Limpieza profunda en la FGE

 17 de noviembre de 2025 | Redacción EPrensa:


Indagatorias Iniciadas por Orden Judicial contra Fiscales InvolucradosLa titular de la Fiscalía General del Estado, Idamis Pastor Betancourt, ha dado inicio formal a indagatorias internas contra el fiscal especial de Investigación de Delitos de Alta Incidencia, Luis Antonio León Delgadillo, así como contra Miguel Ángel Islas Álvarez, titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, y Jorge Malvaez Rodríguez, su coordinador de investigación, en cumplimiento estricto de una instrucción emitida por un juez de control durante la última audiencia de un proceso penal relevante. Esta medida responde a la solicitud elevada por la defensa de un empresario local, quien argumentó graves irregularidades en procedimientos previos, lo que derivó en la notificación obligatoria a la Fiscalía General de la República para una revisión paralela y exhaustiva. La acción judicial no solo busca esclarecer posibles conductas indebidas en el manejo de carpetas de investigación, sino que también representa un paso clave en la depuración de estructuras internas que han sido cuestionadas por presuntos abusos de poder y manipulaciones procesales, reforzando el compromiso institucional con la legalidad y la protección de derechos fundamentales en un contexto de escrutinio público creciente.Estas indagatorias, que involucran a agentes del Ministerio Público y elementos operativos clave, abarcan un análisis detallado de actuaciones documentadas en expedientes relacionados con detenciones y revisiones vehiculares, donde se han detectado inconsistencias que podrían implicar violaciones a garantías individuales. Pastor Betancourt, al acatar la resolución judicial, ha enfatizado la necesidad de una investigación imparcial que identifique responsabilidades individuales sin menoscabo de la operatividad general de la Fiscalía, un proceso que podría extenderse a revisiones administrativas más amplias para prevenir recurrencias y restaurar la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de impartir justicia.
Desechamiento de Acusaciones en Carpeta por Detención IlegalEn un fallo contundente, el juez de Oralidad Penal de la Región Judicial de Cholula, David Rodríguez González, desechó las imputaciones formuladas por el Ministerio Público en la carpeta de investigación 557/2025/CHOLULA, liberando de cargos a un empresario por presuntos delitos contra la salud en la modalidad de posesión de metanfetaminas, portación de arma de fuego sin licencia y tenencia de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, al declarar nula la detención por ausencia total de orden de aprehensión o siquiera de presentación administrativa. La resolución, emitida tras tres audiencias exhaustivas celebradas los días 12 y 27 de octubre, así como el 12 de noviembre, se basó en evidencias que revelan la falta de fundamentación legal en el procedimiento inicial, incluyendo la ausencia de notificaciones previas y la irregularidad en las inspecciones corporales y vehiculares reportadas. Este sobreseimiento no solo anula las actuaciones subsiguientes, sino que también ordena la devolución inmediata de bienes personales asegurados, como vehículos, dispositivos electrónicos y objetos de valor, subrayando la prioridad de los derechos humanos sobre cualquier presunción de culpabilidad en procesos penales.El caso expone vulnerabilidades sistémicas en la cadena de custodia de evidencias, donde fotografías y actas de inspección no coinciden con los momentos cronológicos de la detención, generando dudas sobre la integridad de los hallazgos como bolsitas de sustancias y armamento supuestamente localizados en prendas y accesorios del imputado. La defensa ha destacado que estas discrepancias configuran un patrón de plantación de pruebas durante traslados a instalaciones judiciales, un alegato que el juez respaldó al invalidar por completo el informe policial homologado y las declaraciones de agentes involucrados, lo que abre la puerta a posibles responsabilidades penales para los ejecutores del procedimiento y refuerza la doctrina de que detenciones arbitrarias contaminan irremediablemente el debido proceso.
Detalles de la Detención Arbitraria del EmpresarioEl empresario, propietario de una cadena de gimnasios, centros de entretenimiento nocturno y restaurantes en la región, fue interceptado la mañana del 9 de octubre mientras salía de un fraccionamiento residencial exclusivo en San Andrés Cholula, en un operativo que involucró a tres agentes investigadores quienes, sin mostrar documento legal alguno, lo obligaron a descender de su vehículo y lo trasladaron a la Casa de Justicia local bajo el pretexto de una mera localización voluntaria derivada de un oficio administrativo del 29 de septiembre. Este documento, emitido por la Fiscalía Especializada en Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, solicitaba únicamente la designación de elementos para ubicar al investigado en múltiples domicilios, sin autorización para restricción de libertad ni registro inmediato, lo que transforma la acción en una privación ilegal que vulneró principios constitucionales básicos. La secuencia de eventos incluyó un supuesto intento de fuga por parte del afectado al percatarse de la irregularidad, seguido de un traslado al C5 de Cuautlancingo donde se registraron las inspecciones controvertidas, marcadas por horarios inconsistentes y la negación expresa del empresario a cualquier autorización para búsquedas.Durante el procedimiento, se alegó el descubrimiento de 25 bolsitas de cristal en su short y una pistola junto con 48 cartuchos en una bolsa vehicular, elementos que el imputado y su representación legal atribuyen a una siembra deliberada en ruta hacia las instalaciones judiciales, respaldado por la falta de evidencias fotográficas contemporáneas al momento del contacto inicial en la Vía Atlixcáyotl. Esta narrativa, sustentada en actas de audiencia y declaraciones contradictorias de los agentes —quienes describieron un acercamiento casual en patrulla con luces apagadas—, ilustra cómo oficios preliminares de localización se pervierten en detenciones encubiertas, un modus operandi que no solo compromete la credibilidad de la Fiscalía, sino que también expone a ciudadanos vulnerables a extorsiones veladas bajo el amparo de investigaciones financieras en curso por presunto lavado de activos.
Violaciones a Derechos Humanos y Solicitud de Investigación AmpliaEn la audiencia culminante del 12 de noviembre, la defensa del empresario elevó reclamos por múltiples violaciones a derechos humanos, incluyendo la ausencia de lectura de derechos Miranda, la manipulación de evidencias durante el traslado y la exposición prolongada a condiciones indignas en celdas provisionales, lo que motivó al juez a remitir el caso no solo a la Fiscalía General del Estado sino también a la Federación para una pesquisa integral que abarque a todos los intervinientes, desde agentes investigadores hasta fiscales coordinadores. Entre los señalados figuran Trino Rodríguez Ojeda y Luis Alberto Arana Aguilar, agentes del Ministerio Público adscritos a fiscalías especializadas; Eduardo Ernesto Martínez Cortés, de la unidad de operaciones ilícitas; y el comandante Oscar Gutiérrez Gutiérrez, responsable de la unidad de apoyo policial, junto a los ejecutores directos de la detención: Guilmar Olivares Becerra, Ricardo Ramírez Plascencia y Alejandra Martínez Romero. Esta remisión judicial obliga a una auditoría cruzada que podría derivar en cargos por abuso de autoridad, falsedad en declaraciones y coacción, transformando el caso individual en un catalizador para reformas en protocolos de localización y detención preventiva.La extensión de la investigación a instancias federales resalta la gravedad percibida en las irregularidades, donde la defensa argumentó un nexo entre la detención y presiones extorsivas ligadas a indagatorias financieras previas, un patrón que el juez calificó como potencialmente sistemático y merecedor de escrutinio superior. Este desarrollo no solo garantiza la devolución de bienes como la camioneta GMC Sierra, cartera, celular, joyas y dinero en efectivo, sino que también impone plazos estrictos para las indagatorias, con énfasis en la reparación integral del daño moral y material sufrido por el afectado, un precedente que podría inspirar revisiones de casos similares y fortalecer mecanismos de queja ciudadana contra arbitrariedades institucionales.
Críticas a la Transparencia y Reestructuración en la FiscalíaIdamis Pastor Betancourt enfrenta cuestionamientos por no haber actuado de manera proactiva en materia de transparencia y rendición de cuentas, ya que el anuncio de las indagatorias se produjo exclusivamente por mandato judicial y no como iniciativa autónoma en respuesta a denuncias previas de corrupción interna, un comunicado del 13 de noviembre que ha sido interpretado como reactivo más que transformador en el combate frontal a irregularidades enquistadas. La fiscal, quien asumió el cargo con promesas de depuración total, ha visto cómo la reestructuración institucional —marcada por renuncias simultáneas de mandos clave— se percibe como una "limpia" selectiva que prioriza la sustitución de perfiles foráneos por locales, sin abordar de fondo las redes de influencia que han permeado la institución durante administraciones pasadas. Este enfoque ha generado dudas sobre la efectividad real de las medidas, especialmente cuando las salidas se justifican como voluntarias por motivos personales, pese a señalamientos públicos de extorsión y manipulación de carpetas que involucran a los mismos exfuncionarios ahora investigados.La narrativa oficial de fortalecimiento institucional choca con percepciones de opacidad, donde la designación de nuevos titulares poblanos en áreas sensibles como Alta Incidencia y Operaciones Ilícitas busca "poblanizar" la Fiscalía, pero sin garantías de independencia absoluta frente a presiones políticas o económicas locales. Críticos argumentan que esta reconfiguración, aunque bienintencionada, requiere auditorías externas independientes para validar su impacto en la reducción de impunidad, particularmente en delitos de alto impacto como lavado de dinero y trata vinculados a sectores empresariales, un llamado que resuena en medio de un contexto donde la confianza pública en la procuración de justicia depende de acciones visibles y no solo de declaraciones protocolarias.
Dudas Persistentes sobre Corrupción y Control InternoLa efectividad de la depuración en la Fiscalía se ve empañada por interrogantes sobre si las renuncias de fiscales foráneos del Estado de México y la incorporación de perfiles poblanos resolverán de raíz los abusos y extorsiones que han caracterizado operaciones recientes, un escepticismo alimentado por la persistencia de casos emblemáticos de irregularidades sin resolución concluyente. Entre las sombras pendientes figura la presencia injustificada del exmarido de la fiscal, Guillermo Méndez Chávez, quien mantenía oficina, vehículo asignado, estacionamiento reservado y escoltas ministeriales en el edificio central de la institución hasta su salida reciente, un arreglo que genera sospechas de nepotismo y favoritismo que no ha sido esclarecido públicamente. Esta anomalía, sumada a la partida paralela del titular de la Fiscalía de Investigación Metropolitana, Oswaldo Jiménez Juárez, plantea interrogantes sobre el verdadero control de la institución y si las nuevas designaciones, como la de Fredy Erazo Juárez —magistrado con licencia recomendado por el gobernador— o José Luis Hernández González —hombre de confianza del vicealmirante Francisco Sánchez González—, consolidarán una agenda de combate a la corrupción o perpetuarán dinámicas de lealtades políticas.Estas dudas no solo cuestionan la autonomía operativa de la Fiscalía, sino que también demandan investigaciones exhaustivas sobre privilegios indebidos y redes de influencia familiar o partidista que han permeado la estructura, un panorama donde la "poblanización" podría ser un paso inicial pero insuficiente sin mecanismos de fiscalización externa y sanciones ejemplares. La sociedad poblana, afectada por altos índices de impunidad en delitos como extorsión y operaciones ilícitas, espera que estas transiciones marquen un punto de inflexión genuino, donde la rendición de cuentas trascienda lo administrativo para abarcar lo penal y restaurar la fe en un sistema judicial que, hasta ahora, ha sido más fuente de temor que de protección.
Redacción