Fauna Política
Rectoría
de una figura decorativa y ociosa
Por Rodolfo Herrera Charolet
Debido al proceso legal en el que se
encuentra la Fundación, el gobierno del
Estado por su intromisión, creó otro patronato para que se encargara de la UDLAP. Éste patronato es presidido por
Horacio Magaña Martínez, que fue designado por José Daniel Vázquez Millán,
presidente de la Junta para el Cuidado de
las Instituciones y Asistencia Privada del Estado de Puebla y de la Junta Asistencia Privada del Estado de Puebla,
cuyo nombramiento recibió del gobernador del Estado Miguel Barbosa Huerta.
Hasta ese momento el desconocido Magaña,
designó como rector de la universidad al político ex perredista, Armando Ríos
Piter, compañero de Barbosa en el senado. Al respecto el gobernador aseguró
que:
“Sin
duda que sí lo conozco, es mi amigo, fue parte de la coordinación de senadores
que yo encabecé en el Senado anterior [...] es un hombre estudioso,
inteligente, tiene dos carreras, la de abogado por la UNAM, la de economista
por el ITAM, con maestrías y estudios de postgrados en Harvard”.
Este personaje de la política tiene
algunos inconvenientes para desempeñar el cargo de rector, primero porque no
cumple con los estatutos institucionales para el cargo, principalmente: carece
de estudios de doctorado y el Consejo
Empresarial no aprobó su selección (esto último lo indica el artículo
cuarto del estatuto orgánico de la UDLAP).
Aun cuando la ley no hace distinción o
acota a un perfil dichos nombramientos, debe señalarse que la toma de la
universidad se realiza durante un litigio entre particulares, sin ser cosa
juzgada. No existen nuevos estatutos del patronato creado desde el amparo del
poder y por lo tanto, es cuestionable dicho nombramiento.
Tras medio año de irregularidades, el
rector renunció de facto el 2 de febrero de 2022, tras adelantar dos días antes
que “pediría” al presidente de la “Fundación” (la gobiernista) el retorno a
clases. Al día siguiente se dio dicha respuesta con un exhorto del poder
judicial. Sin cuidar la sana separación de poderes, se evidenció la sumisión de
jueces al ejecutivo del Estado.
El nombramiento de Ríos Peter, está
motivado, principalmente, por ser un personaje amigo del gobernador y desempeñar
esta responsabilidad, porque “tenía todas las credenciales”. Sin embargo hasta
la fecha y después de su renuncia de facto, no se dijeron cuáles son dichas
credenciales o capacidades académicas.
Dichas declaraciones, en cuanto al motivo
o capacidad para la designación de dicho personaje, se acercan a las falacias ignoratio elenchi y petitio principii, porque evade demostrar y regresa a la premisa:
fue seleccionado porque tiene las credenciales, y tanto las tiene que no hay
tiempo para decirlas. Tras eso se dio una reseña general no relacionada con su
nombramiento.
Dicho de otra forma, pero más simple, se
da el nombramiento, porque es amigo, tiene credenciales, sean o no del agrado
de la comunidad universitaria y en resumen; háganle como quieran… es el rector.
Porque si la toma de la universidad fue por la fuerza, los nombramientos en
cascada, desde el origen hasta el rectorado, son en esa medida, también por la
fuerza, respaldados por la fuerza del Estado.
Pero dejando a un lado la preparación o
capacidad académica del rector o del patronato o de quien los nombró. Uno de los movimientos que ocurrieron tras
su apresurado nombramiento, fue el asunto de las cuentas bancarias que se
protegieron para que la administración de Luis Ernesto Derbez Bautista no
pudiera utilizarlas. El problema que esto causó fue la imposibilidad de pago de
la nómina a los trabajadores de la UDLAP.
Aunque Ríos Piter tenía los datos de los trabajadores y ante notario público, se entregaron
a la rectoría los registros de la nómina para poder hacer la dispersión
Finalmente Ríos Piter renunció como
rector de la UDLAP, el 8 de febrero de 2022, argumentando que el juicio ante
tribunales sería largo y de varios años, además de que deseaba contribuir con
el regreso de los estudiantes a sus clases presenciales.
¿Qué objeto tenía, pues, la rectoría de
Ríos Peter sin un peso en la bolsa?
Sin duda una rectoría decorativa y
ociosa.
¿O no lo cree usted?