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reabrirán la iglesia de Atzala

A siete años del 19-S, reabrirán la iglesia de Atzala donde murieron 12 personas durante un bautizo

Por José Herrera
3 de julio de 2025

El próximo 17 de julio, el templo de Santiago Apóstol, ubicado en el municipio de Atzala, Puebla, reabrirá sus puertas tras más de siete años de permanecer cerrado. El inmueble, cuya cúpula colapsó durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, provocando la muerte de 12 personas, ha sido restaurado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), marcando el fin de una etapa de dolor para la comunidad de la Mixteca poblana.

La reapertura se llevará a cabo en el marco de las festividades patronales en honor a Santiago Apóstol, programadas para el 25 de julio, y representa no sólo la recuperación de un edificio histórico, sino también un acto de memoria colectiva.

Un templo que guarda luto

El colapso de la cúpula ocurrió durante un bautizo que se celebraba la mañana del 19-S. En medio del sismo de magnitud 7.1, el sacerdote que oficiaba la ceremonia habría pedido a las familias que se mantuvieran en su sitio. Instantes después, la estructura cedió, sepultando a 12 personas, en su mayoría familiares del infante que sería bautizado.

Desde entonces, el templo permanecía cerrado, encapsulado en una mezcla de ruina, duelo y abandono. La tragedia colocó a Atzala en el mapa nacional como uno de los episodios más dolorosos del sismo, especialmente por la naturaleza del evento y el número de víctimas en un solo sitio religioso.

Restauración con memoria

De acuerdo con Manuel Villarruel, delegado del INAH en Puebla, las labores de restauración se enfocaron en lograr una consolidación estructural que permitiera rehabilitar el templo sin comprometer su valor histórico ni poner en riesgo la seguridad de los fieles.

“El trabajo técnico ha sido exigente y sensible. No solo restauramos una construcción, sino un símbolo herido”, declaró Villarruel.

Aunque en años pasados circularon versiones pesimistas sobre la viabilidad del proyecto debido a los severos daños, finalmente se logró la reconstrucción de muros, techumbre y elementos decorativos conforme a las normas del INAH. Ahora, corresponderá a los habitantes del pueblo vestir, adecuar y decorar el templo, en coordinación con las autoridades de conservación.

Entre la fe y la memoria

Para muchas familias de Atzala, la reapertura del templo representa un cierre emocional, aunque las heridas sigan presentes. Aún pesa el recuerdo de aquella mañana trágica, pero también resurge el deseo de volver a caminar por la nave principal del templo y encender veladoras por los ausentes.

En palabras de un vecino entrevistado en 2019, “la iglesia es el corazón del pueblo… y también su cicatriz”.

A siete años del colapso, el templo volverá a recibir a su gente. No como antes, pero sí con la esperanza de que el espacio vuelva a ser de paz, encuentro y consuelo.