¿Las cuentas pendientes e investigaciones que tiene en curso por desvÃo de recursos públicos y malos manejos administrativos la ex presidenta municipal de Tecamachalco, Marisol Cruz GarcÃa, le serán perdonadas ahora que la acaban de premiar con la Dirección General del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA)?
¿A poco el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta firma nombramientos, sin antes pedir a los miembros del staff de su oficina que investiguen en la fiscalÃa, la SecretarÃa de la Función Pública y la AuditorÃa Superior del Estado los antecedentes y procedimientos que estos pudieran tener?
Las anteriores preguntas vienen a colación porque la morenista Marisol Cruz tiene dos cuentas públicas pendientes de aprobación, la de 2020 y la de 2021, y pliegos de observaciones y cargos por malos manejos administrativos y obras públicas, entre ellas el Mercado Municipal que construyó derribando una escuela.
Dicho mercado es un elefante blanco que hiede a corrupción, pues de los 174 locales en que se dividió, la ex presidenta municipal, su esposo Jaime y los parientes de ambos se quedaron con 30; otros 40 lugares los repartió entre sus regidores, funcionarios, colaboradores y lÃderes de organizaciones, y unos 100 más los concesionó sin autorización del Congreso del estado, a razón de 300 mil y 500 mil pesos.
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