Fotografían el último suspiro
Walter Schels y su socio Beate Lakota visitaron hospitales en Berlín y Hamburgo durante 2003 y 2004, con el fin de captar en placas fotográficas el último suspiro de la vida, al fotografiar el rostro de la muerte cuando las personas acaban de morir.
El proyecto fue aceptado por enfermos
El proyecto fue aceptado por enfermos
terminales quienes, según sus propias confidencias, en los últimos momentos de un proceso sin esperanza acaban solos, aislados, frente a un abismo desconocido.
Schels y Lakota estuvieron más de un año en constante alerta: a veces corrían hasta el hospital en mitad de la noche para asistir a un fallecimiento. El fotógrafo alemán afirma ya no temer a la muerte, sino a una sociedad que, como él hacía, le da la espalda: Life Before Death es un bellísimo viaje hacia un tema universal, hacia el aprendizaje y el autoconocimiento, y es una mano a personas que lo necesitaron. La muerte no era el terror, lo terrorífico era no mirarla a los ojos.