Médico acusado de golpear a su ex pareja también ejercía una especialidad sin cédula profesional
PUEBLA, Pue.— Armando S.C., ex colaborador del Hospital Ángeles Puebla, suma una nueva acusación pública que trasciende el ámbito personal y se inscribe en el terreno penal e institucional: además de estar denunciado por violencia vicaria y familiar, se ha revelado que ejercía como supuesto gastroenterólogo sin contar con la cédula profesional correspondiente.
De acuerdo con registros oficiales consultados en el portal de la Dirección General de Profesiones de la SEP, ninguna de las tres cédulas que posee avala la especialidad médica que él presume tener. Las credenciales del médico —expedidas por la UPAEP, la BUAP y el Instituto de Estudios Superiores en Medicina— corresponden a una licenciatura en Médico Cirujano (2002), una especialidad en Cirugía General (2009) y una maestría en Cirugía Estética (2014), pero no hay constancia de formación en gastroenterología.
Una trayectoria bajo sospecha
La revelación ha encendido alertas dentro del gremio médico y entre pacientes que recibieron consultas especializadas de Armando S.C., creyendo que contaba con la preparación profesional adecuada. Especialistas advierten que el ejercicio clínico sin la debida certificación en especialidades médicas no solo constituye un acto de usurpación de funciones, sino que también pone en riesgo la salud y vida de los pacientes.
Además, la maestría en cirugía estética que ostenta está siendo objeto de revisión. El Instituto de Estudios Superiores en Medicina —donde obtuvo el grado— ha sido señalado por ofrecer programas académicos irregulares, con títulos que no cuentan con reconocimiento oficial o validez ante la SEP, lo que refuerza la hipótesis de que su trayectoria académica podría estar parcialmente sustentada en credenciales apócrifas.
Violencia sistemática y abuso de poder
Paralelamente, el caso de Armando S.C. se mantiene en el ojo público tras difundirse un video donde golpea brutalmente a su ex pareja, la nutrióloga September V., con quien mantiene un proceso legal por custodia de sus hijos. La agresión física se produjo el 15 de abril de 2025 y fue grabada por una cámara de seguridad, lo que impulsó la denuncia por violencia vicaria, amenazas de muerte y privación ilegal de menores.
La víctima, quien inició su relación con el médico cuando ella tenía 17 años y él 46, ha narrado un historial de acoso, persecución, colocación de dispositivos GPS en su vehículo e irrupciones armadas en su domicilio. Actualmente, la custodia legal de los menores está a su favor, pero el agresor los habría sustraído en violación a disposiciones judiciales.
Exigencia de justicia y revisión institucional
Mientras la Fiscalía continúa con la investigación por agresiones y violencia familiar, usuarios en redes sociales y colectivos feministas exigen que las autoridades sanitarias, educativas y judiciales investiguen también el presunto ejercicio ilegal de una especialidad médica, así como las posibles omisiones del Hospital Ángeles Puebla al permitir que un médico no certificado ofreciera consultas de alta especialidad.
Organismos defensores de derechos humanos han llamado a establecer sanciones ejemplares y revisar los filtros institucionales en clínicas privadas, donde muchas veces se confía ciegamente en credenciales no verificadas. Además, demandan que la violencia de género ejercida por profesionales de la salud no sea minimizada ni tratada como un conflicto privado.
El caso de Armando S.C. podría sentar un precedente en la intersección entre violencia machista, negligencia institucional y fraude académico. Por ahora, las víctimas esperan justicia. Y la sociedad, respuestas claras.
