12 de Febrero. Obligados a matar, luchar, disparar armas, no sentir miedo ni dolor. Obligados a abandonar de golpe la vida de los niños que son. Su juguete son pistolas, ametralladoras o machetes. El uso de niños soldados en conflictos en el mundo sigue siendo una de las grandes lacras de la sociedad.
Las ONGs denuncian que alrededor de 300.000 niños y niñas están reclutados en algún tipo de conflicto armado, una cifra que no baja desde hace algunos años a pesar del incansable trabajo de las organizaciones en el terreno.

Del Campo comenta que "los niños soldado no deben recordarse una vez al año", algo que asegura que es lo que pasa en la actualidad.



Muchos niños se unen a las guerras de sus países por dinero o por venganza. Cuando un grupo armada mata a una familia, una madre o un padre un tío,... el niño necesita una venganza en su forma más primitiva y no duda en unirse al grupo que los combaten.
“No todos los casos son de menores reclutados a la fuerza. Existen otros factores que pueden influir para que un niño o una niña se unan a un grupo armado de manera ‘voluntaria’. En algunos países, unirse a un grupo armado se ve como una salida a situaciones de pobreza extrema, con limitadas oportunidades de empleo y situaciones de inseguridad, en las que la milicia puede proporcionar protección, comida y una familia sustituta”, indicaron las ONG.

Rentables: cobran poco, no tienen miedo y son manipulables
¿Por qué utilizan a niños en los conflictos armados? Del Campo lo resume en una sola palabra: son rentables.
“Además de cobrar poco, mucho menos que los adultos, son muy manipulables, obedientes y normalmente no son una amenaza para los altos cargos del grupo armada”, explica el experto de Save The Children.
Los menores no ven el peligro en la lucha. Son los primeros en avanzar en un combate, en primera línea. Si mueren, hay más niños que reclutar. Una cruel realidad que lamenta del Campo y que es muy difícil acabar con ella.
El experto añade que son grandes espías y que son muy valiosos para los servicios de inteligencia de muchos países porque "pasan desapercibidos, no se les ve como amenaza entre los adultos".

Asegurar un futuro para los pequeños soldados

Aunque fundamentalmente son usadas como esclavas sexuales y en matrimonios forzados, las niñas también son adiestradas para la guerra, llevar armas y participar activamente en los conflictos armados.
Valeria Méndez de Vigo, responsable del departamento de Relaciones Internacionales de Entreculturas, asegura que un "40% de los niños reclutados son niñas". Además de participar en todo lo que hacen los varons, también son violadas y sufren toda clase de abusos sexuales y matrimonios forzosos.
Cristal tenía 16 años cuando se unió al grupo armado de Seleka, en la República Centroafricana, después de que se llevaran detenido y maltrataran a su hermano mayor. Su función era la de supervisar los vehículos y recaudar dinero en un puesto de control. “Eran los hombres armados quienes dominaban aquí y yo decidí unirme a ellos para defender mi familia. Si no me unía, no hubieran liberado a mi hermano mayor”, explica.