La sombra detrás del balón: G.O.O.L. Capital, una firma sin rostro que quiere meter gol en Puebla
22 de mayo de 2025
En una maniobra que huele más a simulación que a estrategia financiera, la firma supuestamente internacional G.O.O.L. Capital ha irrumpido en el radar del fútbol mexicano con una promesa de inversión millonaria en el Club Puebla. Sin embargo, lo único que deja claro hasta ahora es el misterio que la envuelve.
Su sitio web, goolcapital.com, fue registrado apenas el 17 de mayo de 2025, apenas tres días antes de que el presidente del club, Manuel Jiménez, la presentara públicamente como el posible salvavidas económico del equipo. Pero más allá del dominio web y de su elegante, pero escueta, página de inicio, no hay rastro alguno de operaciones reales, antecedentes de inversión, ni siquiera un perfil en redes sociales. Tampoco se encuentra información sobre su estructura interna, consejo directivo o proyectos anteriores, nacionales o internacionales.
Un análisis realizado por DIARIO CAMBIO con herramientas como WHOIS Domain Lookup y buscadores de datos empresariales internacionales no arrojó ningún resultado comprobable. La empresa parece haber surgido de la nada, sin historial fiscal, sin presencia en registros de inversión ni en medios especializados en finanzas deportivas.
Una matriz con presencia, pero sin claridad
Según se afirma desde el Club Puebla, G.O.O.L. Capital sería una subsidiaria de Seventy Two Global, firma que sí cuenta con presencia en redes y un historial más visible, aunque limitado. No obstante, no hay documentación oficial pública que respalde la relación corporativa directa entre ambas. La única "prueba" de vínculo es una mención en el mismo sitio web de G.O.O.L., sin acceso a información corporativa verificable, lo cual es preocupante para una supuesta operación internacional de capital.
¿Cortina de humo o compra simulada?
El anuncio de esta negociación ocurrió tras las versio
nes difundidas por los comentaristas deportivos John Sutcliffe y David Medrano, quienes revelaron el interés de capital inglés en el equipo poblano. ¿Se trató de una estrategia reactiva para mantener el control de la narrativa? ¿O es G.O.O.L. Capital una fachada creada al vapor para encubrir una operación local sin las credenciales necesarias para operar con transparencia?
En lugar de responder con documentación, contratos, o presentaciones públicas del grupo inversor, el club ha optado por mantener un tono optimista y evasivo. “Estamos en pláticas”, se limitó a decir Jiménez en conferencia, sin revelar montos, condiciones ni plazos.
En una liga donde las opacidades financieras han sido una constante —con clubes que han cambiado de dueños entre rumores de lavado, testaferros y triangulación de capitales—, la irrupción de una empresa sin historial debería alarmar tanto a la afición como a los órganos reguladores del fútbol mexicano.
Hasta ahora, G.O.O.L. Capital es más un nombre pegajoso que una empresa real. Un cascarón bien vestido, pero vacío. Y Puebla, una vez más, puede quedar atrapada entre el espejismo y el negocio turbio.