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Ejecución en Rivera Anaya reaviva la alerta sobre narcomenudeo; autoridades refuerzan presencia institucional

Ejecución en Rivera Anaya reaviva la alerta sobre narcomenudeo; autoridades refuerzan presencia institucional

Por JosƩ Herrera
23 de mayo de 2025

La noche del jueves 22 de mayo, JosĆ© Carlos N., alias “El Peruzzi”, fue ejecutado con un disparo en la cabeza en inmediaciones de la Unidad Habitacional Manuel Rivera Anaya, al oriente de la ciudad de Puebla. La vĆ­ctima, de 32 aƱos, era conocida por su vĆ­nculo con actividades de narcomenudeo y contaba con al menos cuatro ingresos al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel por delitos contra la salud.

Aunque el hecho generó conmoción entre los vecinos, las autoridades estatales no tardaron en responder. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en coordinación con la Fiscalía General, desplegó un operativo de inteligencia en la zona para identificar a los responsables del crimen, el cual se presume estÔ relacionado con un ajuste de cuentas entre bandas de narcomenudistas que operan en los mÔrgenes del mercado ilegal de drogas.

La Rivera Anaya: foco histórico de vulnerabilidad

La Unidad Habitacional Rivera Anaya ha sido, durante años, una zona con altos índices de inseguridad derivados del abandono urbano, rezago social y la infiltración de células dedicadas al narcomenudeo. No obstante, desde 2023 el Gobierno del Estado ha puesto en marcha una serie de estrategias interinstitucionales que buscan recuperar el tejido social mediante la participación ciudadana, el reforzamiento policial y la atención comunitaria.

El caso de “El Peruzzi” no representa un repunte de la violencia, sino un reflejo del reacomodo interno entre redes delictivas que, gracias a la presión institucional, han comenzado a fracturarse. De acuerdo con fuentes de la SecretarĆ­a de Gobernación, la administración estatal mantiene un monitoreo permanente sobre los sectores con mayor incidencia delictiva, y ha establecido mecanismos de prevención y denuncia segura en colaboración con el C5i.

Respuesta oportuna y presencia institucional

Tras el homicidio, elementos de la Policía Estatal Preventiva y peritos de la Fiscalía llegaron al sitio, acordonaron el Ôrea y recabaron evidencias clave para avanzar en la identificación de los autores materiales e intelectuales del crimen. En menos de 12 horas, se intensificaron los patrullajes y se reforzó la presencia en puntos estratégicos del Infonavit Rivera Anaya.

“El Estado no se replegarĆ””, expresó un vocero de la SSP. “Sabemos que hay grupos que intentan desestabilizar y enviar mensajes de poder a travĆ©s de este tipo de crĆ­menes. Sin embargo, la instrucción es clara: no daremos tregua al narcomenudeo ni permitiremos zonas sin ley”.

Avances en la recuperación del oriente de Puebla

Durante los últimos dos años, el Gobierno del Estado ha impulsado el Programa de Reordenamiento y Seguridad Integral para la Zona Metropolitana de Puebla, con énfasis en polígonos de riesgo como Rivera Anaya, La Margarita, San Ramón y Clavijero. A través de acciones de proximidad, operativos conjuntos y atención a jóvenes en riesgo, se han logrado desarticular varias células delictivas.

El caso de “El Peruzzi”, mĆ”s allĆ” de su crudeza, pone de relieve la efectividad de estas polĆ­ticas: los cabecillas enfrentan presión constante, y el Estado ha recuperado territorios que antes eran considerados “zonas ciegas” por las corporaciones de seguridad.

Coordinación interinstitucional, la clave

Funcionarios de la Secretaría de Gobernación confirmaron que ya se tiene una línea de investigación sólida, y que no se descarta que el móvil esté relacionado con pugnas internas entre vendedores de droga de bajo nivel. Aseguran también que, en conjunto con la Secretaría de Seguridad Pública, se ha incrementado la presencia de inteligencia civil para desarticular redes de distribución que aún operan en colonias específicas.

El gobernador ha reiterado en diversas ocasiones que no se tolerarÔ la impunidad y que la seguridad de las familias poblanas sigue siendo prioridad. A pesar de los desafíos, las cifras de incidencia delictiva han mostrado una reducción progresiva, y se trabaja para consolidar una estrategia de pacificación duradera y basada en el respeto a los derechos humanos.