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El nombramiento de Raymundo Atanacio Luna como rector de la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla

 El nombramiento de Raymundo Atanacio Luna como rector de la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla y la inexperiencia en la administración pública


El 5 de septiembre de 2025, Raymundo Atanacio Luna asumió la rectoría de la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla (UPMP), una institución pública dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal, marcando su tercer cargo público en apenas nueve meses bajo el gobierno de Alejandro Armenta Mier. Este nombramiento, que sigue a su breve gestión como director del Sistema Estatal DIF y coordinador del Plan Hídrico, ha generado cuestionamientos sobre su idoneidad debido a su aparente inexperiencia en roles clave de administración pública, particularmente en la gestión educativa y de programas complejos como el hídrico. En un contexto donde la educación en Puebla es un campo de disputas históricas, el caso de Atanacio Luna refleja las tensiones entre la rotación acelerada de cargos y la necesidad de liderazgos calificados para fortalecer las instituciones.Una trayectoria política, pero con cuestionamientos de experienciaRaymundo Atanacio Luna, egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en Administración Pública (1988-1993), ha construido una carrera política notable en Puebla. Fue presidente municipal de Soltepec (2002-2005), diputado local por el Distrito 10 (2005-2008) con el PRI, y diputado federal por el Distrito 7 (2021-2024) con el Partido del Trabajo (PT) en coalición con Morena y el PVEM. Su trayectoria legislativa y municipal le otorga experiencia en la representación política, pero su paso por cargos ejecutivos de alto nivel ha sido breve y marcado por cuestionamientos sobre su preparación para roles técnicos y administrativos.El 17 de diciembre de 2024, Atanacio asumió la dirección general del Sistema Estatal DIF, una dependencia encargada de programas sociales para poblaciones vulnerables. Sin embargo, su gestión duró solo tres meses, hasta el 24 de marzo de 2025, cuando fue designado coordinador del Plan Hídrico, un programa federal enfocado en la gestión del agua, incluida la limpieza del río Atoyac. Este cambio generó críticas de activistas, quienes señalaron que Atanacio carecía de experiencia técnica en gestión hídrica, un área que requiere conocimientos especializados en ingeniería ambiental, planificación de recursos naturales y políticas públicas complejas. Apenas cinco meses después, su nombramiento como rector de la UPMP, oficializado por el secretario de Educación Pública estatal, Manuel Viveros Narciso, volvió a encender el debate sobre su capacidad para liderar una institución educativa enfocada en tecnología e innovación.Inexperiencia en la administración pública: Un punto de controversiaLa rápida rotación de Atanacio Luna por tres cargos clave en nueve meses ha levantado preocupaciones sobre su experiencia en la gestión de instituciones públicas con demandas técnicas específicas. Cada uno de sus roles ha requerido habilidades distintas, y su breve permanencia en cada puesto sugiere una falta de profundidad en la administración de estas áreas:
  • Sistema Estatal DIF (diciembre 2024 - marzo 2025): Como director del DIF, Atanacio estuvo a cargo de programas sociales como asistencia alimentaria, atención a menores en situación de vulnerabilidad y apoyo a personas con discapacidad. Este rol exige experiencia en la coordinación de políticas sociales y la gestión de recursos humanos y presupuestales. Sin embargo, su paso de solo tres meses no permitió consolidar proyectos significativos, y su salida abrupta dejó preguntas sobre su capacidad para liderar una dependencia con un impacto directo en la población vulnerable. La falta de antecedentes en gestión social previa a este cargo refuerza la percepción de inexperiencia.
  • Plan Hídrico (marzo 2025 - septiembre 2025): La coordinación del Plan Hídrico, que incluye la limpieza del río Atoyac, uno de los cuerpos de agua más contaminados de México, requiere conocimientos técnicos en gestión ambiental, infraestructura hídrica y colaboración interinstitucional. Activistas criticaron la designación de Atanacio, argumentando que su formación en administración pública y su trayectoria política no lo preparaban para abordar los desafíos técnicos y científicos del programa. Su salida tras cinco meses, sin avances significativos reportados en la limpieza del Atoyac, alimentó las críticas sobre su falta de experiencia en este ámbito.
  • Rectoría de la UPMP (septiembre 2025): La UPMP, con una matrícula de 731 alumnos en 2022 según Data México, es una universidad enfocada en ingenierías y tecnología, lo que exige un liderazgo con experiencia en gestión académica, investigación y vinculación con el sector productivo. Atanacio, cuya trayectoria se centra en la política legislativa y municipal, no tiene antecedentes en la administración de instituciones de educación superior. Este nombramiento ha sido cuestionado por la comunidad académica, que teme que la falta de experiencia en el sector educativo limite el desarrollo de proyectos innovadores, como los que el gobierno de Armenta promueve en su discurso oficial.
Contexto político y educativo en PueblaEl nombramiento de Atanacio Luna se da en un contexto donde la educación en Puebla ha sido históricamente un terreno de luchas políticas, como las vividas en la BUAP durante el rectorado de Samuel Malpica Uribe en los años ochenta, cuando conflictos de poder y traiciones marcaron la gestión universitaria. Aunque el caso de Atanacio no está ligado a estos eventos, la percepción de que los cargos públicos se asignan por lealtades políticas en lugar de méritos técnicos resuena con las críticas históricas a figuras como Alfonso Vélez Pliego, acusado de manipular la BUAP para fines políticos. La UPMP, como institución pública, enfrenta el desafío de consolidarse en un entorno de recursos limitados, y la designación de un rector sin experiencia en gestión educativa podría obstaculizar su crecimiento.El gobierno de Armenta ha presentado el nombramiento como un paso para “fortalecer la educación” y formar profesionistas que impulsen el desarrollo de Puebla. Sin embargo, la falta de claridad sobre los criterios de selección y la rápida rotación de Atanacio por cargos disímiles sugieren que su designación podría responder a estrategias políticas para consolidar alianzas dentro de Morena y el PT, en lugar de un enfoque en la profesionalización de la administración pública.Críticas y expectativas en la UPMPLa comunidad académica y estudiantil de la UPMP espera que su rector impulse proyectos que fortalezcan la investigación tecnológica y la vinculación con la industria, áreas clave para una universidad politécnica. Sin embargo, la inexperiencia de Atanacio en la gestión educativa superior genera dudas sobre su capacidad para liderar estas iniciativas. Por ejemplo, la UPMP requiere estrategias para aumentar su matrícula, mejorar su infraestructura y competir con instituciones como la BUAP, que bajo la rectoría de Lilia Cedillo Ramírez ha priorizado la ciencia abierta y la colaboración. La falta de un historial académico sólido en Atanacio podría limitar su capacidad para negociar presupuestos, atraer talento o implementar programas innovadores.Además, su salida del Plan Hídrico, un programa federal, plantea preguntas sobre quién asumirá esa coordinación y si Atanacio podrá compaginar responsabilidades pendientes con su nuevo rol. La ausencia de experiencia en la gestión de programas federales complejos, como el hídrico, y ahora en la administración universitaria, refuerza la percepción de que su nombramiento responde más a dinámicas políticas que a una planificación estratégica para la educación en Puebla.Reflexión: La necesidad de liderazgos calificadosEl nombramiento de Raymundo Atanacio Luna como rector de la UPMP pone de manifiesto las tensiones entre la política y la administración pública en Puebla. Su rápida rotación por tres cargos clave en nueve meses—director del DIF, coordinador del Plan Hídrico y ahora rector—evidencia una falta de experiencia consolidada en áreas técnicas y administrativas, lo que genera preocupación en un estado donde la educación es un pilar para el desarrollo. En un contexto donde casos como el del Instituto D’Amicis, con protestas por la seguridad estudiantil, y las demandas de justicia en feminicidios como el de Natalia Sonia N. reflejan una ciudadanía exigente, el gobierno de Armenta debe priorizar liderazgos con preparación técnica y experiencia probada.La UPMP, con su potencial para formar profesionistas en tecnología, merece una dirección que combine visión académica con habilidades administrativas. La inexperiencia de Atanacio Luna en la gestión educativa y en roles ejecutivos de alto nivel podría limitar el impacto de la universidad en un momento crítico para Puebla. Para fortalecer la confianza en las instituciones, el gobierno estatal debe apostar por procesos de selección transparentes y líderes con trayectorias sólidas, evitando que la educación se convierta en un tablero político donde las lealtades priman sobre las competencias.