Tras la conquista de Egipto por parte de Napoleón, los artefactos históricos egipcios se pusieron a disposición del mercado europeo. Las momias podÃan comprarse a los vendedores ambulantes y la élite europea solÃa organizar "fiestas de desenvolvimiento de momias". Por si eso no fuera suficientemente repugnante, los restos bien conservados de los antiguos egipcios se molÃan en polvo y se consumÃan como remedio medicinal. La demanda era tan alta que se inició el comercio de falsificaciones en el que la carne de los mendigos se hacÃa pasar por la de las momias egipcias.