2013-08-16 | La idea era disecarlo para sentir que nunca se fue de su lado. Pero tras varios traspiés don Eusebio Carrasco decidió despedir a su perrito fallecido Brownie -al que querÃa como un hijo- con un singular y solemne velorio al que asistieron -en señal de solidaridad- decenas de personas con sus mascotas.
Sin poder ocultar el dolor que le produce haber perdido al perrito que se convirtió en su fiel compañero hace cuatro años, don Eusebio relató al medio puertorriqueño Primera Hora que el servicio -realizado en Ceiba Funeral Home, instalación del que es propietario- fue un acto de amor que evidencia el dolor que le produce a los dueños de mascotas el fallecimiento de sus animalitos.
“Yo hago esto para crear conciencia de que las mascotas se deben cuidar porque son parte de nuestro núcleo familiar. Yo siempre decÃa que si se me morÃa lo iba a tratar como a un hijo... mi idea era disecarlo pero como murió domingo no pude hacer los contactos. Asà que decidà velarlo aquÔ, dijo don Eusebio llorando al destacar que el ataúd blanco en el que yacÃa el cuerpo de Brownie -que aparentemente murió de causas naturales y tenÃa entrelazada entre sus patas una rosa blanca- fue mandado a confeccionar por él en una fábrica.
Como en todo servicio fúnebre, el cadáver de Brownie estuvo expuesto al público en capilla ardiente y llegaron decenas de personas, muchas de ellas por curiosidad y para tomar fotografÃas y vÃdeos con sus celulares del inusual velorio. También se entregaron tarjetas de recordatorio con un hermoso mensaje que don Eusebio plasmará en la lápida del can, cuyo cuerpo fue enterrado en un panteón improvisado al frente de la funeraria.
El mensaje rezaba: “Fuiste mi consolador en todos los momentos difÃciles. En momentos de llanto secaste mis lágrimas. Jugabas conmigo y me acariciabas con tus patitas. Por eso eres, fuiste y siempre serás especial para mÃ...”.
Entrada la tarde el cuerpo del animal expedÃa un fuerte olor.
Antes de sepultar a Brownie, don Eusebio se dirigió a los presentes. Como parte de sus expresiones le solicitó al pueblo de Puerto Rico que “cuiden sus animales... hoy se han llevado un pedazo de mi alma”. El anciano no pudo terminar de hablar y se echó a llorar desconsoladamente, mientras los presentes lanzaban unas flores anaranjadas a la fosa. En ese instante, sonaba a todo volumen la emotiva canción “Yo te extrañaré”, de Tercer Cielo.
Según explicó el papá adoptivo del perrito Brownie -cuyo cuerpo fue parcialmente embalsamado con una mezcla de formalina- el animalito no estaba enfermo.
“No sé qué fue lo que pasó. Yo me despedà de él antes de irme para la iglesia. Le dije: ‘ven a darle un beso a papi’. Y me lamió la cara... cuando regresé ya estaba muerto”, explicó sobre las incidencias del deceso de la mascota que nunca tuvo cachorros pues, según su dueño, “nació sin testÃculos”.
El funerario describió al perrito como “bien celoso”. De hecho, tenÃa que esconderlo del público pues llegó a morder a varias personas. “Pero conmigo era cariñoso... él fue mi consuelo cuando mi mamá se suicidó en septiembre. Ese perro me veÃa llorando y se me tiraba encima a lamerme la nariz. Realmente, estoy sufriendo... Brownie hasta dormÃa conmigo”, manifestó al agregar que todas las noches le compraba al perrito un mantecado y nuggets.
Don Eusebio asegura que a raÃz del funeral de Brownie, creará un plan especial para velatorios de mascotas. Los precios por el servicio fúnebre podrÃan fluctuar entre 1,500 y 2,000 dólares.
“Mucha gente me lo ha solicitado y creo que es justo para los que quieran despedir a sus mascotas... crearé una capilla especial y mandaré a hacer unos ataúdes”, dijo quien, además, se dispone a crear un albergue para animales realengos y maltratados en Ceiba.
Unos que se mostraron entusiasmados con la idea fue el matrimonio compuesto por Juan Serrano e Hilda Ramos, quienes llegaron a la funeraria acompañados de sus perros chihuahuas Choquito y Muñequita.
“La gente cree que uno no sufre... pero estos animales son parte de nuestra familia y hogar. Asà que, ¿por qué no hacerle un velorio si se mueren?”, dijo Juan.
Por su parte, Raúl Santiago Robles, quien llegó al lugar con su perro llamado Bolita, dijo que considerarÃa un velorio para su mascota pues “me ha demostrado mucho amor”.
“A veces estos perros se portan mejor con uno que las mismas personas”, agregó.