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A la baja contagios del virus

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que los casos de covid-19 en todo el mundo cayeron un 16 por ciento la última semana y va un mes de descensos en las infecciones, pero advirtió que la pandemia no ha terminado, por lo que llamó a no bajar la guardia, por su importancia se transcribe el discurso íntegro:


Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 1 de febrero de 2022

1 de febrero de 2022

Las enfermedades tropicales desatendidas afectan a las comunidades más pobres y marginadas, y la pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación

Ahora estamos empezando a ver un aumento muy preocupante de las muertes en la mayoría de las regiones del mundo. Es prematuro para cualquier país rendirse o declarar la victoria

A medida que este virus evoluciona, es posible que las vacunas tengan que evolucionar

La OMS publicó un nuevo informe sobre la carga de residuos médicos de la pandemia que amenaza la salud humana y ambiental

Los Estados Miembros nos pidieron que elaboráramos un conjunto de propuestas sobre el fortalecimiento de la arquitectura sanitaria mundial para la preparación, la respuesta y la resiliencia ante las emergencias, con el fin de presentarlas a la Asamblea de la Salud en mayo

Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

El pasado domingo se celebró el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas. 

Las enfermedades tropicales desatendidas afectan a las comunidades más pobres y marginadas, y la pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación, ya que ha perturbado gravemente los servicios para prevenirlas, detectarlas y tratarlas. 

No obstante, con el apoyo de la OMS y nuestros asociados, cinco países eliminaron una enfermedad tropical desatendida el año pasado: Gambia y Myanmar eliminaron el tracoma; Côte d'Ivoire y el Togo eliminaron la tripanosomiasis africana humana, y Malawi eliminó la filariasis linfática. 

Y el año pasado solo se notificaron 14 casos de la enfermedad del gusano de Guinea en cuatro países, lo que nos acerca cada vez más a la erradicación de esta antigua enfermedad. 

El domingo pasado también se cumplieron dos años desde que declaré una emergencia de salud pública de importancia internacional, que es el nivel más alto de alarma según el derecho internacional, por la propagación de la COVID-19. 

En aquel momento, se habían notificado menos de 100 casos y ninguna muerte fuera de China. 

Dos años después, se han notificado más de 370 millones de casos y más de 5,6 millones de muertes, y sabemos que estas cifras son una subestimación. 

Desde que se identificó la variante ómicron por primera vez hace apenas 10 semanas, se han notificado a la OMS casi 90 millones de casos, más de los que se notificaron en todo el año 2020. 

Ahora estamos empezando a ver un aumento muy preocupante de las muertes en la mayoría de las regiones del mundo. 

Nos preocupa que en algunos países se haya impuesto la idea de que, debido a las vacunas y a la alta transmisibilidad y menor gravedad de la variante ómicron, ya no es posible ni necesario prevenir la transmisión. 


Nada más lejos de la realidad. 

Más transmisión significa más muertes. No pedimos a ningún país que vuelva a los confinamientos. Pero sí pedimos a todos los países que protejan a su población utilizando todas las herramientas disponibles, no solo las vacunas. 


Es prematuro para cualquier país rendirse o declarar la victoria. 

Este virus es peligroso y sigue evolucionando ante nuestros ojos. La OMS está rastreando actualmente cuatro sublinajes de la variante preocupante ómicron, incluido el BA.2. 

Este virus seguirá evolucionando, por lo que pedimos a los países que sigan haciendo pruebas y actividades de vigilancia y secuenciación. No podemos luchar contra este virus si no sabemos lo que está haciendo. 

Y debemos seguir trabajando para garantizar que todas las personas tengan acceso a las vacunas. 

Al mismo tiempo, también está claro que, a medida que este virus evoluciona, es posible que las vacunas tengan también que evolucionar. 

Las variantes del SARS-CoV-2 pueden seguir escapando a los anticuerpos neutralizantes inducidos por las vacunas contra las variantes anteriores. 

Además, el reservorio de coronavirus beta es grande, y es probable que se produzcan nuevos cruces con humanos. 

Si nos preparamos ahora, se reducirá el tiempo necesario para la fabricación de vacunas a gran escala y se salvarán vidas. 

El viernes de la semana pasada, la OMS celebró su consulta mundial más reciente sobre la investigación de las vacunas contra la COVID-19 y sobre la necesidad futura de vacunas que sean eficaces contra un amplio espectro de coronavirus. 

Seguimos colaborando con científicos de los sectores público y privado para intercambiar la información más reciente y orientar el futuro desarrollo de nuevas vacunas. 

Es un ejemplo de cómo, a la vez que apoyamos a los países para que luchen contra la pandemia ahora, también trabajamos para prepararnos de cara al futuro y afrontar sus consecuencias a largo plazo. 

Esto incluye el reto de los residuos médicos. 

Hoy, la OMS ha publicado un nuevo informe sobre la carga de residuos médicos de la pandemia, que amenaza la salud humana y ambiental y evidencia la necesidad de mejorar la gestión de los residuos. 


Los trabajadores de la salud y la población en general dependen de enormes cantidades de equipos de protección personal, pruebas, productos químicos, jeringas, agujas y otros productos desechables para protegerse a sí mismos y a los demás. 


Sin embargo, después de ser utilizados, la mayoría de estos materiales acaban siendo residuos. 

El 30% de los establecimientos de salud de todo el mundo y el 60% en los países menos desarrollados no están equipados para manejar las cargas de residuos médicos existentes, por no hablar de la carga adicional provocada por la COVID-19. 

Esto expone potencialmente a los trabajadores de la salud a lesiones por pinchazos de jeringuillas, quemaduras e infecciones, y afecta a las comunidades que viven cerca de los vertederos y los lugares de eliminación de residuos mal gestionados. 

En el informe se formulan una serie de recomendaciones, entre ellas el uso de embalajes y métodos de envío ecológicos, guantes y mascarillas médicas seguras y reutilizables, materiales reciclables o biodegradables y tecnologías más limpias de tratamiento y reciclaje de residuos. 

El informe es un recordatorio de que la pandemia, aun siendo la crisis de salud más grave que hemos vivido en un siglo, está relacionada con muchos otros retos a los que se enfrentan los países. 

La semana pasada, el Consejo Ejecutivo de la OMS se reunió para debatir ese enorme abanico de retos y la forma de abordarlos. 

En particular, nuestros Estados Miembros nos pidieron que elaboráramos un conjunto de propuestas sobre el fortalecimiento de la arquitectura sanitaria mundial para la preparación, la respuesta y la resiliencia ante las emergencias, con el fin de presentarlas a la Asamblea de la Salud en mayo. 

Ver a los países reunidos para debatir soluciones comunes a problemas compartidos me recordó nuestra unidad como especie que comparte un planeta. Pero también me recordó la riqueza de nuestra diversidad. 

Y, con ese espíritu, deseo a todos los que lo celebren un feliz Año Nuevo Lunar. 

Christian, le devuelvo la palabra. 

Fuente: https://www.who.int/es/director-general/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid-19---1-february-2022