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Cae estafador venezolano

Cae estafador venezolano: clonaba tarjetas de abuelitos en la zona de Plaza San Pedro

Por José Herrera | 3 de junio de 2025

PUEBLA, Pue. — A plena luz del día y en un entorno donde la impunidad se ha vuelto rutina, un presunto estafador de origen venezolano fue detenido por vecinos de la colonia Las Hadas, luego de ser señalado por diversas personas como autor del robo de tarjetas bancarias a adultos mayores.

El sujeto —un hombre de apariencia mayor, de acento extranjero y actitud evasiva— operaba, según testimonios, con precisión milimétrica. Su blanco: los abuelitos que acudían a retirar su pensión o algún apoyo social en cajeros automáticos de Plaza San Pedro y zonas aledañas.

Los hechos, que podrían parecer un episodio más en la crónica urbana de la estafa cotidiana, tomaron un giro distinto gracias a la organización vecinal. A través de redes sociales, varios habitantes comenzaron a compartir alertas sobre la presencia del sujeto, cuya conducta ya había generado sospechas desde semanas atrás. Según se reporta, el hombre abordaba a los adultos mayores con el pretexto de "ayudarlos" con sus tarjetas; acto seguido, procedía a clonarlas y sustraer los fondos disponibles.

El 2 de junio, un grupo de ciudadanos decidió confrontarlo. Armados con sus teléfonos celulares y hartos de la inacción policial, lo encararon y lo retuvieron en espera de la autoridad. En los videos, difundidos profusamente en redes sociales, se aprecia al sujeto intentando ocultar su rostro. Uno de los testigos lanza una advertencia clara:

“Aquí está esta persona extranjera. Si alguien lo ubica y le ha hecho una chingadera, aquí lo tenemos en Plaza San Pedro; a ver si le da vergüenza”.

El momento culmina con la llegada de elementos de la Policía Municipal, quienes lo trasladaron en calidad de detenido. Hasta el cierre de esta edición, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de la Fiscalía General del Estado.

Modus operandi: el rastro de una estafa silente

Fuentes cercanas a los hechos revelaron que el individuo habría utilizado lectores clandestinos y técnicas de manipulación psicológica para obtener los NIP de sus víctimas. El patrón se repetía: amabilidad forzada, confusión inducida y, finalmente, el intercambio de tarjetas sin que el adulto mayor lo notara.

Se trata, según expertos consultados, de un modus operandi clásico del crimen itinerante, común entre bandas internacionales que recorren ciudades con prácticas fraudulentas y objetivos claros: los sectores más vulnerables.

Una pregunta pendiente: ¿cuántos más?

La captura del sujeto abre una serie de interrogantes. ¿Cuántos adultos mayores han sido despojados de sus ahorros sin saber siquiera cómo ocurrió? ¿Qué mecanismos de prevención o vigilancia existen realmente en plazas comerciales como Plaza San Pedro? ¿Y qué papel están jugando las autoridades financieras y de seguridad ante este tipo de delitos?

Por ahora, el caso se mantiene bajo investigación. Pero para los vecinos de Las Hadas, el mensaje es claro: la vigilancia comunitaria —cuando el Estado se ausenta— puede convertirse en la única barrera ante los depredadores de lo cotidiano.