Otro caso de violencia extrema en México, es el que vivió Myrta Itzel, una mujer de 45 años de edad, quien sufrió violencia fÃsica y emocional por parte de su pareja, hasta que le quitó la vida al incendiarla.
27 de julio de 2022
De acuerdo con una entrevista que brindó Yessica, hija mayor de Myrta, dijo que su madre era comerciante y vivÃa con Arturo Hernández, su pareja sentimental, quien la golpeaba y ofendÃa.
Yessica cuenta que su madre vivÃa en Xochimilco, junto a su pareja sentimental, con quien llevaba tres años y medio de relación. No obstante, la muerte de la hija menor de Myrta, Alexa, quien vivÃa con su hermana mayor, hizo que hace tres meses, la vÃctima de feminicidio y su pareja se mudaran a la casa de Yessica.
Fue entonces cuando Yessica se dio cuenta del trato que recibÃa su madre, quien en algún momento le contó que Arturo era agresivo con ella.
"Siempre estaba a la defensiva con ella, siempre la atacaba verbalmente, enfrente de nosotras no la atacó fÃsicamente, pero mi mamá sà me lo llegó a contar, que sà era agresivo con ella".
Al percatarse de la agresividad verbal del hombre contra su madre, Yessica lo corrió de su casa, pero las acciones de Arturo contra Myrta no pararon allÃ.
El pasado 4 de mayo, Arturo Hernández roció con combustible a Myrta y le prendió fuego.
"Sabemos que le vertió solvente, que la prendió, esto nos lo cuenta mi mamá, pero cada que nos lo contaba entraba en crisis y nunca se pudo determinar de principio a fin por qué empezó, cómo fue, cómo terminó, no lo sabemos", contó Yessica.
Myrta estuvo internada casi dos meses en el hospital Rubén Leñero, pero no pudo recuperarse del daño que le dejó su expareja al incendiarla con solvente, por lo que hace unos dÃas, la vÃctima de feminicidio falleció en el nosocomio.
"Incluso ella estando en el hospital fue cuando por fin nos pudo decir todo lo que sufrÃa de parte de este tipo, incluso amenazas", señaló la hija de Myrta".
Hasta ahora, el responsable de este feminicidio no ha sido detenido por las autoridades.
El caso se suma al de Luz Raquel, quemada viva en Jalisco, y al de Margarita, quemada también, pero en Morelos.