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Corrupción, grupos de poder y la 4 T



 

Corrupción, grupos de poder y la 4 T

“La oportunidad la pintan calva” refrĆ”n popular.

 Rodolfo Herrera Charolet

La corrupción política es uno de los objetivos de Morena que pretende erradicar del ejercicio público, sin embargo, representa un riesgo para garantizar la continuidad del partido amloista, esto tras ventilarse las acusaciones mutuas entre los líderes camarales; Ricardo Monreal Ávila y AdÔn Augusto López, quienes en un intercambio de acusaciones mutuas evidenciaron a una oposición disminuida y debilitada, ante un diferendo relevante hacia el interior del partido en el poder.

Las divisiones e intrigas generadas por presuntos actos de corrupción, asĆ­ como la disputa de contratos y el uso de los recursos pĆŗblicos que se han ventilado en la prensa durante los Ćŗltimos seis aƱos, que corresponden al primer sexenio morenista, pone de manifiesto que el poder absoluto no es garantĆ­a de consolidar el proyecto inicial de la “Cuarta Transformación”, en virtud de que apoyar a alguno de los grupos en disputa, puede correr el riesgo de consolidar un beneficio faccioso con implicaciones hacia el electorado confiado en siglas partidistas que pretenden erradicar la corrupción y que puede dar armas innecesarias a la oposición.

Mientras que la actividad política desgasta al partido en el poder, la corrupción mina el apoyo popular, aun con el fortalecimiento de los apoyos a programas sociales que garantizan un voto popular basado en el agradecimiento. Sin embargo, estos apoyos estÔn limitados a los ingresos nacionales y a las variables económicas sujetas a los imprevistos y exabruptos del presidente Trump, que impactarÔn directamente en la economía mexicana.

El enfrentamiento de Monreal Ávila y López HernÔndez, que, sin ajustarse a un buen juicio, olvidaron que su permanencia y liderazgo depende de las decisiones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien evitando un deterioro estructural deberÔ ajustar sus arbitrajes, equilibrando los intereses de ambos grupos en disputa, que en parte contribuyeron en reducir la agitación mediÔtica provocada por las reformas constitucionales aprobadas en los primeros 100 días del sexenio y que fueron herencia del gobierno anterior.

El llamado de la presidencia al orden y al silencio tiene como objetivo preservar la unidad, aún cuando dicho enfrentamiento se resolverÔ hacia lo interno del partido, con su procedimiento abierto hacia lo público. Aún cuando el origen de dichos liderazgos obedece al acuerdo de López Obrador consintió como parte de la negociación, en beneficio de la unidad de los precandidatos presidenciales de Morena, estÔ sujeto al ejercicio de poder de la presidenta en turno.

Entonces, si bien el acuerdo fue respetado, los exabruptos de los líderes, pueden servir a la presidenta Sheinbaum para reforzar su autoridad y redefinir alianzas que consoliden su base política propia. En donde se ofrece una oportunidad para consolidar el gobierno y redefinir los límites de su poder y establecer las bases de su autonomía y su relación con los otros poderes de la Unión, para evitar la percepción de sometimiento de alguno de ellos y evitar en su caso que el Ejecutivo sea rehén de facciones internas.

Las decisiones presidenciales equilibrarÔn los intereses internos de los grupos en disputa, por el poder que aún no tienen o creen tener, contando con el respaldo del voto contundente logrado en las urnas, que evitarÔn futuros diferendos o errores que erosionen dicha confianza.

Si bien es cierto que, en los actos de corrupción, existe la complicidad, resulta relevante que, en esa disputa de grupos de poder, el interés particular debe someterse al proyecto de nación que se impulsa por el nuevo gobierno. Objetivos colectivos de un movimiento transformador de la vida nacional y de las formas de hacer política.

Aún cuando se pretende minimizar el enfrentamiento, reduciéndolo a un "malentendido" surgido del recorte presupuestario realizado por la H. CÔmara de Diputados a la CÔmara de Senadores. Sin embargo, dicho diferendo demostró que la corrupción y la irresponsabilidad política es un caldo de cultivo que podría generar indignación, especialmente cuando la población se enfrentarÔ a una austeridad mayor que pasarÔ a severa en los próximos años.

La desconfianza provocada por enfrentamientos poco sensatos de los actuales líderes camarales y de aquellos que en el futuro inmediato ocurran en el mismo sentido, pueden equipararse al escenario de pérdida de confianza que terminó con el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Razón por la cual el mando firme resulta impostergable.

La corrupción política no solo es un acto criminal y tiene implicaciones legales y afecta la moral pública, porque las consecuencias erosionan la confianza en las instituciones, debilita su capacidad de control y supervisión. En el escÔndalo mediÔtico que se comenta, generó escepticismo respecto a las reformas en marcha, así como las que estÔn por realizarse. Un ejemplo de las implicaciones legales y de la redefinición de las fronteras del poder público, así como su control, se encuentran las modificaciones a la Ley del Infonavit, que manejarÔ recursos millonarios para vivienda social. La magnitud de los fondos involucrados, pone el interés del grupo o intereses internos del poder, de quien o quienes tendrÔn el control de dichos recursos y quien o quienes vigilarÔn su correcta ejecución.

A pesar de los desafíos, de acuerdo a los hechos y evidencia de los grupos en disputa, la presidenta Sheinbaum saldrÔ fortalecida del conflicto tras equilibrar las tensiones internas, que incluye como una de las decisiones, la remoción de los liderazgos parlamentarios. Resultado de un arbitraje firme que consolide la posición presidencial, orden hacia el interior y respeto a los principios que dieron origen al poder hegemónico del nuevo partido en el Poder, evitando que futuros desplantes de los líderes morenistas, pongan en riesgo la estabilidad del actual gobierno.

Dicen que la oportunidad la pintan calva y Sheinbaum lo sabe. En la construcción de su gobierno; su talento, como su buen juicio no estarÔn a prueba, les guste o no a quienes en esas decisiones perderÔn beneficios.

¿O no lo cree usted?