De manera providencial, el piloto chino Zhou Guanyu resultó ileso en el marco de la largada del Gran Premio de Inglaterra, en el mítico autódromo de Silverstone. La tecnología y los milagros resultaron fundamentales en el terrible momento en el que el auto se voltea y sigue su marcha ruedas para arriba en una inmensa longitud, hasta llegar a golpear las filas de llantas que se colocan para amortiguar los impactos, salir nuevamente por los aires, y finalmente terminar su errático viaje contra la barda ciclónica que, para fortuna de los aficionados, se encontraba ahí, detuvo el trayecto del Alfa Romeo que pesa (con tanques de combustible llenos) cerca de la tonelada.
6 de julio e 2022
No vale la pena pensar lo que hubiera ocurrido si el auto de Zhou hubiese detenido su errático camino al final de la recta principal, encima de la tribuna colmada de aficionados.
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