Ahora van por el CIS y Apycsa: todavía se deben casi 4 mil millones de pesos por los próximos 12 años
Después del escandaloso caso del Museo Internacional del Barroco, el gobierno de Puebla ahora pone la lupa sobre el Centro Integral de Servicios (CIS), obra emblemática del morenovallismo y símbolo del endeudamiento disfrazado. El gobernador Alejandro Armenta Mier anunció que su administración ya se encuentra en negociaciones con las constructoras Grupo Técnico Constructor S.A. de C.V. y Alfa Constructores, propiedad de los hermanos Abed Rouanett, con el fin de poner fin anticipado a una deuda millonaria que aún compromete a la entidad por más de una década.
La otra cara del CIS: 12 años pagando y otros 13 por pagar
El CIS, construido bajo el esquema de Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS), fue firmado el 23 de julio de 2012 por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle. Aunque el contrato estableció un costo base de 1,372 millones de pesos, los poblanos terminarán pagando un total de 7,758 millones, repartidos en 300 mensualidades desde enero de 2013 hasta diciembre de 2037.
Hasta ahora, se han erogado 3,796 millones de pesos, pero el calvario financiero continúa: quedan por pagar otros 3,961 millones, lo que convierte al CIS no solo en un elefante blanco moderno, sino en una hipoteca multimillonaria para las finanzas públicas de Puebla.
“El mismo tratamiento que dimos al caso del Barroco se le dará al CIS y a otros compromisos de pago heredados. La lógica de que se hicieron obras sin deuda también fue una mentira. Nosotros venimos a corregir”, sentenció Armenta.
Desglose de la deuda viva
De los 1,372 millones pactados por la construcción del inmueble, aún faltan 704 millones por saldar. Pero lo más pesado son las llamadas “contraprestaciones por servicio de inversión”: pagos mensuales de 21.2 millones de pesos, que suman en total otros 3,256 millones en los próximos 153 meses. Todo a favor de Grupo Técnico Constructor y Alfa Constructores, que han sido beneficiarias silenciosas de uno de los contratos más opacos del morenovallismo.
El Informe Analítico de Obligaciones Diferentes de Financiamientos del Gobierno del Estado detalla que desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de marzo de 2025:
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Se han pagado 668 millones 037 mil pesos directamente por la construcción.
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Y 3,128 millones 839 mil pesos más por las contraprestaciones de inversión.
Así, en total: 3,796 millones 876 mil pesos ya se han pagado... y todavía falta casi la misma cifra por liquidar.
PPS: el disfraz legal de la deuda
Bajo el discurso de que Puebla no adquiría deuda, el morenovallismo utilizó los PPS como instrumento para comprometer presupuestos futuros sin rendir cuentas inmediatas. El CIS es un ejemplo clásico: su reluciente fachada en Angelópolis no oculta el peso financiero que ha estrangulado a tres administraciones estatales.
Las empresas Alfa Constructores y Grupo Técnico Constructor, ligadas a los hermanos Abed Rouanett, han sido señaladas por su cercanía con el grupo político de Rafael Moreno Valle. Hoy, esas mismas empresas siguen cobrando mes a mes por una obra cuya transparencia, funcionalidad y necesidad están en entredicho.
Armenta busca cerrar el ciclo
Siguiendo la misma estrategia que aplicó con la empresa Hermes —responsable del Barroco— el gobierno de Armenta busca renegociar o cancelar anticipadamente estos contratos, que han resultado en pagos excesivos para obras cuestionadas. El gobernador ha prometido “sanear las finanzas públicas sin comprometer el desarrollo de la entidad”.
Sin embargo, lo cierto es que la factura del morenovallismo sigue llegando cada mes, puntual, silenciosa… y costosa.
—José Herrera / eprensa