Empresas con fachada ecológica
El rescate del Atoyac pone a temblar a
empresas contaminantes
Rodolfo Herrera Charolet
El rescate de la Cuenca Alta del Río Atoyac
ordenado por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, inició con
acciones de mano dura de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa) quien recientemente llevó a cabo un histórico operativo con la clausura
de las descargas de aguas residuales de la empresa siderúrgica Ternium México
S.A. de C.V., ubicada en el municipio de San Miguel Xoxtla, Puebla, por
realizar descargas de aguas residuales sin los permisos correspondientes en un
afluente del río Atoyac.
Ternium, es una de las principales empresas
metalúrgicas en México y de América Latina, la cual ha negado las acusaciones,
afirmando que las descargas de su planta no son contaminantes, por ser una
empresa socialmente responsable, reconocimiento que pretende acreditar con
análisis de sus aguas residuales que son presumiblemente analizadas por
laboratorios externos acreditados.
Uno de los mayores problemas para Ternium, es la
burocracia que entorpece el otorgamiento de autorizaciones correspondientes,
declaró el vocero tras el señalamiento realizado por la PROFEPA de que descarga
aguas residuales fuera de norma.
Sin embargo, la versión de las autoridades es
distinta, en virtud de que la empresa fue clausurada por haberse encontrado descargas
ilegales de residuos contaminantes en el afluente, contradiciendo su discurso
de responsabilidad social y sostenibilidad.
Acuerdo Nacional de Sheinbaum
El 24 de noviembre de 2024, la presidenta Claudia
Sheinbaum reforzó el compromiso por un futuro sostenible, mediante la firma del
Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y Sustentabilidad en el Río
Atoyac. Esta decisión es un paso decisivo hacia la protección del derecho
humano al agua y la sustentabilidad de los recursos naturales que busca
garantizar el acceso al agua potable para todos los ciudadanos y promover la
recuperación ecológica del Río Atoyac, uno de los cuerpos de agua más
importantes de la región central del país. El componente clave del acuerdo es
la creación de un fondo nacional para financiar proyectos de infraestructura
hídrica en zonas rurales y urbanas de alta vulnerabilidad.
En 2024 la presidenta Sheinbaum anunció una
inversión inicial de 500 millones de pesos para el saneamiento del Atoyac. El
proyecto incluye la instalación de plantas de tratamiento, reforestación de
márgenes, limpieza del cauce, y la eliminación de descargas ilegales. Para
2025, el gobierno planea destinar un total de 1,500 millones de pesos.
Contaminación un problema de décadas
El Río Atoyac, que atraviesa varios estados del
centro de la República, durante décadas ha sido considerado uno de los ríos más
contaminados del país, derivado de la descarga de aguas residuales, tanto
industriales como urbanas, las cuales han provocado daños graves de salud
pública como de degradación ambiental y enfermedades por la presencia de
sustancias vertidas al afluente, la cual se realiza fuera de norma y sin
tratamiento de los responsables.
Un estudio realizado por el Consejo Nacional de
Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), difundido en octubre de 2023,
reveló que Puebla y Tlaxcala tienen las tasas más altas de mortalidad por
enfermedades renales en jóvenes, producto de los contaminantes del río Atoyac.
Los casos de enfermedad renal crónica (ERC) en
jóvenes y de leucemias agudas infantiles fueron relacionadas con la exposición
a tóxicos y procesos contaminantes, de acuerdo con el primer informe
estratégico, razón por la cual es considerada la Cuenca del Alto Atoyac (CAA)
como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA).
Las sustancias que se encuentran en el Atoyac,
provocan leucemias agudas en las nuevas generaciones, aumentado
considerablemente los casos de enfermedad renal crónica (ERC) en jóvenes y de
leucemias agudas infantiles en municipios de la CAA.
Un biomonitoreo realizado por el Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional entre
adolescentes radicados en el centro de Tlaxcala se detectó que 66% de los
afectados fueron expuestos a altas concentraciones de arsénico, 39% a níquel,
37% a plomo, 81% al plaguicida malatión y 76% a los herbicidas glufosinato y
picloram. Estos contaminantes provienen principalmente de empresas relacionadas
con la metalurgia, del ramo automotriz, eléctrico, químico y textil
Otro análisis, elaborado por la Universidad
Nacional Autónoma de México en los municipios tlaxcaltecas de Españita y
Apizaco, se encontró que 50% de la población se encuentra expuesta a altos
niveles de cadmio, plomo y cromo.
El biomonitoreo más, efectuado por el Instituto
Mexicano del Seguro Social entre alfareros de Españita, San Pablo del Monte,
San Salvador Tzompantepec y La Trinidad Tenexyecac, encontró que 86% están
expuestos a concentraciones de plomo que exceden el máximo permitido.
Investigadores ambientales sostienen que, la mezcla
de esos elementos y sustancias causan efectos nefrotóxicos, neurotóxicos, de
disrupción endocrina y carcinógena.
Población expuesta a contaminantes
La población en la Cuenca Alta del Atoyac (CAA)
asciende a un millón 133 mil 149 habitantes de 47 municipios de Tlaxcala (79.5%
de la población total de la entidad) y dos millones 844 mil 364 habitantes de
Puebla, lo que equivale a casi la mitad de la población total poblana.
La enfermedad renal crónica es uno de los focos
rojos de la región, atribuido directamente a la alta contaminación. En esta
zona, la ERC ha afectado, sobre todo, a los jóvenes de entre 20 y 24 años. Para
este grupo etario, la tasa de mortalidad se incrementó 58% en la última década.
Entre los municipios con mayor incidencia de
leucemia aguda en población menor de 20 años se encuentra San Pedro Cholula,
San Andrés Cholula, Ocoyucan, Coronango, Juan C. Bonilla y Puebla, entre otros.
En donde el 41% de los afectados son menores de 20 años por leucemias agudas en
Puebla y Tlaxcala, quienes residen en la CAA, por contaminantes de arsénico,
plomo, cromo, cadmio y mercurio.
En la lista de enfermedades aguas, el 58% de la
población presenta leucemias de alto riesgo, mismas que se identificó en las
localidades de; San Pedro Cholula, San Martín Texmelucan, Tlahuapan, Acajete,
Amozoc, Chignahuapan, Tlatlauquitepec y Teziutlán.
En los estudios realizados se reportaron hasta 65
sustancias orgánico-sintéticas detectadas en el río y que serían los causantes
del incremento en la mortalidad de jóvenes de la región debido a casos de ERC.
La fachada de Ternium
Ternium se había promovido como una empresa
socialmente responsable que respetaba el derecho humano al agua, comprometida
con el medio ambiente y la comunidad, mediante una campaña difundida
ampliamente titulada “Agua para tu Comunidad”, en la cual afirmaba beneficiar a
más de dos mil personas en Xoxtla y otras localidades con sistemas de captación
de agua.
No obstante, la Profepa detectó que la planta de
Ternium en Xoxtla vertía residuos contaminantes directamente al río Atoyac.
Aunque la empresa negó las acusaciones y aseguró que sus descargas eran
analizadas por laboratorios externos, las pruebas realizadas por la autoridad
ambiental confirmaron el incumplimiento de la normativa vigente.
Ternium según el Registro Público de Comercio en el
folio 12944 en Monterrey N.L., es el resultado de empresas regiomontanas
escindidas y fusionadas, entre las que destacan; Grupo IMSA, S.A.B. de C.V.,
Tarida, S.A. de C.V., Verzatec, S.A. de C.V. , HYLSA Industrias, S.A. de C.V.,
HYLSAMEX, S.A. de C.V., Industrial Investments Inc, S.A. de C.V., entre otras.
Mas de 20 mil empresas contaminan
Sin embargo, la contaminación, abundante o mínima,
también se deriva de las descargas de aguas residuales de poco más de 20 mil
empresas instaladas a lo largo de la CCA, las cuales carecen de plantas
tratadoras de sus aguas, bajo la consigna de que ellos cumplen y socialmente
son responsables con el medio ambiente, así como el de generar empleos. Sin
embargo, la realidad, es que son contaminantes y deben atender dicho problema,
de nada sirve promover empleos, si se contaminan los afluentes que terminan con
la vida de sus habitantes. Por lo pronto el rescate del Atoyac pone a temblar a
empresas contaminantes.
¿O no lo cree usted?