Acusan a párroco por restauración de la Parroquia de San José en Olintla sin permiso del INAH
La Parroquia de San José, una joya arquitectónica construida en 1570 y catalogada como patrimonio histórico de México, está al borde de un daño irreparable tras la intervención irregular que ha sido denunciada por vecinos del municipio de Olintla, en la Sierra Norte de Puebla.
Habitantes de la cabecera municipal alertaron que la obra de restauración fue impulsada y ordenada por el párroco Sergio Iván, sin contar con los permisos ni la supervisión técnica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), máxima autoridad en la protección del patrimonio cultural inmueble.
Restauración clandestina, daño irreversible
Según testimonios recabados, albañiles contratados por la parroquia comenzaron a demoler y a remplazar partes originales del templo con materiales que nada tienen que ver con la técnica ni la composición original de más de 450 años de antigüedad.
Vecinos señalaron que, bajo el argumento de una “restauración urgente”, el sacerdote autorizó la intervención sin consultar a la comunidad ni convocar a expertos en conservación de monumentos históricos, violentando los protocolos establecidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Patrimonio en riesgo: ¿quién responde?
La Parroquia de San José no es cualquier inmueble; su construcción es un testimonio vivo de la época colonial, con elementos artísticos y arquitectónicos únicos en la región. Su protección legal exige que cualquier obra sea previamente avalada por el INAH, para garantizar que se respeten los valores históricos y arquitectónicos.
Sin embargo, el párroco Sergio Iván, al parecer, decidió hacer caso omiso de estas normativas y avanzó con los trabajos, poniendo en riesgo el patrimonio cultural y la memoria histórica de Olintla.
Reacción de la comunidad y autoridades
Vecinos de Olintla han manifestado su indignación y preocupación ante la “desidia y la negligencia” que implican las acciones del sacerdote. Exigen a las autoridades estatales, federales y eclesiásticas una intervención inmediata para frenar las obras y deslindar responsabilidades.
“Esto no es sólo una falta administrativa, es un atentado contra nuestra historia y nuestra identidad. Queremos que el INAH inspeccione los daños y que se haga una restauración formal con especialistas, no ocurrencias improvisadas”, declaró uno de los vecinos afectados.
Un llamado urgente al INAH
Diversos colectivos culturales y ciudadanos han solicitado que el INAH actúe con rigor, no solo para detener los trabajos irregulares sino para iniciar un proceso de restauración que cumpla con los estándares internacionales de conservación.
El caso plantea además un debate mayor sobre la supervisión y control que debe ejercer el Estado sobre las iglesias históricas, muchas de ellas en manos eclesiásticas, pero sujetas a la legislación federal para preservar su integridad cultural.
En contexto
Este no es el primer caso en Puebla donde intervenciones sin permiso han puesto en jaque el patrimonio histórico. Casos similares han ocurrido en municipios cercanos, lo que evidencia la persistente falta de control y coordinación entre las autoridades civiles y religiosas.
La parroquia de Olintla, con su majestuosa estructura que data de finales del siglo XVI, merece respeto y protección, no la indiferencia o el capricho de quienes la administran sin apego a la ley.
¿Seguirá el INAH en silencio mientras se destruye la historia?
El tiempo y la acción de las autoridades serán cruciales para determinar si esta joya colonial podrá salvarse o se sumará a la lista de daños irreversibles al patrimonio nacional.