RECUERDOS DE MI CIUDAD
Fragmento de mi libro de próxima edición “Crónica de un país imposible”
La Biblioteca Benjamín Franklin de Puebla.
Por Rogelio David Silva Rodríguez.
Cuando yo fui joven, Puebla tenía secretos y rincones de una riqueza inapreciable en su variedad, en su singularidad y en su originalidad.
No creo que cualquier otra Ciudad de México tuviese, por ejemplo, el acuario que tuvo Puebla en la esquina del Paseo Bravo y sus colecciones botánicas, con sus cocodrilos a la orilla del estanque; no percibo que existan en otras ciudades del país, museos con las riquezas centenarias y valiosas de los museos Bello, provenientes del tráfico comercial con las Filipinas; sí sé de otros zoológicos como tuvimos el del Paseo Bravo y su León “Cesar”; por ejemplo en Oaxaca y no sé de alguno que se le parezca tampoco a “Africam Safari”.
Conocí algunas casa de ricos industriales poblanos, cuyo mobiliario joyas y colecciones no envidiarían en nada a las de un marajá hindú; en fin, la Puebla de antaño era verdaderamente…increíble.
Pero en especial para mí, existía un lugar que alimentaba con singular poder mi propio universo mental. Un lugar al que llegaba yo en las mañanas temprano, lo abrian a las 9:00 de la mañana en punto y salías a las 2:00 de la tarde después de haber estado en lugares tan lejanos como China, Macao, Birmania o lugares como Kansas, Vermont o Washington en los Estados Unidos de América.
O Vietnam por ejemplo. Este lugar era la Biblioteca Benjamín Franklin, Centro de Información de la Embajada de los Estados Unidos de América, como rezaba en la placa de bronce de su entrada.
A la salida de mis frecuentes visitas a ese lugar, no pocas veces me resultaba extraño el contraste entre lo que recién había visitado y lo que mi realidad cotidiana me presentaba a la vista. No es que fuera peor o menos que lo que había visto, es que era, simplemente distinto.
La Biblioteca se situaba en la esquina de la Avenida Reforma y el cruce de las calles 7 norte-sur, donde incluso había una parada de autobuses que me dejaban cerca de la casa de mis papás donde vivía entonces. Es decir estaba en el Centro urbano de la capital del Estado y ahí había de todo, para ver, para divertirse, para comer, para pasear, para enamorarse, para beber, en fin para gozar de la vida.
Hasta 1980, los poblanos disfrutamos de esa vida, como casi todos los habitantes del planeta, hasta que en 1981 entramos en la era Reagan del más puro estilo conservador norteamericano, que inauguró la “economía de la oferta” más tristemente célebre conocida como neoliberalismo y entonces lo que verdaderamente le importó a los políticos ya no fue la gente sino las utilidades financieras especulativas.
El primer efecto de la “Reaganomics” en mi ciudad, fue el cierre definitivo y para siempre de la Biblioteca Benjamín Franklin, los americanos olvidaron la política del “buen vecino” establecida, como la biblioteca, en tiempos de Kennedy y de su “Alianza para el Progreso” y se dedicaron a enemistarse con medio mundo, América Latina en particular, y a bombardear ciudades árabes en el Medio Oriente en general.
Yo descubrí la biblioteca aproximadamente en 1967, recién entrado a la escuela secundaria, y en no pocas ocasiones preferí “irme de pinta” de la escuela para pasar la mañana leyendo allí; ignoro si eso tuvo algún efecto en mi formación intelectual, pero si sé que cuando llegue a la UPAEP a estudiar Ciencias Políticas, modestia aparte, sabía mucho más, de muchas cosas sociales que la mayoría de mis compañeros.
Entre la infinidad de libros que leí allí, entre ellos “Perfiles de Coraje” del propio John F. Kennedy, me fue imposible eludir de sus estantes “La letra escarlata” y “El árbol de la libertad” de Nathaniel Hawthorne; “El viejo y el mar”, “Adiós a las armas” y “Por quién doblan las campanas” de Ernest Hemingway; “El sonido y la furia” de William Faulkner; “Las aventuras de Tom Sawyer”, en cuya lectura provoque un escándalo en la biblioteca con las carcajadas que soltaba en el silencioso salón de lectura; con la consiguiente “las Aventuras de Huckleberry Finn” y su ahora clásico “El príncipe y el mendigo” de Mark Twain; célebre seudónimo del casi desconocido escritor Samuel Langhorne Clemens; “Las uvas de la ira” de John Steinbeck y “Mujercitas” de Louisa May Alcott, libro que llamó mi atención, porque de regalo de mi padrino Eloy había recibido, de la misma autora, su libro “Hombrecitos”.
Si alguien me preguntase, hoy, como le preguntaron a Peña Nieto, ¿Cuáles libros han dejado en Usted profunda huella? Me precia decir que, yo no haría el oso que él hizo y puedo contestar con más de cinco libros; recuerdo la profunda impresión que dejaron en mi espíritu: “El llamado de la Selva” de Jack London: “Matar un ruiseñor” de Harper Lee; el escalofriante “A sangre fría” de Truman Capote sobre el asesinato de la familia Clutter en Kansas; al cual leí antes de que se convirtiera en la celebridad que fue, lo mismo me pasó con “El guardián en el Centeno” o “El cazador oculto” de J. D. Salinger hoy escritor de culto; o “El gran Gatsby” de Francis Scott Fitzgerald; todos ellos leídos por mí a fines de los 60´s; y los libros de autores como Leon Uris, “Éxodo” “Mila 18”; Harold Robbins “Los herederos” “Los profanadores del amor” “Avenida del parque 79”o los de Irving Wallace “Fan Club” “La isla de las tres sirenas”, etc.
Ahí empezó también mi toma de conciencia política, a través de la lectura de la impactante historia del “Big brother” en “1984” de George Orwell, así como su “Rebelión en la granja”; leí volúmenes completos de la Historia de los Estados Unidos o el “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury o “Tormenta sobre Washington” o “Un diario del Senado” del premiado con el Pulitzer, Allen Drury.
Tampoco podían faltar las historias de vaqueros, allí leí la historia del Pony Express un servicio de correos montado que podía atravesar todo Estados Unidos en diez días; leí la historia de William Frederick Buffalo Bill Cody, famoso cazador de bisontes que casi solo provocó la desaparición de esa especie y que después montó un espectáculo circense del viejo oeste; leí la historia de Wild Bill Hickock famoso pistolero que sería muerto a traición por otros pistoleros etc. también tuve noticia de la historia de Bonnie y Clyde famosos asaltabancos que terminarían sus días en un coche totalmente balaceado; y por último en los volúmenes de historia sobre Norteamérica leí de las expediciones para conquistar el Oeste, la Ruta de Oregón incluida.
Tan fuerte era la influencia que se recibía en la biblioteca Franklin, que nunca olvidé la mayoría de sus lecturas. Para ilustrarlo he de comentar y de reseñar un descubrimiento que aún ahora obtuve de ella.
Pero Antes. Tampoco me olvidé de los silenciosos, diligentes y ordenados empleados de la biblioteca. Eran no más de cinco, el director de ella una persona muy atenta, muy serio sin ser adusto, por el contrario muy amable y siempre dispuesto a informar y orientarte en tus dudas. El otro una persona mayor, de apellido Galicia, lo sé porque era papá de uno de mis compañeros de primaria, cumplía allí las tareas de ¿impresor? Es decir, la biblioteca tenía la sana costumbre de volver a empastar, los
libros que ya eran muy usados, esa era su labor. También había una secretaria, que no siempre era la misma, quien te proporcionaba tu tarjeta de membresía de la biblioteca y por la cual podías ¡tener préstamos de libro para tu domicilio! Había otro empleado que se encargaba de los discos de música americana y que, puntualmente los viernes por la tarde, a las 5:00 horas, apagaba las luces de la sala de lectura e iniciaba la proyección de documentales sobre Ciencias, Matemáticas, Exploración espacial o Aviación.
Recientemente recordé un libro que allí leí, lectura que me impactó muchísimo por su relato de los últimos momentos de la batalla de Dien Bien Phu1, con los oficiales franceses, a punto de morir en la batalla que saben perdida, se despiden de sus soldados; antes de que la infantería del Viet Minh, arrase sus trincheras, una narración verdaderamente impresionante por el autor del libro. ¿Sería corresponsal de guerra? Me pregunté. Solo recordaba que en el título se mencionaba a: “Duc de Vietnam” y claro picado por la curiosidad así lo googleé y claro ahí estaba.
Y entonces decidí investigar al autor y esto es lo que encontré:
1 La derrota de Francia en la batalla de Dien Bien Phu, a manos del Vieth Min (Frente para la Liberación de Vietnam) creado por Ho Chi Minh significó el fin de la Guerra en la entonces Indochina francesa y el fin del dominio del Imperio Colonial francés en esta nación del sudeste asiático, pero por efecto de la denominada “teoría del dominó” muy en boga en la época (que suponía el avance del dominio mundial por los comunistas) también dio origen a la intervención norteamericana en Vietnam con la derrota también de los Estados Unidos de América en dicha Guerra. De hecho Vietnam del Norte bajo la presidencia de Ho Chi Minh (Padre de la Independencia Vietnamita) y su ejército al mando del general Vo Nguyen Giap son el único caso en la historia de la humanidad, que un país, habiendo sido colonia, venció a dos imperios.
PADRE ALBERT J. NEVINS, MM
Nacimiento: 11 de septiembre de 1915
Ordenación sacerdotal: 21 de junio de 1942
Fallecimiento: 15 de diciembre de 1997
“El P. Albert Nevins falleció en la madrugada del 15 de diciembre de 1997 en la Residencia de Santa Teresa. Tenía 82 años y había sido sacerdote de Maryknoll durante 55 años.
Albert J. Nevins nació el 11 de septiembre de 1915 en Yonkers, Nueva York, hijo de Albert J. y Brigit (Corcoran) Nevins. Tenía un hermano y dos hermanas. Asistió a la escuela primaria pública en Yonkers, Cathedral College, en la ciudad de Nueva York, y se graduó de la Escuela Secundaria Gorton en Yonkers en junio de 1932.
Durante sus años de escuela secundaria, sentó las bases de su fructífera carrera en el periodismo cuando se desempeñó como editor del periódico de la escuela secundaria y trabajó para el periódico Yonkers Herald-Statesman. Ingresó a Maryknoll el 7 de septiembre de 1932 en el Colegio Apostólico Maryknoll2 (Venard), Clarks Summit, Pensilvania, pasando al noviciado 2 El impulso para el movimiento Maryknoll comenzó hace más de 100 años cuando dos sacerdotes estadounidenses de muy diferentes orígenes se conocieron en Montreal, Canadá, en 1910, y descubrieron que tenían algo en común. El Padre James Anthony Walsh, un sacerdote de Boston y el Padre Thomas Frederick Price, el primer nativo de Carolina del Norte en ser ordenado al sacerdocio, reconocieron que a través de sus diferencias, fueron tocados por el triunfo del espíritu humano y enriquecidos por haberse encontrado en una experiencia de fe con otros. Esta fue la base de su deseo común de construir un seminario para la formación de jóvenes norteamericanos para las misiones extranjeras. Los Padres Walsh y Price refutaron los argumentos de que la Iglesia necesitaba trabajadores aquí, aduciendo de que la Iglesia no florecería hasta que envíe misioneros al extranjero. Ambos habían escrito mucho, de manera independiente, sobre este concepto. El Padre Price en su revista Truth, (Verdad) y el Padre Walsh en las páginas de The Field Afar, (El campo lejano) una encarnación temprana de la revista Maryknoll. Luego, se unieron para formular planes para el establecimiento de un seminario para misioneros para el extranjero. Con la aprobación de la jerarquía estadounidense, los dos sacerdotes viajaron a Roma en junio de 1911, para recibir la aprobación final del Papa Pío X para su proyecto. El 29 de junio de 1911, el Papa Pío X dio su bendición para que se forme la Sociedad Católica de América para las Misiones Extranjeras, ahora conocida como los Padres y Hermanos Maryknoll.
de Bedford y al seminario mayor de Nueva York, donde fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1942.
Después de la ordenación, el Padre Nevins fue asignado al Departamento de Cultivo en Maryknoll, Nueva York, donde sirvió durante 37 años. Aprendió sucesivamente con los padres James Drought, James Keller y John Considine, trabajó en todas las fases del cultivo de Maryknoll y en el sector público.
Y fue director de relaciones con la prensa y World Horizon Films. Viajó extensamente a través de las regiones misioneras de Maryknoll e hizo películas de la obra misionera en varios países. El 20 de abril de 1953, fue nombrado editor de la revista Maryknoll – The Field Afar, cargo que desempeñó durante siete años. El 1 de junio de 1960 fue nombrado Director del Departamento de Cultivo, cargo que ocupó durante nueve años.
Elegido Delegado del Capítulo para la Región de los Estados Unidos, el Padre Nevins participó en el Capítulo General de 1966 en Maryknoll, Nueva York. El 10 de noviembre de 1969, aceptó, con el permiso de la Sociedad, la dirección de Our Sunday Visitor (Nuestro visitante dominical) en Huntington, Indiana. Bajo su dirección, este semanario nacional se revitalizó. Desempeñó ese cargo durante once años. También fue editor de The Priest y otras publicaciones de Our Sunday Visitor y director de su operación de publicación de libros. Se retiró como editor y editor de Our Sunday Visitor el 29 de septiembre de 1980, permaneciendo en el cargo durante un año para ayudar al nuevo editor.
Después de que el Padre Nevins dejó Our Sunday Visitor, se mudó a Tampa, Florida, cerca de los miembros de su familia. Durante los últimos dieciséis años, se dedicó activamente al periodismo, escribió una columna semanal de preguntas y respuestas para Our Sunday Visitor bajo el seudónimo de Father Sheedy; editó una publicación bimestral de documentos y discursos papales, El Papa Habla; se convirtió en editor fundador de Diaconate, una revista para miles de diáconos permanentes en todo Estados Unidos; editó Nova, un servicio mensual de homilía; y ayudó en el ministerio pastoral en una parroquia local.
A lo largo de los años, se otorgaron reconocimientos y premios al Padre Nevins. Fue Presidente de la Asociación Católica de Prensa y durante muchos años formó parte de la Junta Directiva de la Sociedad Interamericana de Prensa3, y también se desempeñó como Tesorero del Centro Técnico de la SIP. Fue galardonado con doctorados honoris causa por la Universidad Católica de Puerto Rico y el St. Benedict's College, Atchison, Kansas. El 25 de octubre de 1961 fue galardonado con la medalla de oro Maria Moors Cabot en la Universidad de Columbia por sus destacados logros periodísticos. Entre otros premios que recibió se encuentran el Premio San Agustín de la Universidad de Villanova, y el Premio San Francisco de Sales de la Asociación Católica de Prensa.
En 1980, recibió la Distinción Papal "Benemerenti"4 por su distinguido servicio en el periodismo en los Estados Unidos. Su vida había sido narrada durante muchos años en Who's Who in America.
El padre Nevins escribió 41 libros, algunos traducidos a idiomas extranjeros, y editó o contribuyó a una veintena de otros. Escribió cientos de artículos para publicaciones católicas y seculares, guiones de cine y televisión y programas de radio. Dio conferencias en todo Estados Unidos. Ostentó el rango de Teniente Coronel en la Patrulla Aérea Civil, un auxiliar de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y sirvió durante muchos años como Comandante de Grupo para el Condado de Westchester, Nueva York.
3La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), es una asociación de propietarios, editores y directores de diarios, periódicos y agencias informativas de América. Los integrantes de la SIP representan más de 1300 periódicos y revistas.
Fue creada en 1943 en La Habana, como resultado de la Comisión Permanente del II Congreso Panamericano de Periodistas en la Ciudad de México en 1942. Promueve una amplia gama de galardones y todos los años otorga el "Premio SIP a la Libertad de Prensa".
4La Medalla Benemerenti es una condecoración papal institucionalizada por Gregorio XVI en 1832. Ella es conferida a quienes hayan demostrado un largo y excepcional servicio a la Iglesia católica y a la comunidad en general.
Aunque el Padre Nevins nunca recibió una asignación misionera en el extranjero, había dedicado toda su carrera al apostolado misionero de la Iglesia, difundiendo la Palabra de Dios y el llamado urgente del Señor a la misión a través de millones de palabras enviadas a millones de personas.
Los servicios de velatorio se llevaron a cabo a las 7:00 p.m. el miércoles 17 de diciembre de 1997 en la Capilla de la Residencia de Santa Teresa y a las 7:30 p.m. en la Capilla de la Reina de los Apóstoles en el Centro Maryknoll, donde ofició el P. Gordon Fritz. La Misa de Entierro Cristiano fue concelebrada en la Capilla Reina de los Apóstoles el jueves 18 de diciembre de 1997 a las 11:00 am.
El P. Joseph Veneroso fue el Celebrante Principal y el P. Stephen DeMott, homilista. El entierro siguió en el cementerio Maryknoll Center con el padre Raymond Finch dirigiendo el servicio junto a la tumba”.
Recuperado de: https://maryknollmissionarchives.org/deceased-fathers-bro/father-albert-j-nevins-mm/ 22-I-2025.
BIBLIOGRAFÍA (Incompleta) DEL PADRE NEVINS.
Investigada por R.D.S.R. TITULO TEMA AÑO IMAGEN
San Francisco de los Siete Mares
Vida del misionero jesuita San Francisco Xavier
1955
Las aventuras de Duc de Vietnam
Vicisitudes de un joven vietnamita durante el periodo de la Indochina Francesa
Las aventuras de Ramón de Bolivia
Las aventuras de Pancho de Perú
TITULO TEMA AÑO IMAGEN
Las aventuras de Kenji de Japón
Las aventuras de Wu Han de Corea
Llamado a servir
Un libro guía para servidores del altar
El camino.
Viviendo la Biblia Católica
Diccionario Católico Maryknoll
TITULO TEMA AÑO IMAGEN
Un santo para tu nombre
Santos para muchachos
Vida después de la muerte
Un entendimiento católico
Mártires Americanos
De 1542
Catolicismo La Fe de Nuestros Padres.
Escrituras de Fe
TITULO TEMA AÑO IMAGEN
Nuestra Herencia Católica Americana
El joven conquistador
El significado de Maryknoll
Extraños ante tu puerta
Como responder a testigos de Jehová, los Mormones, Evangelistas, Cultos y más.
Aventuras del hombre de Maryknoll
TITULO TEMA AÑO IMAGEN
El Libro Maryknoll de los Pueblos
Constructores del catolicismo en América
Santos para tu nombre
Santos para muchachas.
Respondiendo a Fundamentalistas
San Juan Bosco y Santo Domingo Savio
TITULO TEMA AÑO IMAGEN
La Historia del Papa Juan XXIII
El Padre Smith instruye a Mr. Jackson
La forma de enseñanza de la Iglesia católica.
El libro Maryknoll de los Tesoros
Una Antología de la Literatura Misionera
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Me encantaría encontrar algunos de estos volúmenes.
ATENTAMENTE.
San Pedro Cholula 22 de enero del 2025.
ROGELIO DAVID SILVA RODRÍGUEZ