Protestas en Tecnológicos de Puebla

 03 de noviembre de 2025 | Redacción EPrensa:


Protesta Estudiantil en el Tecnológico de TehuacánEn un acto de determinación colectiva, estudiantes del Instituto Tecnológico de Tehuacán han escalado su movimiento de inconformidad al tomar la caseta de cobro 76 en San Lorenzo Teotipilco, permitiendo el paso libre de vehículos sin el pago del peaje habitual, como medida drástica para visibilizar sus demandas tras más de dos semanas de paro académico indefinido. Esta acción, iniciada en la mañana de este lunes, refleja el hartazgo de la comunidad estudiantil ante la inacción de las autoridades educativas, particularmente en lo que respecta a la destitución del director Sergio Palavicini, a quien señalan por una gestión opaca y represalias contra los participantes en la protesta. El bloqueo no violento, custodiado por los propios alumnos, ha generado un flujo inusual de tráfico en la zona, convirtiendo la caseta en un improvisado foro donde se escuchan consignas y se distribuyen volantes que detallan las irregularidades administrativas, como la falta de transparencia en el manejo de recursos y la negligencia en el mantenimiento de instalaciones que afectan el desarrollo académico.La tensión en el campus se remonta a reuniones infructuosas con directivos, donde las promesas de respuesta en un plazo de 25 días fueron consideradas insuficientes y condicionadas a la reanudación inmediata de clases, una exigencia que los estudiantes rechazaron categóricamente al percibirla como un intento de dilatar el diálogo genuino. Esta toma de caseta no solo interrumpe el cobro de peajes, sino que simboliza una llamada de atención más amplia a la Secretaría de Educación Pública y al Tecnológico Nacional de México, instando a una intervención que garantice un ambiente de respeto y equidad en el plantel. Mientras el sol avanza sobre la autopista, los jóvenes mantienen su vigilia pacífica, alimentados por el apoyo de automovilistas solidarios y la convicción de que solo una resolución concreta restaurará la normalidad educativa, subrayando la urgencia de reformas que prioricen el bienestar de quienes forjan el futuro del país. ***Demandas por Mejoras en el Plantel EducativoMás allá de la destitución inmediata del director, las quejas de los estudiantes abarcan un espectro amplio de problemáticas crónicas que han mermado la calidad educativa en el Instituto Tecnológico de Tehuacán, desde la obsolescencia de laboratorios equipados con tecnología desactualizada hasta la escasez de personal docente calificado, lo que ha derivado en sobrecargas laborales y retrasos en los programas de estudio. En el corazón de esta movilización late el reclamo por una gobernanza democrática, donde las decisiones se tomen en consulta con la base estudiantil y no impuestas desde esferas administrativas distantes, un patrón que, según los manifestantes, ha fomentado un clima de desconfianza y desmotivación entre los alumnos que viajan diariamente desde diversos municipios de la región para asistir a clases. La toma de la caseta, por ende, trasciende el mero acto de presión vial y se erige como un recordatorio de la vulnerabilidad de la educación superior en zonas periféricas, donde los recursos federales parecen evaporarse en burocracia en lugar de invertirse en infraestructura que impulse la innovación y la empleabilidad.Mientras las autoridades educativas guardan silencio oficial, la comunidad académica se organiza en asambleas diarias para rotar turnos en la caseta y coordinar estrategias de comunicación con medios y aliados externos, demostrando una madurez que contrasta con la rigidez institucional criticada. Este impasse no solo afecta el calendario escolar, sino que pone en jaque el compromiso de cientos de familias que invierten en la formación de sus hijos, exacerbando desigualdades regionales en un estado como Puebla, donde el acceso equitativo a la educación técnica es clave para el desarrollo económico local. Los estudiantes insisten en que su lucha es por un legado duradero: un plantel donde la excelencia no sea un lujo, sino un derecho accesible, y donde las voces juveniles guíen el cambio en lugar de ser silenciadas por inercias administrativas. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente para otras instituciones del Tecnológico Nacional de México, inspirando movimientos similares que exijan accountability y renovación en un sistema educativo que, de no adaptarse, arriesga perder a una generación de talentos emergentes. ***Redacción