Cae pareja de trabajadores a pozo clandestino en Tehuacán; uno murió ahogado
El predio donde ocurrió la tragedia había sido clausurado por la CONAGUA por extracción ilegal de agua.
Tehuacán, Pue.— Una tragedia sacudió la comunidad de San Lorenzo Teotipilco este fin de semana, luego de que dos hombres cayeran al interior de un pozo clandestino de más de 20 metros de profundidad, en un inmueble que había sido clausurado previamente por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
El saldo: un hombre fallecido por ahogamiento y otro más rescatado con vida por cuerpos de emergencia, quienes desplegaron un operativo urgente para su salvamento.
Según los reportes oficiales, el incidente se registró en un predio de esta junta auxiliar, donde presuntamente aún se realizaban actividades, a pesar de la suspensión impuesta por las autoridades federales. El pozo, carente de permisos y con profundidades que superan los 20 metros, habría sido utilizado para la extracción de agua de manera ilegal.
Al lugar acudieron elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos y paramédicos de la agrupación Ángeles de Vida, quienes lograron extraer con vida a uno de los accidentados. El hombre fue trasladado de inmediato al Hospital General de Tehuacán, donde permanece bajo observación médica.
En contraste, su compañero no corrió con la misma suerte: fue hallado sin vida en el fondo del pozo, con signos evidentes de ahogamiento. Su cuerpo fue recuperado horas más tarde por personal de rescate y trasladado al anfiteatro municipal, donde se le realizará la necropsia de ley.
El área fue acordonada por policías municipales y estatales para permitir el ingreso del personal ministerial, que ya inició una carpeta de investigación. Las autoridades buscan determinar cómo ocurrió el accidente y si el predio estaba siendo utilizado clandestinamente a pesar del sellado oficial.
La tragedia ha encendido las alarmas sobre el funcionamiento de pozos ilegales en la región de Tehuacán, donde la sobreexplotación del manto freático y la operación irregular de tomas de agua representa no solo un delito ambiental, sino también un riesgo latente para la vida humana.
Hasta el momento, ni la CONAGUA ni el Ayuntamiento de Tehuacán han emitido una postura pública sobre las condiciones actuales del inmueble o si existía vigilancia sobre su cumplimiento legal tras la clausura.
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