En medio del proceso de selección para designar al nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE) de Puebla, han surgido voces que aseguran que Juan Carlos Moreno Valle Abdala estaría impedido de participar por no cumplir con los requisitos establecidos en la convocatoria emitida por el Congreso local. Tales afirmaciones, ampliamente difundidas en algunos medios y redes sociales, parten de una lectura incompleta y errónea de la norma. La Base Segunda, punto 4, de dicha convocatoria prohíbe haber sido, durante los tres años anteriores al nombramiento, titular de alguna dependencia o entidad del gobierno estatal o federal, entre otros cargos de alto nivel político o ejecutivo; sin embargo, la misma disposición incluye una excepción explícita y contundente: quedan exceptuados quienes hayan desempeñado funciones en "los órganos responsables del control interno".
Esta salvedad no es un detalle menor, sino una previsión deliberada para permitir que profesionales con experiencia directa en fiscalización y supervisión interna del gobierno puedan aspirar al cargo de auditor superior sin que se les castigue por haber trabajado precisamente en tareas de control y rendición de cuentas.Juan Carlos Moreno Valle Abdala ocupó, hasta diciembre de 2024, la titularidad de la Secretaría de la Función Pública del Estado de Puebla —actualmente denominada Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno—, dependencia que, conforme a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado y a la propia Ley del Sistema Estatal Anticorrupción, es el órgano interno de control del Poder Ejecutivo. Su función principal era, justamente, vigilar el correcto ejercicio de los recursos públicos, investigar irregularidades administrativas y sancionar faltas de servidores públicos, labores que guardan una evidente continuidad con las atribuciones de la ASE.
Al encontrarse amparado por la excepción prevista en la convocatoria, su paso por dicha secretaría no constituye impedimento alguno; por el contrario, refuerza su perfil como un funcionario con conocimiento profundo del funcionamiento interno del gobierno estatal y de los mecanismos de fiscalización, experiencia que difícilmente podría adquirirse fuera de estos espacios de control.
Lejos de representar un obstáculo, la trayectoria de Moreno Valle Abdala lo posiciona como uno de los aspirantes mejor preparados: cuenta con más de doce años de servicio en áreas de auditoría y control, fue auditor especial en la propia ASE entre 2011 y 2019, posee certificaciones en fiscalización superior y ha dirigido procesos de mejora regulatoria y combate a la corrupción. En consecuencia, su participación en el proceso está plenamente habilitada y se ajusta tanto a la letra como al espíritu de la convocatoria.
Corresponde ahora al Congreso del Estado, en ejercicio de sus facultades constitucionales, evaluar con imparcialidad y transparencia los méritos de todos los candidatos, sin descalificaciones anticipadas ni interpretaciones sesgadas que solo enturbian un procedimiento que debe privilegiar la capacidad técnica y la independencia profesional por encima de cualquier consideración política.
Imagen de e-consulta
Esta salvedad no es un detalle menor, sino una previsión deliberada para permitir que profesionales con experiencia directa en fiscalización y supervisión interna del gobierno puedan aspirar al cargo de auditor superior sin que se les castigue por haber trabajado precisamente en tareas de control y rendición de cuentas.Juan Carlos Moreno Valle Abdala ocupó, hasta diciembre de 2024, la titularidad de la Secretaría de la Función Pública del Estado de Puebla —actualmente denominada Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno—, dependencia que, conforme a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado y a la propia Ley del Sistema Estatal Anticorrupción, es el órgano interno de control del Poder Ejecutivo. Su función principal era, justamente, vigilar el correcto ejercicio de los recursos públicos, investigar irregularidades administrativas y sancionar faltas de servidores públicos, labores que guardan una evidente continuidad con las atribuciones de la ASE.
Al encontrarse amparado por la excepción prevista en la convocatoria, su paso por dicha secretaría no constituye impedimento alguno; por el contrario, refuerza su perfil como un funcionario con conocimiento profundo del funcionamiento interno del gobierno estatal y de los mecanismos de fiscalización, experiencia que difícilmente podría adquirirse fuera de estos espacios de control.
Lejos de representar un obstáculo, la trayectoria de Moreno Valle Abdala lo posiciona como uno de los aspirantes mejor preparados: cuenta con más de doce años de servicio en áreas de auditoría y control, fue auditor especial en la propia ASE entre 2011 y 2019, posee certificaciones en fiscalización superior y ha dirigido procesos de mejora regulatoria y combate a la corrupción. En consecuencia, su participación en el proceso está plenamente habilitada y se ajusta tanto a la letra como al espíritu de la convocatoria.
Corresponde ahora al Congreso del Estado, en ejercicio de sus facultades constitucionales, evaluar con imparcialidad y transparencia los méritos de todos los candidatos, sin descalificaciones anticipadas ni interpretaciones sesgadas que solo enturbian un procedimiento que debe privilegiar la capacidad técnica y la independencia profesional por encima de cualquier consideración política.
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