Las escuelas normales rurales en México, creadas en la década de 1920 como pilares del proyecto educativo posrevolucionario para formar docentes comprometidos con las comunidades rurales e indígenas, han enfrentado desde su origen una serie de esfuerzos para debilitarlas o eliminarlas. En 2025, estas instituciones, como la Escuela Normal Rural “Lázaro Cárdenas del Río” en Tenería, Puebla, siguen siendo objeto de controversia debido a su papel como centros de resistencia social, su incompatibilidad con reformas educativas neoliberales y la estigmatización que las asocia con desorden o ineficiencia. A esto se suma un componente crítico: la corrupción en el sistema educativo mexicano, que ha jugado un papel central en los intentos de desmantelarlas. A continuación, se exploran las principales razones detrás de estos esfuerzos, con un enfoque ampliado en los detalles de corrupción que han afectado a estas escuelas.
### 1. **Focos de resistencia política y social**
Las normales rurales han sido históricamente espacios de formación no solo de maestros, sino también de líderes sociales que defienden la justicia y la equidad en comunidades marginadas. Su modelo educativo, basado en la pedagogía de Paulo Freire y el compromiso con las comunidades, las ha convertido en semilleros de activismo. Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), las normales rurales alcanzaron su apogeo, integrando educación agrícola y comunitaria para empoderar al campesinado. Sin embargo, esta identidad combativa las ha hecho blanco de gobiernos que las perciben como centros de disidencia. En 1969, el presidente Gustavo Díaz Ordaz cerró 14 de las 29 normales rurales existentes, argumentando que fomentaban ideologías subversivas, una medida que coincidió con la represión del movimiento estudiantil de 1968. La desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en 2014 intensificó esta percepción, al vincularlas con protestas contra el Estado, lo que ha justificado intentos de cerrarlas o transformarlas en escuelas técnicas menos “políticas”.[](https://researchguides.library.wisc.edu/c.php?g=560513&p=3943090)[](https://kellogg.nd.edu/news/cold-war-and-college-students-how-future-teachers-mexico-challenged-system)
**Corrupción asociada**: La corrupción ha alimentado esta narrativa al desviar recursos destinados a las normales rurales, dejándolas en condiciones precarias que refuerzan la percepción de ineficiencia. Por ejemplo, el desvío de fondos educativos por parte de funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha resultado en instalaciones sin electricidad, agua o materiales didácticos, lo que se usa como pretexto para cuestionar su viabilidad. Además, la asignación de plazas docentes en regiones rurales a menudo se ha manejado mediante sobornos o nepotismo, lo que limita el acceso de normalistas capacitados a empleos y refuerza la narrativa de que estas escuelas no producen docentes “competentes”.[](https://ballardbrief.byu.edu/issue-briefs/lack-of-access-to-quality-education-for-rural-indigenous-communities-in-chiapas-mxico)[](https://www.davidcoxmex.com/life-in-mexico/corruption-in-mexican-education/)
### 2. **Reformas educativas neoliberales y estandarización**
Las reformas educativas de las últimas décadas, particularmente la de 2013 impulsada por Enrique Peña Nieto, han priorizado la estandarización y la evaluación docente sobre los modelos alternativos de las normales rurales. Estas reformas, respaldadas por organismos como la OCDE, buscan alinear la educación con objetivos de competitividad económica, lo que choca con el enfoque comunitario y social de las normales. En 2010, Elba Esther Gordillo, entonces líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), propuso cerrar todas las normales rurales, argumentando que eran obsoletas y que sus egresados no cumplían con los estándares modernos. Esta postura reflejaba una visión tecnocrática que favorecía la privatización parcial de la educación y la reducción de la influencia de instituciones autónomas.[](https://researchguides.library.wisc.edu/c.php?g=560513&p=3943090)[](https://www.reuters.com/article/us-mexico-corruption-gordillo/freed-mexico-teachers-union-boss-attacks-education-reforms-idUSKCN1L526E/)
**Corrupción asociada**: La gestión de Elba Esther Gordillo en el SNTE es un ejemplo paradigmático de corrupción en el sistema educativo. Durante su liderazgo, se documentaron casos de “maestros fantasma” (personas que cobraban sueldos sin impartir clases), venta de plazas docentes y desvío de fondos sindicales para fines personales, como la compra de bienes de lujo (bolsas de 5,000 dólares y un jet privado). En 2013, Gordillo fue arrestada por lavado de dinero y delincuencia organizada, aunque fue liberada en 2018 tras la anulación de los cargos. Estos escándalos no solo afectaron la credibilidad del sistema educativo, sino que también desviaron recursos que pudieron haber fortalecido a las normales rurales. Por ejemplo, la SEP gastó en 2017 más en campañas de comunicación para promover la reforma educativa que en la capacitación de docentes, dejando a escuelas rurales sin apoyo. Además, la compra de 2 millones de laptops de baja calidad a precios inflados y la distribución de libros de texto con errores factuales son ejemplos de cómo la corrupción en la SEP ha mermado la infraestructura educativa rural.[](https://www.theguardian.com/inequality/2017/aug/15/the-help-never-lasts-why-has-mexicos-education-revolution-failed)[](https://www.theguardian.com/world/2018/may/15/mexico-education-reform-controversy-presidential-election)[](https://www.davidcoxmex.com/life-in-mexico/corruption-in-mexican-education/)
### 3. **Estigmatización por incidentes violentos**
Eventos como la muerte de Brayan Isidro Zarco Rivera en la Normal Rural de Tenería, Puebla, en 2024, atribuida a una novatada violenta, han sido utilizados para estigmatizar a las normales rurales como espacios de caos o delincuencia. La tragedia de Ayotzinapa en 2014, donde 43 estudiantes fueron desaparecidos tras un ataque coordinado entre autoridades locales y el crimen organizado, reforzó esta imagen negativa, a pesar de que los estudiantes fueron víctimas, no perpetradores. Estos incidentes han sido explotados por sectores conservadores para justificar el cierre de las normales, argumentando que son focos de inestabilidad.[](https://www.right-to-education.org/blog/43-right-education-rural-mexico)[](https://kellogg.nd.edu/news/cold-war-and-college-students-how-future-teachers-mexico-challenged-system)
**Corrupción asociada**: La corrupción en las instituciones gubernamentales ha exacerbado estos incidentes. En el caso de Ayotzinapa, investigaciones independientes revelaron colusión entre autoridades municipales, estatales y federales con el cártel Guerreros Unidos, lo que permitió el ataque contra los estudiantes. La falta de rendición de cuentas y la impunidad en este caso, donde solo se han esclarecido parcialmente las responsabilidades, reflejan cómo la corrupción en los niveles de gobierno ha sido usada para justificar la represión de las normales rurales. Además, la asignación arbitraria de recursos a escuelas urbanas, mientras las rurales permanecen desatendidas, es a menudo resultado de favoritismos políticos o sobornos, lo que agrava las condiciones de precariedad que alimentan los conflictos internos en estas escuelas.[](https://ballardbrief.byu.edu/issue-briefs/lack-of-access-to-quality-education-for-rural-indigenous-communities-in-chiapas-mxico)[](https://www.right-to-education.org/ar/node/410)
### 4. **Presiones económicas y recortes presupuestales**
La austeridad fiscal, especialmente bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y continuada en 2025, ha reducido significativamente los recursos para las normales rurales. En 2016, las becas para estudiantes de normales como Ayotzinapa y Tenería oscilaban entre 45 y 70 pesos diarios (2.25 a 3.50 dólares), insuficientes para cubrir necesidades básicas. La falta de inversión en infraestructura, como techos, electricidad o agua potable, ha dejado a muchas normales en condiciones deplorables, lo que se usa como argumento para cerrarlas. Por ejemplo, en 2017, el presupuesto para libros de texto se recortó en un tercio y los programas de capacitación docente en un 40%, afectando desproporcionadamente a las escuelas rurales.[](https://researchguides.library.wisc.edu/c.php?g=560513&p=3943090)[](https://www.theguardian.com/inequality/2017/aug/15/the-help-never-lasts-why-has-mexicos-education-revolution-failed)
**Corrupción asociada**: La corrupción en la gestión de fondos educativos ha agravado esta situación. En regiones como Chiapas, donde el 55.24% de la población indígena es analfabeta, el desvío de recursos educativos a proyectos ineficientes o inexistentes ha limitado el acceso a la educación. Por ejemplo, el Ballard Brief señala que un aumento en el índice de corrupción reduce el gasto en educación en un 0.5% del PIB, y los fondos disponibles suelen gastarse en proyectos mal ejecutados o en contratos amañados. La práctica de exigir “cuotas” fraudulentas a familias rurales para servicios educativos gratuitos, como inscripción o materiales, es común y afecta especialmente a comunidades indígenas, donde las normales rurales son vitales. Además, el nepotismo en la contratación de docentes, donde se favorece a personas sin preparación adecuada, ha debilitado la calidad educativa en las zonas rurales, justificando el cierre de las normales bajo el pretexto de “baja calidad”.[](https://ballardbrief.byu.edu/issue-briefs/lack-of-access-to-quality-education-for-rural-indigenous-communities-in-chiapas-mxico)[](https://www.davidcoxmex.com/life-in-mexico/corruption-in-mexican-education/)
### 5. **Narrativa de modernización y migración rural-urbana**
La disminución de la población rural en México (de 43% en 1950 a 22% en 2010) y el discurso de modernización han llevado a cuestionar la relevancia de las normales rurales, vistas como reliquias de un modelo agrario obsoleto. El gobierno ha promovido programas como Arráigate para fomentar el arraigo de jóvenes rurales, pero estos esfuerzos no compensan la falta de apoyo a las normales, que históricamente han formado líderes comunitarios. La priorización del desarrollo urbano, como la eliminación del concepto de “suelo rural” en la Ciudad de México en 2023, refleja una tendencia a desvalorizar las instituciones rurales.[](https://wenr.wes.org/2019/05/education-in-mexico-2)
**Corrupción asociada**: La corrupción en la asignación de recursos para el desarrollo rural ha contribuido a esta narrativa. Fondos destinados a programas educativos en el campo, como los de la SEP, a menudo se desvían a proyectos de alto perfil en zonas urbanas o a campañas de comunicación, como ocurrió en 2017, cuando la SEP gastó 2,700% más de lo presupuestado en publicidad, mientras escuelas rurales carecían de infraestructura básica. La colusión entre funcionarios y empresas privadas en contratos educativos, como la compra de laptops de baja calidad a precios inflados, ha privado a las normales rurales de recursos esenciales, reforzando la idea de que son inviables.[](https://www.theguardian.com/world/2018/may/15/mexico-education-reform-controversy-presidential-election)[](https://www.davidcoxmex.com/life-in-mexico/corruption-in-mexican-education/)
### Reflexión: Un ataque sistemático alimentado por la corrupción
Los intentos de desaparecer las normales rurales en México son el resultado de una combinación de factores: su carácter contestatario, la imposición de reformas neoliberales, la estigmatización por incidentes violentos, los recortes presupuestales y la narrativa de modernización urbana. Sin embargo, la corrupción en el sistema educativo es un hilo conductor que agrava cada una de estas razones. Desde el desvío de fondos por parte de funcionarios de la SEP hasta la colusión con cárteles en casos como Ayotzinapa, la corrupción ha debilitado a estas escuelas, dejándolas vulnerables a argumentos que justifican su cierre. La gestión de Elba Esther Gordillo en el SNTE, marcada por el enriquecimiento ilícito y la manipulación de plazas docentes, es solo la punta del iceberg de un sistema donde los recursos educativos rara vez llegan a las comunidades más necesitadas.
En 2025, las normales rurales, como la de Tenería en Puebla, siguen siendo esenciales para combatir la desigualdad educativa en el campo, donde el 45.8% de la población vive en pobreza multidimensional. Su desaparición representaría no solo una pérdida educativa, sino una traición a los ideales de justicia social que inspiraron su creación. La lucha por su supervivencia requiere abordar la corrupción sistémica, garantizar una asignación transparente de recursos y reconocer su papel como puentes entre las comunidades rurales y un futuro más equitativo.[](https://wenr.wes.org/2019/05/education-in-mexico-2)[](https://ballardbrief.byu.edu/issue-briefs/lack-of-access-to-quality-education-for-rural-indigenous-communities-in-chiapas-mxico)