Encubiertos por el poder: protestan en Zinacatepec por abusos de funcionarios protegidos por el alcalde
ZINACATEPEC, PUE.— La escena fue clara: puertas cerradas, policías en guardia y funcionarios escondidos tras los muros del poder. Afuera, bajo el sol de la indignación, ciudadanos exigieron algo tan básico como el respeto. En una manifestación que puso en evidencia el desgaste social del municipio, habitantes de Zinacatepec se congregaron frente a la presidencia municipal para denunciar lo que califican como una red de abusos, hostigamiento e impunidad institucional.
Con pancartas, gritos y testimonios, señalaron directamente al alcalde Ernesto Montalvo de los Santos como el protector de funcionarios que —según acusan— han hecho del abuso de poder su rutina diaria.
Entre los señalados, destaca el titular de Tránsito Municipal, quien, de acuerdo con los manifestantes, ha emprendido una campaña de hostigamiento sistemático contra los taxistas locales, imponiendo multas arbitrarias y detenciones sin justificación, bajo el amparo de un ayuntamiento que, lejos de corregir los excesos, los legitima con su silencio.
La protesta también evidenció el desdén con que opera la directora de Servicios Públicos, acusada de trato déspota y negligente hacia los ciudadanos que acuden a pedir servicios básicos como alumbrado público. “Nos tratan como si nos hicieran un favor, cuando es su obligación”, expresó uno de los vecinos inconformes, cansado de reportar luminarias fundidas sin recibir respuesta.
Paradójicamente, mientras el alcalde pregona un gobierno de “puertas abiertas”, ese mismo día se ordenó el cierre de la presidencia municipal, impidiendo el acceso de los manifestantes y bloqueando cualquier intento de diálogo. Una metáfora perfecta del estilo de gobernar de Montalvo de los Santos: blindado al clamor ciudadano, abierto solo a los intereses de sus leales.
Los inconformes exigieron una audiencia pública y una explicación formal del presidente municipal respecto a las conductas de su equipo. También advirtieron que esta movilización no será la última. “Si no hay respuestas, vamos a seguir saliendo. Ya basta de simulación y de funcionarios que creen que el pueblo es tonto”, sentenció una de las organizadoras.
En Zinacatepec, la indignación ciudadana crece mientras la presidencia municipal levanta muros donde deberían existir puentes. Y es que cuando el poder elige encubrir a sus fieles en vez de servir al pueblo, lo que florece es la rabia, no la gobernabilidad.