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La mujer vampiro


2012-03-17 | Ciudad de Guadalajara. Mex.
María José Cristerna, abogada y tatuadora, nació el 16 de noviembre de 1975 empezó a realizar modificaciones en su cuerpo tras ser víctima de violencia familiar. ´Los tatuajes eran una forma de liberación para mí´, señaló. Llamada la "Mujer vampiro" es, posiblemente, la mujer con mayor cantidad de tatuajes de América Latina.
La vida de María José Cristerna, una ciudadana mexicana, en el barrio de Sapopán, no fue nada fácil y de ser una mujer como muchas, sufriendo violencia intrafamiliar en manos de su marido, decidió realizar una transformación total en su cuerpo, demostrando que la libertad se puede expresar de diferentes maneras. 

A pesar de su extravagante apariencia, cubierta de tatuajes en más del 95% de la superficie de su cuerpo, algunos piercings en su rostro, implantes de titanio, simulando cuernos y colmillos modificados de su propia dentadura, es una mujer que lleva una vida bastante “normal”.

María José afirma que; “Mi familia fue y es profundamente católica. Estudié en un colegio religioso, me enamoré, me casé de blanco a los 17 años, seguí una carrera. Quería hacer las cosas bien”

Sin embargo, los constantes golpes y maltratos en el hogar de parte de su pareja, fueron el detonador que dio inicio a su “reinversión” como persona, pues al mismo tiempo que trabajaba como abogada y atendía a sus hijos, acudía a hacerse un tatuaje, una forma de liberarse y sentirse conforme consigo misma.

Al empezar a tatuarse pudo "respirar como muchas mujeres  que respiran y se toman un café por la mañana sin sentir que nadie les va a oprimir la garganta", según cuenta

Tras separarse de su pareja de manera definitiva y después de dar luz a su cuarto hijo,decidió continuar con su transformación, pero a partir de entonces su afición la llevó al extremo.

Los cuernos que tengo son símbolo de fuerza, son implantes que fueron colocados sin anestesia, el color de mis ojos los cambié porque era como realmente quería ser yo y los colmillos, es porque desde muy niña me encantan los vampiros… (sic), este tatuaje que no se ve mucho (en su quijada) es un tatuaje que se lo hacían las mujeres de la tribu Maorí, también simboliza la fuerza

María José seguirá transformando su cuerpo y acentuando su apariencia. Mientras sigue trabajando como artista, tatuadora y empresaria.

Pretende implantarse más cuernos... ésta vez detrás de la cabeza, casi como si fuera un 'stegosaurus'.