La infame fachada de Mussolini del Palacio Braschi de Roma, que muestra el rostro del lÃder y el "SI" (sà en italiano), en referencia a las elecciones generales italianas de 1934 con un simple voto de sÃ/no en la lista del Partido Fascista. Mussolini veÃa a Roma como la capital del imperio fascista y querÃa transformar la Ciudad Eterna en etapas de desarrollo urbano con edificios grandiosos cuyo aspecto proyectara sus logros y objetivos fascistas. Su ejecución al final de la Segunda Guerra Mundial acabó con su sueño.