elegibles para la pena si sus acciones “causaron impacto social extremadamente vil y pérdidas muy significativas para el estado de y los intereses del pueblo”, la agencia de noticias china Xinhua citó su conjunto “explicación judicial “por el diario.