La liberación de Xihuel Sarabia Reyna y el legado de lucha de la UPVA 28 de Octubre
El 21 de diciembre de 2017, las puertas del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla, se abrieron para dejar salir a Xihuel Sarabia Reyna, hijo mayor de RubĆ©n Sarabia SĆ”nchez, conocido como “Simitrio”, lĆder histórico de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre. Tras casi dos aƱos de reclusión, acusado de narcomenudeo en un proceso marcado por irregularidades, Xihuel fue recibido con aplausos y muestras de apoyo por parte de su familia, incluyendo a Simitrio, y un grupo de comerciantes que celebraron este nuevo capĆtulo en la larga lucha de la organización contra la represión estatal.
La liberación de Xihuel, lograda gracias a una apelación tramitada por su hermano y abogado, Tonatiuh Sarabia, ante el Juez Sexto de lo Penal, amparos gestionados en la Justicia Federal y la intervención del Comité de Detenciones Arbitrarias de la ONU, marcó un hito para la UPVA. Esta organización, fundada en 1973 tras una violenta represión en el Mercado de la Victoria, ha enfrentado décadas de persecución por su defensa de los derechos de los vendedores ambulantes y su postura de izquierda independiente. La absolución de Xihuel, al igual que la de su padre Simitrio y su hermano Atl Sarabia Reyna, evidenció lo que la UPVA denunció como una embestida del gobierno poblano, particularmente durante la gestión de Rafael Moreno Valle (2011-2017), para desarticular a la organización mediante acusaciones fabricadas de narcomenudeo.
Afuera del penal, el ambiente era de jĆŗbilo contenido. Simitrio, quien habĆa obtenido la libertad domiciliaria en marzo de 2017 tras su propio encarcelamiento en 2014, estaba presente, simbolizando la resistencia de una familia que ha pagado un alto costo por su activismo. La UPVA, con su base en el Mercado Hidalgo, no solo es un referente en la lucha social en Puebla, sino tambiĆ©n un actor polĆtico relevante, capaz de movilizar masas en procesos electorales y mantener una estructura democrĆ”tica interna, aunque cuestionada en aƱos recientes por la sucesión de Xihuel como dirigente en 2023.
El caso de Xihuel se entrelaza con la tragedia de su hermana, Meztli Omixochitl Sarabia Reyna, asesinada el 29 de junio de 2017 en las oficinas de la UPVA, en un ataque que dejó un mensaje amenazante contra Simitrio y la organización. Este feminicidio, ocurrido el mismo dĆa de una audiencia de Xihuel en el penal de San Miguel, permanece sin justicia plena, con solo uno de los cuatro responsables detenido hasta 2023. La familia Sarabia, incluyendo a Rita Amador, esposa de Simitrio, y otros miembros de la UPVA, ha enfrentado amenazas, detenciones arbitrarias y procesos judiciales que, segĆŗn organismos como Front Line Defenders y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, forman parte de un patrón sistemĆ”tico de represión.La liberación de Xihuel, junto con las absoluciones de Simitrio, Atl, y Rita Amador, fortaleció la narrativa de la UPVA como una organización que resiste la criminalización. Sin embargo, la lucha continĆŗa, con dos miembros, Luis Fernando Alonso RodrĆguez y JosĆ© MuƱoz Villegas, aĆŗn presos en 2017, y denuncias persistentes de hostigamiento. La salida de Xihuel del Cereso de San Miguel no fue solo un triunfo personal, sino un sĆmbolo de la tenacidad de una organización que, a pesar de la violencia y la persecución, sigue defendiendo el derecho al trabajo y la libertad de asociación en Puebla.
La liberación de Xihuel, lograda gracias a una apelación tramitada por su hermano y abogado, Tonatiuh Sarabia, ante el Juez Sexto de lo Penal, amparos gestionados en la Justicia Federal y la intervención del Comité de Detenciones Arbitrarias de la ONU, marcó un hito para la UPVA. Esta organización, fundada en 1973 tras una violenta represión en el Mercado de la Victoria, ha enfrentado décadas de persecución por su defensa de los derechos de los vendedores ambulantes y su postura de izquierda independiente. La absolución de Xihuel, al igual que la de su padre Simitrio y su hermano Atl Sarabia Reyna, evidenció lo que la UPVA denunció como una embestida del gobierno poblano, particularmente durante la gestión de Rafael Moreno Valle (2011-2017), para desarticular a la organización mediante acusaciones fabricadas de narcomenudeo.
Afuera del penal, el ambiente era de jĆŗbilo contenido. Simitrio, quien habĆa obtenido la libertad domiciliaria en marzo de 2017 tras su propio encarcelamiento en 2014, estaba presente, simbolizando la resistencia de una familia que ha pagado un alto costo por su activismo. La UPVA, con su base en el Mercado Hidalgo, no solo es un referente en la lucha social en Puebla, sino tambiĆ©n un actor polĆtico relevante, capaz de movilizar masas en procesos electorales y mantener una estructura democrĆ”tica interna, aunque cuestionada en aƱos recientes por la sucesión de Xihuel como dirigente en 2023.
El caso de Xihuel se entrelaza con la tragedia de su hermana, Meztli Omixochitl Sarabia Reyna, asesinada el 29 de junio de 2017 en las oficinas de la UPVA, en un ataque que dejó un mensaje amenazante contra Simitrio y la organización. Este feminicidio, ocurrido el mismo dĆa de una audiencia de Xihuel en el penal de San Miguel, permanece sin justicia plena, con solo uno de los cuatro responsables detenido hasta 2023. La familia Sarabia, incluyendo a Rita Amador, esposa de Simitrio, y otros miembros de la UPVA, ha enfrentado amenazas, detenciones arbitrarias y procesos judiciales que, segĆŗn organismos como Front Line Defenders y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, forman parte de un patrón sistemĆ”tico de represión.La liberación de Xihuel, junto con las absoluciones de Simitrio, Atl, y Rita Amador, fortaleció la narrativa de la UPVA como una organización que resiste la criminalización. Sin embargo, la lucha continĆŗa, con dos miembros, Luis Fernando Alonso RodrĆguez y JosĆ© MuƱoz Villegas, aĆŗn presos en 2017, y denuncias persistentes de hostigamiento. La salida de Xihuel del Cereso de San Miguel no fue solo un triunfo personal, sino un sĆmbolo de la tenacidad de una organización que, a pesar de la violencia y la persecución, sigue defendiendo el derecho al trabajo y la libertad de asociación en Puebla.