Existen tres tipos de gastos “silenciosos” o “inofensivos” que, aunque sean mÃnimos, muchas veces resultan perjudiciales para las finanzas personales. Coloquialmente se les conoce como gastos hormiga, fantasma y vampiro, y suelen ser mucho más comunes de lo que se cree.
Debes saber que se trata de pequeños gastos recurrentes que pueden sumar una gran cantidad de dinero a lo largo del tiempo.
Algunos de los gastos hormiga más comunes y menos perceptibles son para los ciudadanos son:
1. Compras impulsivas: Comprar cosas que no necesitas en el momento.
2. Gastos en café o snacks: Comprar café o snacks fuera de casa a diario.
3. Suscripciones y membresÃas: Suscripciones a servicios que no usas regularmente.
4. Gastos en transporte: Gastos en gasolina, peajes o transporte público.
5. Compras en lÃnea: Comprar cosas en lÃnea que no necesitas.
6. Gastos en entretenimiento: Gastos en cine, conciertos o eventos.
7. Gastos en comida fuera de casa: Comer fuera de casa con frecuencia.
8. Gastos en servicios: Gastos en servicios como Netflix, Spotify o Gym.
9. Gastos en regalos: Comprar regalos para otros sin un presupuesto claro.
10. Gastos en el vehÃculo: Gastos de lavado del vehÃculo, cuando lo puedes hacer.
11.- Refrescos, dulces y golosinas.
12.- Complementos alimenticios, también llamados productos milagro.
13.- Propinas.
14.- Limosnas.
15.- Prestamos que nunca te pagan.
16.- Rifas.
17.- Donaciones a presuntos grupos de caridad.
Para evitar estos gastos hormiga, es importante:
– Establecer un presupuesto claro
– Priorizar gastos esenciales
– Reducir gastos no esenciales
– Automatizar ahorros
– Revisar gastos regularmente
Todos podemos caer en un gasto hormiga, pero lo importante es enmendar el camino y pensar en los ahorros que lograremos conseguir cuando nos quitemos esta práctica.